Fernández asegura que no habrá cambios en la política exterior.
El Comité Ejecutivo del Partido Socialista (PS) recibirá hoy a partir de las 20.30 a dos ministros que dejarán sus cargos el 1 de marzo, Reinaldo Gargano (Relaciones Exteriores) y Azucena Berrutti (Defensa Nacional), y a quien asumirá como canciller ese mismo día, el actual secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández. El secretario general del PS, Eduardo Fernández, dijo a la diaria que el cambio de canciller no traerá aparejado un cambio en la línea de la política exterior, aunque sí se modificará cierta forma de “llevar” las cosas.
Se ha especulado mucho, mediática y políticamente, con las eventuales variantes que se producirían en las políticas de inserción internacional del país a raíz del cambio en la titularidad de la cancillería dispuesto por el presidente Tabaré Vázquez la semana pasada. Según varias versiones periodísticas, en las que coexisten sin límites demasiado claros lo informativo con las expresiones de deseo, un Gonzalo Fernández renovador, abierto al mundo y pro-TLC sucedería a un Gargano ortodoxo, enemigo del imperio y pro-Mercosur.
Pero el cambio no parece tener raíces ni consecuencias tan simples.
Eduardo Fernández, clasificado habitualmente como integrante del ala “renovadora” del PS -y que por lo tanto podría deducirse como más cercano a su homónimo y más alejado de Gargano, con quien no se lleva para nada bien- asegura que se mantendrá el mismo rumbo en la política exterior.
“No hay nada que indique que va a haber algún cambio”, consideró, y enfatizó que la gestión del nuevo canciller se va a desarrollar “en función del programa del Frente Amplio”.
La hicimos bien Fernández calificó como un “acierto” la decisión del presidente Vázquez de no “habernos jugado” a suscribir un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, en especial teniendo en cuenta la crisis económica por la que atraviesa en este momento ese país.
Opinó que no es momento de dedicar demasiados esfuerzos a las negociaciones comerciales que se desarrollan en base al Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones (TIFA, por sus siglas en inglés) con el país del norte, precisamente por la crisis mencionada. Aclaró que “estamos dispuestos a vender todo lo que nos quieran comprar”, pero aseguró que “no va a haber un TLC”.
“No precisamos estar bajo la égida de EEUU para decir que estamos cambiando las políticas comerciales”, señaló. Declaró que no cree “en acuerdos (bilaterales de este tipo) con EEUU” por “convicciones ideológicas”, ya que un país chico como Uruguay no puede comerciar con uno grande de igual a igual, y debe hacerlo en bloque. Apuntó que se seguirá con la consigna de “más y mejor Mercosur”, intentando profundizar y ampliar el proceso de integración regional, y se continuará buscando ampliar las relaciones comerciales con el resto del mundo. Teniendo en cuenta que la línea de política exterior no se modificará, “¿por qué un cambio de ministro?”, se preguntó Fernández. “Hay características personales, que hacen que las cosas a veces se puedan llevar de manera distinta”, se respondió a sí mismo, sin voluntad de profundizar.
Fuente: La Diaria, 18 de febrero
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