Todos tenemos posiciones formadas sobre los responsables en mayor o menor proporción pero no es ahora, lo que nos preocupa.
Nos preocupa como revertir ese odio porque ambos países seguiremos siendo limítrofes, más allá de Botnia, que así como se instaló también puede cerrar más tarde o más temprano.
La Educación tiene un trabajo extra a partir de "ayer". Puede y debe trabajar con nuestros niños desde la Escuela para aliviar por lo menos, el dolor de tantas heridas provocadas.
¿Qué les quedará en la memoria y en su retina a esos niños de Gualeguaychú, que fueron a manifestaciones multitudinarias convocadas por un grupo de entrerrianos y su gobierno? ¿Les quedará el NO a las Papeleras ó el NO a los uruguayos? ¿y a los nuestros con todo lo que se oye y se ve? Si a un grupo bien definido y con un nivel educativo superior a la media, como son los estudiantes universitarios argentinos, el 40% no quieren tener de compañero a un uruguayo, ¿qué decir?-
El contagio es ineludible. Por supuesto que la educación familiar es determinante, por ello, el Estado debe generar el ámbito de reflexión necesaria en nuestros jóvenes, como una herramienta indispensable para evitar lo más pronto posible que ese sentimiento anti-argentino tenga campo fértil para su crecimiento.
El CODICEN, los Consejos desconcentrados, las Universidades públicas y privadas tienen trabajo extra a partir de hoy, buscar un trabajo coordinado y específico que encauce los desbordes que necesariamente asistiremos en el futuro mediato.
1 comentario:
Favor: si nos quieren todavía a los argentinos, INAUGUREN BOTNIA antes de nuestras elecciones. Que sigan bajando en intención de voto.
No cedan al apriete de los K y sus patoteros.
Un abrazo desde la otra orilla.
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