martes, 25 de septiembre de 2007

Editorial: La "maldita improvisación". Plan Ceibal


Menudo problema tiene el Uruguay de hoy. Por la “maldita improvisación” que caracteriza al Progresismo, nuestro país se tira a la piscina en varias reformas sin saber si llega a la otra orilla.

Veamos el Plan Ceibal.

Negroponte, científico estadounidense, creador del Programa “Una computadora, un niño”, marcó como su objetivo central, cerrar la brecha educativa en niños de países subdesarrollados, mediante unas “laptop” de bajo costo”.

En América del Sur, el Proyecto en cuestión, apuntaba a los grandes mercados de la región, léase, Brasil, Argentina, Colombia, etc.

El Ministro Lepra reconoce que atrajo la atención del emprendimiento para Uruguay, al mostrar como ventaja comparativa frente a otros países, la pequeñez del territorio uruguayo y un plazo de dos años para su universalización en la Educación Pública.(incluidos educandos y educadores)

La posibilidad de éxito vista de ese ángulo era no menor, y tras unos cálculos sencillos, el Presidente Vázquez, aseguró el 11 de mayo día en que se inauguró el Plan Ceibal en la Escuela Nº 24 de Villa Cardal, Florida, los recursos financieros necesarios para llevar el emprendimiento a buen puerto. Se dijo que en la rendición de cuentas votada este año, se destinarían 15 millones de dólares para ello.

Claro, también se dijo que las famosas “laptop” de Negroponte, tenían un costo de 100 dólares cada una y tal vez pudieran valer hasta 50 dólares en la medida de los avances en su fabricación en cantidad.

Hay 300.000 escolares y unos 16.000 maestros cuya suma es 316.000, número equivalente a la cantidad de máquinas que se precisan para llevar el Plan Ceibal a buen puerto.

Si el costo unitario fuera de U$S100, el total sería de 31,6 millones de dólares, es decir, más del doble de lo que presupuestó el Gobierno, pero hoy día, la realidad es peor aún, porque luego de la licitación el menor valor ofertado por una compañía de nombre Brighstar, relacionada al mismo Negroponte, fue de 205 dólares .

Esta cifra, eleva el gasto o la inversión, según quieran llamarle tirios o troyanos, a 64,7 millones de dólares.

Pequeña diferencia, no?

Con esa cantidad de dinero, por decir algo, se podría vacunar a todas las niñas del Uruguay en forma gratuita, contra el V.H.P y reducir drásticamente el cáncer del cuello de útero en las mujeres.

Por supuesto, que hay toda una discusión del Plan Ceibal en sí mismo pero ya es harina de otro costal y es hora de acusar al Gobierno por gestionar planes y objetivos de dudoso éxito que terminará pagando inexorablemente el pueblo.

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