Dentro de la Armada uno de los militares más comprometidos es el teniente Tróccoli
La situación judicial del ex dictador Gregorio Alvarez estará definida antes de fin de año por el caso de los traslados clandestinos ocurridos entre 1977 y 1978. Fuentes del caso dijeron a El Observador que hay pruebas de que la Armada y el Ejército tuvieron responsabilidad en la desaparición de al menos 20 personas.
Algunos de los trasladados en cinco viajes clandestinos desde Argentina a Uruguay estuvieron detenidos en La Tablada y se presume que ahí murieron y fueron enterrados. Esa unidad, en la que se llevan a cabo actualmente excavaciones en busca de desaparecidos, estaba bajo la égida de Álvarez como jefe del Ejército.
Con las pruebas reunidas hasta el momento, antes de fin de año la Justicia estará en condiciones de fallar sobre las primeras responsabilidades penales del caso, dijeron las fuentes.
Aunque muchos de los responsables de esos traslados y posterior desaparición de militantes del Grupo de Acción Unificadora (GAU) y del Partido Comunista Revolucionario (PCR) fallecieron, la Justicia procura identificar a los militares (hombres y mujeres) de la Armada que participaron. Los viajes fueron realizados en lancha o transporte de su jurisdicción. El entonces comandante de la Armada, Hugo Márquez, falleció.
Uno de los miembros de esa fuerza, a cargo de los detenidos, que viajaba a Buenos Aires era el teniente de navío Jorge Tróccoli, quien aparece seriamente comprometido en la causa. Otro militar que se pudo probar que viajaba a Argentina era el entonces alférez de navío Juan Carlos Larcebeau. La lista de indagados es más amplia, pero todavía no está claro el nivel de implicancia de esas personas. Al declarar ante el juez Luis Charles, Troccoli admitió que viajaba a Argentina pero declaró que en 1978 pasó a cumplir otras funciones.
También existen indicios de que el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) y el Servicio de Información de Inteligencia (SID) participaron en los operativos.
La Tablada era un establecimiento dirigido por el OCOA. El testigo Angel Gallero, quien estaba detenido en ese establecimiento, escuchó días antes del traslado el comentario de que “los diablos estaban de viaje”. Otros testigos mencionan que José Gavazzo actuó en los procedimientos. Por el momento no se probó.
Fuente: El Observador, 21 de setiembre
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