La decisión de gobierno de liberar genéricamente la importación de frutas y hortalizas –anunciada el martes– para contener presiones inflacionarias, tendrá efectos nulos en la práctica, según se evalúa desde propias filas oficiales.
El presidente de la Junta Nacional de la Granja (Junagra) –dependencia del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)–, Ricardo Aldabe, dijo a El Observador que la medida adoptada es “coyuntural” y apunta a contener el avance de precios “por todos los mecanismos posibles”, aunque reconoció que no “percibe” que puedan encontrarse precios más baratos en la región.
Según su visión, los cuatro rubros agrícolas que presionan al alza el Índice de Precios al Consumo (IPC) por su escalada de valor y su incidencia en la canasta –papas, cebolla, zapallo y boniato– están en equilibrio de precios en los países limítrofes, y de importarse de zonas distantes –Holanda o Canadá en el caso de la papa– llegaría a Montevideo a “costos similares o más altos” que los actuales.
Eso también sucede con la papa brasileña disponible “de calidad variable”, o la procedente de Argentina que llegaría al mercado local “a igual valor o más cara”.
En el caso de la cebolla, ya comenzó a comercializarse la producción salteña de “inferior calidad”, que presionará a la baja el precio de ese producto, y lo mismo sucederá con el tomate y el morrón, señalo Aldabe.
Por otra parte, el titular de Junagra señaló que en la actual coyuntura la importación de vegetales se justifica solo por cuestiones de calidad, como el caso de la manzana, donde la producción argentina presenta mejores condiciones, en especial para los supermercados que exigen productos “de primera”.
A diferencia de lo que alegan los granjeros locales, señaló que la importación de frutas y verduras no se visualiza como “un problema” para los productores.
“Las medidas no afectan la productividad del sector nacional”, dijo Aldabe, y agregó que con los precios actuales, tanto la papa, la cebolla, el boniato y el zapallo, son “sumamente rentables” para los productores a pesar de los rendimientos. El Observador informó ayer de los reparos de varias gremiales granjeras a la apertura del mercado, al alegar que la importación “no bajará los precios” y sí “quitará espacio de venta a la producción nacional”.
Trigo. En tanto, la venta a futuro de trigo de la próxima zafra se pagó, esta semana, a US$ 295 la tonelada, con un alza superior a US$ 15 por tonelada respecto al promedio cotizado la semana pasada. Fuentes de la industria molinera informaron a El Observador que continuarán retrasando un aumento a la postre inevitable de 10% a 15% de la harina, mientras continúan las “conversaciones” con el Ejecutivo para contener los precios.
Fuente El Observador, 13 de setiembre
No hay comentarios:
Publicar un comentario