Ni tanto ni tan poco
La polvareda levantada ayer, tras la publicación de eventuales observaciones del PIT-CNT respecto a que la inflación relevada por el Índice de Precios al Consumo (IPC) del Instituto Nacional de Estadística (INE) subestima el crecimiento real de los precios, no parece tener la entidad de un cuestionamiento a las cifras oficiales. Sin embargo, la difusión amplificada de la noticia es observada con preocupación por quienes sostienen la necesidad de preservar la credibilidad de las mediciones oficiales.
Si bien la afirmación de que “el PIT-CNT pone en duda el cálculo de la inflación” ocupó la primera plana del matutino El Observador en la jornada de ayer y fue levantada por la página web de El Espectador, el director del Instituto Cuesta Duarte y asesor de la Central Sindical, Ruben Villaverde, le restó trascendencia a esta interpretación y planteó que, como ha sostenido la directora del INE, economista Alicia Melgar, “es necesario revisar el modelo”. Con esta expresión, Villaverde refería a la necesidad de actualizar la canasta de productos que forman parte del relevamiento, dado el cambio en las pautas de consumo de los uruguayos. La canasta que maneja actualmente el INE, data de 1994 y existe consenso en la necesidad de su revisión. Sin embargo, el director del Instituto Cuesta Duarte afirmó: “De ninguna manera estamos comparando esta situación con lo que sucede en Argentina”, y sostuvo que “el INE trabaja seriamente” y que es “el único que puede elaborar” un indicador que refleje el incremento de los bienes de consumo de los sectores menos favorecidos.
Una cosa es una cosa...
El Instituto Cuesta Duarte releva el comportamiento de 22 productos de consumo masivo, que en los doce meses previos a mayo han presentado variaciones de entre -13,74% hasta 75,50% y que en promedio variaron más que el 14,42% en que lo hizo el rubro “Alimentos y Bebidas” componente del IPC del INE. No obstante, el cometido de
la medición del Cuesta Duarte es contribuir al control social del aumento de los precios por parte de los comercios y no pretende ser un indicador alternativo al del INE.
El aumento del precio de los alimentos y materias primas es, junto con el aumento del petróleo, la principal causa de la inflación en todo el mundo, por lo que comienza a formar parte de las preocupaciones de aquellos que ajustan sus ingresos en virtud de la inflación. En ese sentido, Villaverde indicó que sus apreciaciones, en momentos en, que funciona la tercera ronda de los Consejos de Salarios, serán vertidas al Secretariado Ejecutivo de la central sindical, y refieren a que los trabajadores con menores remuneraciones habrían experimentado un incremento en el costo de vida mayor que la inflación, debido al peso de los alimentos en su canasta de consumo.
Bien público
Consultado respecto a los cuestionamientos realizados al INE en los últimos meses, el economista Rodrigo Arim advirtió que las “estadísticas son un bien público”. En ese sentido, señaló la necesidad de contar con fundamentos técnicamente sólidos para realizar valoraciones críticas a las mismas, en virtud de la confianza que deben inspirar entre todos los actores, ya que constituyen puntos de referencia para ajustar diversos precios, salarios y tarifas de la economía. El ejemplo de Argentina, referido al completo
descrédito en los indicadores oficiales, parece constituir un camino a evitar. En relación al IPC, Arim planteó que “existe una metodología muy compleja” detrás de su elaboración, que no sólo implica “relevar los precios en las góndolas de los supermercados”.
Respecto a la necesidad de actualizar la canasta, declaró que esto podría cambiar la ponderación de los distintos bienes, pero que no es previsible “un cambio de tendencia”
en el comportamiento de los precios.
La Diaria, 18 de junio
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