viernes, 4 de julio de 2008

Claúsula gatillo enfrenta al Pit-Cnt y a empresarios



Salarios. Sindicalistas amenazan con no firmar convenios

El dato inflacionario de junio (1,28%), conocido ayer, acentuó aun más las diferencias entre el Pit-Cnt y los empresarios. Los primeros estiman indispensable incorporar cláusulas gatillo, mientras que las cámaras lo descartan de plano.

"O hay un correctivo semestral o nosotros no firmamos", adelantó el dirigente de la central obrera, Richard Read.

La posición del representante del gremio de la bebida puede parecer extrema -aún no se instalaron las mesas de negociación-, pero sintetiza la posición del movimiento sindical sobre la incorporación de un mecanismo de indexación que ajuste los salarios ante eventuales disparadas de la inflación.

El director del Banco Central, Álvaro Correa, dijo a El País que no sería conveniente que se trasladaran a los ajustes salariales -de carácter permanente- los shocks producidos por subas coyunturales como las de frutas y verduras.

Los números fríos de la inflación registrada en junio (1,28%) y un acumulado en lo que va del año de 5,44% parecen respaldar la posición del Pit-Cnt, acerca de que el incremento salarial que pueda convenirse con los empresarios en la negociación puede desvanecerse en el bolsillo de los trabajadores ante una fuerte alza de precios.

"Este 1,28% de inflación ratifica la necesidad de tener un correctivo para no perder salario. Vos podés firmar el aumento que quieras pero estás con el corazón en la boca, con una situación inflacionaria que no podés controlar y con un ajuste anual, tenés que esperar 12 meses para corregir. Es una locura", insiste Read.

A diferencia de las dos rondas salariales anteriores, para esta negociación la inflación a tener en cuenta será fijada por el Banco Central, la que usualmente representa una variación menor a la estimada por los agentes privados. De hecho, la inflación de junio superó tanto el promedio oficial como el de los analistas privados.

La posición del Ejecutivo ha sido tajante, en cuanto a descartar la incorporación de cláusulas gatillo. Como contraoferta el Ministerio de Trabajo deslizó la aplicación de cláusulas de salvaguarda, lo cual a la vista de los sindicalistas resulta insuficiente. "El correctivo tiene que estar sí o sí", insiste Read.

EMPRESARIOS. A la negativa del gobierno, se suma el empresariado. "Si este número (de inflación) es la realidad habrá que ajustar de vuelta las estimaciones que teníamos a la realidad de hoy. Es un número importante de inflación no esperada. Pero hay una realidad en el mundo de la cual Uruguay no puede estar ajeno", dijo el presidente de la Cámara de Comercio, Arnaldo Castro. En todo caso ese ajuste no va de la mano con las cláusulas gatillo.

En este punto, el heterogéneo sector empresarial (por el tamaño de las empresas y las diferencias entre Montevideo e interior), está de acuerdo en oponerse a esta alternativa y hasta ven con buenos ojos las salvaguardas. Para el presidente de la Cámara de Industrias, Diego Balestra, "debieran existir estas cláusulas para ambas partes, en las cuales si no se cubren determinadas pautas, se vuelva a negociar. Pero no como un hecho instantáneo"

El desencuentro entre el Pit y los empresarios ya se había advertido en la visión opuesta sobre los aumentos salariales con que la central llega a la mesa ($ 8.500 como "piso" salarial por rama de actividad). Las cámaras empresariales auguran un futuro riesgoso para miles de empresas si prosperan este tipo de reclamos. El camino hacia los acuerdos está comprometido. "Yo no estoy obligado a firmar, no firmo y después veremos", dijo Read.

Cuesta Duarte: trabajadores "no firmarán un cheque en blanco"

El Instituto Cuesta Duarte, el asesor económico del Pit-Cnt, compartió el reclamo de la central para sumar cláusulas gatillo en la ronda salarial.

El Índice de Precios al Consumo (IPC) registrado en junio que alcanzó el 1,28%, mostró que la inflación superó las expectativas de los agentes privados y el Banco Central Uruguay (BCU), señaló Alejandra Picco, del Cuesta Duarte. Así, el cálculo en una meta política, una aspiración; "no es un buen estimador de la inflación" es, además, "un riesgo para los trabajadores", en caso que la inflación definida para esta ronda por el BCU supere esta previsión, desvirtuando el incremento de salario real.

"Esto refuerza la necesidad de incorporar gatillos que prevengan a los trabajadores por si la inflación se dispara", explicó Picco.

La analista consideró entendible que el gobierno se oponga a las cláusulas gatillo pues si en el momento que se disparan los precios, suben los salarios, entonces se genera más inflación todavía.

Pero, rechazó que "el costo de bajar la inflación venga por cuenta de los trabajadores". Picco señaló que los trabajadores están dispuestos a incorporar la meta de inflación del gobierno en la negociación pero no "firmar un cheque en blanco".

Riesgo en las pymes por IPC

La Asociación Nacional de Micro y Pequeña Empresa (Anmype) entiende que el incremento de la inflación es un riesgo que deberá tenerse en cuenta de cara a convenios que se plantean a 24 o 30 meses. Pablo Villar, presidente de Anmype, dijo que los aumentos salariales deberán evitar una "espiral" perjudicial a ambas partes. En todo caso, un eventual incremento salarial de base a $ 8.500 por rama, como pide el Pit, ocasionaría problemas a muchas firmas pequeñas, de la capital y el Interior.

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