Advierten por recalentamiento
Algunos analistas dan el alerta; otros dicen que no existe
La suba en la demanda interna hace que sean varios los analistas que consideren que puede haber riesgo de "recalentamiento" de la economía y que eso impida frenar las presiones inflacionarias. Hay otros que piensan que ese peligro no es tangible, dado que el consumo creció a niveles similares a los del conjunto de la economía. Para la asesora de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, Dolores Benavente, existe un riesgo de recalentamiento que se está trasladando a los precios. Por ello el gobierno "no debe echar más leña al fuego" con el gasto público y eliminar las trabas microeconómicas que impiden que el aumento de la oferta sea mayor. Es que con mayor oferta se modera el efecto sobre precios del alza de la demanda pública y privada. El economista de Deloitte, Pablo Rosselli, dijo que la economía está creciendo por encima de los niveles externos y que la presión de la demanda interna y externa lleva a un posible "recalentamiento" de la economía. Para el analista, el gobierno se enfrenta a "un dilema" entre la moderación de la inflación y el sostenimiento del nivel de actividad. Si enfría la economía para sacarle presión a la inflación, corre el riesgo que sus acciones profundicen una desaceleración de actividad si el contexto externo empeora. Para el economista Javier de Haedo no se puede hablar de una presión excesiva de la demanda privada cuando ésta crece al mismo nivel que el PIB. "Si eso hubiera pasado las importaciones habrían crecido más y el déficit de cuenta corriente en 2007 habría sido mayor", explicó. A su juicio es el aumento del gasto público y las señales que da el Estado a través de los ajustes salariales lo que llevan a que se dé esa presión sobre los precios. La analista del Centro de Investigaciones Económicas, Bibiana Lanzilotta, sostuvo que existe una presión de la demanda interna sobre la inflación aunque no cree que haya riesgo que "se desmadre". Pablo Moya, de Oikos, consideró que no se puede hablar de un boom de consumo, ya que los niveles de la demanda tienden "a normalizarse" después de la fuerte suba del año 2006.
El País, 11 de abril
La suba en la demanda interna hace que sean varios los analistas que consideren que puede haber riesgo de "recalentamiento" de la economía y que eso impida frenar las presiones inflacionarias. Hay otros que piensan que ese peligro no es tangible, dado que el consumo creció a niveles similares a los del conjunto de la economía. Para la asesora de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, Dolores Benavente, existe un riesgo de recalentamiento que se está trasladando a los precios. Por ello el gobierno "no debe echar más leña al fuego" con el gasto público y eliminar las trabas microeconómicas que impiden que el aumento de la oferta sea mayor. Es que con mayor oferta se modera el efecto sobre precios del alza de la demanda pública y privada. El economista de Deloitte, Pablo Rosselli, dijo que la economía está creciendo por encima de los niveles externos y que la presión de la demanda interna y externa lleva a un posible "recalentamiento" de la economía. Para el analista, el gobierno se enfrenta a "un dilema" entre la moderación de la inflación y el sostenimiento del nivel de actividad. Si enfría la economía para sacarle presión a la inflación, corre el riesgo que sus acciones profundicen una desaceleración de actividad si el contexto externo empeora. Para el economista Javier de Haedo no se puede hablar de una presión excesiva de la demanda privada cuando ésta crece al mismo nivel que el PIB. "Si eso hubiera pasado las importaciones habrían crecido más y el déficit de cuenta corriente en 2007 habría sido mayor", explicó. A su juicio es el aumento del gasto público y las señales que da el Estado a través de los ajustes salariales lo que llevan a que se dé esa presión sobre los precios. La analista del Centro de Investigaciones Económicas, Bibiana Lanzilotta, sostuvo que existe una presión de la demanda interna sobre la inflación aunque no cree que haya riesgo que "se desmadre". Pablo Moya, de Oikos, consideró que no se puede hablar de un boom de consumo, ya que los niveles de la demanda tienden "a normalizarse" después de la fuerte suba del año 2006.
El País, 11 de abril
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