El Gobierno de Vázquez manifestó fundadas esperanzas en una pronta solución con la República Argentina (se suposo que hubo algún tipo de pacto entre Alberto y Gonzalo Fernández en la Estancia de Anchorena) así como España hizo declaraciones “no negativas” acerca del encuentro de ambas delegaciones del Plata en Nueva York.
Por su parte, Botnia retrasó su inauguración por la falta de un último “permiso ambiental” de nuestro Gobierno aunque ya estaría lista para operar a pleno.
Mientras tanto, del otro lado del charco, a un mes de las elecciones nacionales, la esposa de Kirchner se posiciona como amplia favorita para ser electa.
Hace 5 días el Presidente Kirchner habría expresado según fuentes periodísticas, “la planta está ahí y no hay nada que hacer”. Uruguayos y argentinos entendieron como que el Presidente Kirchner aceptaba la imposibilidad de relocalizar la planta de celulosa en Fray Bentos.
El trascendido de prensa provocó tal revuelo que Kirchner se vio obligado junto con Busti, a desmentir en el día de ayer tal afirmación. Y dijo: ”Todos nuestros esfuerzos tienen que estar destinados a profundizar nuestra tarea en la Haya para lograr la relocalización, que comparto total y absolutamente desde el primer día”. Posteriormente, el inefable Busti expresó acuerdo total con su Presidente.
Obviamente, nuestro Gobierno que "balconea" la situación, tiene en su mano devolverle al soberbio de Kirchner tras dos años de peripecias y daños económicos para un grupo de uruguayos residentes en Fray Bentos que se las han visto en figurillas y para un sector turístico que vio menguado sus ingresos por los cortes de puentes, un poco de su propia medicina.
El razonamiento es sencillo.
Si fuera verdad que Kirchner se la juega a la Haya, esperamos que el Gobierno tome nota, y ya vaya firmando “el permiso ambiental” para que Botnia comience a funcionar antes de las elecciones del vecino país y que los Kirchner, paguen el costo político que sin dudas será elevado.
Sin embargo, si sólo fuera una mentira del Presidente argentino para asegurar la victoria de su esposa y ó proteger el supuesto pacto con nuestro país, nos preguntamos: ¿El Gobierno nacional puede confiar en la palabra de un Presidente que le miente a su pueblo descaradamente y nosotros somos testigos de la situación?
Nos apresuramos a contestar que NO.
La conclusión es la misma, el Gobierno de Vázquez ya debe firmar “el permiso ambiental” para que Botnia trabaje.
Descontamos que ese trámite documental puede agilizarse porque ya sabemos que Botnia no contamina.
El pueblo uruguayo en su gran mayoría, merece una alegría de ese tipo y el pueblo argentino que no vota al "Kirchnerismo", también.
Favor con favor, se paga. Y a ponerse los pantalones largos, porque otro verano con puentes cortados a cambio de nada, sería imperdonable.
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