El ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori (Asamblea Uruguay), se reunió ayer por la tarde con el presidente del Frente Amplio y ministro de Educación, Jorge Brovetto, para expresarle su malestar por las declaraciones de algunos integrantes del Tribunal de Conducta Política (TCP) del FA. La decisión de expresar esta inquietud fue tomada por el Consejo Político Nacional de Asamblea Uruguay (AU) y el planteo se hizo a nivel sectorial.
Concretamente, AU considera que las declaraciones del ex diputado socialista Guillermo Chifflet constituyen un “prejuzgamiento” que no le corresponde a un miembro de un tribunal de ética.
Sin embargo, Chifflet en ningún momento se refirió a la culpabilidad o inocencia de Bengoa, sino que había hecho una valoración política de la situación.
La declaración que encendió el malestar asambleísta había sido formulada por Chifflet a la diaria el martes 16, dos días después de haber sido nombrado como nuevo presidente del TCP, tras la renuncia de su anterior directiva. “El caso de Bengoa debe ser tratado con equidad y el mayor sentido de justicia, pero también con la mayor intransigencia.
(...) Si alguien está cuestionado debe espontáneamente separarse hasta que se diluciden las cosas, si no, sufre la fuerza política”, había dicho el ex legislador.
En una línea similar se expresó el miércoles 17 el ministro José Mujica durante una entrevista en Radio Uruguay, al poner como ejemplo la actitud asumida por su sector cuando le pidió la renuncia a la banca al senador Leonardo Nicolini, por ser sospechoso de cometer actos irregulares en la obtención de un carné de pobre, en contraposición a la férrea defensa que hace AU de Bengoa. “Es un tema del sector”, dijo Mujica, aunque reconoció que a esta altura se ha convertido en “un tema de gobierno”, pese a lo cual aseguró que la discusión en torno al director de Casinos todavía no llegó al Consejo de Ministros.
Astori transmitió el resultado del encuentro con Brovetto a su grupo político, desde el que se hizo saber que el presidente del FA había sido muy receptivo al planteo. Y es que Brovetto había sido quien opinó que el TCP no estaba para juzgar a los jerarcas de gobierno. Sin embargo, tanto Chifflet como otros de los siete nuevos integrantes del TCP, ya hicieron saber que a priori no tienen temas vedados y que los integrantes del Poder Ejecutivo están sometidos al mismo código de conducta que el resto de los militantes frenteamplistas.
Fuente: La Diaria, 23 de octubre
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