lunes, 15 de octubre de 2007

Tipo de cambio y su manejo


Claves para entender cómo acciona el tipo de cambio

El presente análisis de la consultora Oikos, en esta oportunidad trata de interpretar y explicar la evolución reciente del tipo de cambio nominal o cotización de la moneda extranjera (en este caso, el dólar estadounidense) frente a la moneda local (peso).

Como cualquier bien, la moneda extranjera tiene su precio, que es la cantidad de moneda nacional que se debe pagar por cada unidad de aquella. Sin embargo, la determinación del mismo no siempre se realiza donde se encuentran oferta y la demanda.

Particularmente, podemos determinar algunos casos:

Tipo de cambio fijo: la cotización de la moneda extranjera es determinada administrativamente por la autoridad monetaria (Banco Central, por ejemplo), la cual se compromete a comprar y vender según los requerimientos del mercado.

Tipo de cambio flotante: el precio es determinado por la libre acción del mercado, sin intervención de ninguna clase por parte de la autoridad monetaria. En medio de estos dos extremos existen diferentes alternativas, dentro de las cuales se ha desenvuelto el mercado cambiario local en los últimos años:

Paridad deslizante: el tipo de cambio es determinado por la autoridad monetaria con anuncios de antemano de cambios en su valor; este sistema operó entre 1978 y 1982 y se lo conoce como “la tablita”.

Bandas de flotación: el tipo de cambio fluctúa libremente entre un valor mínimo (al cual se obliga a comprar moneda extranjera el banco central) y un valor máximo (al cual se obliga a vender); este sistema estuvo vigente desde 1990 hasta junio 2002.

Flotación sucia: si bien la cotización de la moneda extranjera la determina el mercado, la autoridad monetaria interviene (comprando o vendiendo) ocasionalmente, según los objetivos de política económica que persiga; es el caso actual, donde a través de los bancos estatales (Brou y BCU) el gobierno influye en la determinación del tipo de cambio.

Los beneficios y limitantes de la adopción de alguna de las alternativas descritas es variada y discutible, y excede el objetivo de la presente nota, por lo que lo abordaremos en futuras participaciones.

Demanda de bienes
Como variable relevante en cualquier economía, las variaciones que presente el tipo de cambio influyen directa e indirectamente sobre el poder de compra de la moneda local, la demanda de bienes importados y nacionales, los costos de las empresas y la competitividad del país, entre otros.

Un aumento en la cotización de la moneda extranjera genera un encarecimiento de los bienes importados, mientras que un descenso implica un abaratamiento de los mismos en moneda nacional.

En igual sentido, un mayor tipo de cambio implica que el precio de los bienes exportados sea mayor en términos de moneda local.

En consecuencia, las variaciones en el tipo de cambio determinan cambios en los precios relativos entre bienes producidos en el exterior y localmente y afectan directamente en el nivel general de precios internos. Controlar la evolución del tipo de cambio permite mantener bajo control la inflación.

Más frecuentemente en los últimos días, pero desde enero, la cotización del dólar ha presentado una tendencia a la baja que acumula en lo que va del año casi un 9%.

Mientras que a diciembre 2006 la moneda estadounidense (cotización interbancaria vendedora) se situaba en $ 24,45, el pasado martes 9 lo hacía a $ 22,30.

Varias causas
Dentro de las causas de este comportamiento, podemos identificar factores externos, así como del mercado local de cambios. El debilitamiento (caída en su precio) del dólar frente a las principales monedas internacionales se ha verificado en la totalidad de los mercados financieros internacionales, producto de las expectativas de un menor crecimiento de la economía estadounidense, y Uruguay no es la excepción.

A nivel local existen varios determinantes para que la cotización del dólar presente actualmente una tendencia descendente.

El ingreso fuerte de divisas producto de los niveles récords de exportación, así como de una creciente inversión extranjera directa alimentan una mayor oferta de moneda extranjera. Los precios internacionales de los principales bienes exportados (de base agropecuaria) están al alza, por lo que se “reciben” más dólares por nuestras ventas al exterior.

La mayor actividad de las empresas y consumo de las familias está generando una mayor necesidad de pesos para afrontar sus pagos corrientes.

Las colocaciones nominadas en pesos están siendo más rentables (por ejemplo, las en unidades indexadas), producto del fortalecimiento de la moneda local frente al dólar y el reducido retorno de estos instrumentos.

El tamaño reducido de la plaza financiera local, con una participación mayoritaria de los bancos públicos en la operativa de cambios, determina que las acciones (intervenciones) de estos influyan significativamente en la cotización del dólar.

La meta inflacionaria
El pasado lunes, el BCU vendió U$S 9 millones para afrontar el pago de obligaciones que vencieron ese día, con lo cual la cotización del dólar descendió 1,98%. Con el objetivo explícito del gobierno de mantener la inflación por debajo del 10%, el mantenimiento de un tipo de cambio “bajo” ayuda a controlar el nivel de precios internos.

En consecuencia, en el muy corto plazo se mantendrá la tendencia descendente del tipo de cambio con volatilidad en su comportamiento producto de las acciones de los bancos públicos en función de la evolución de los precios internos y sus necesidades financieras. En la medida que las acciones de política monetaria sean eficaces en el combate a la inflación, las menores intervenciones en el mercado de cambio de los bancos públicos determinará un menor descenso en la cotización de la moneda estadounidense.
* Director del Departamento de Análisis de Coyuntura Económica y
Proyecciones de la consultora Oikos.

Fuente: Últimas Noticias, 15 de octubre

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