miércoles, 7 de mayo de 2008

Nuevo “récord guinnes” del gobierno: Gasoil más caro, que la nafta



Volvió a subir el combustible, en una carrera global que no tiene fin mientras las potencias mundiales sigan incendiando MedioOriente, el barril de petróleo ha superado los 122 dólares en los primeros días de mayo, y el gobierno progresista establece otro verdadero record Guines. El gasoil que ha sido por excelencia el combustible que se utiliza para el transporte y para la producción agropecuaria -pues la matriz energética nacional por más que se diga que ha cambiado, en valores esos cambios son inexistentes- ha sobrepasado el precio de la nafta

en el último aumento. Hace poco en el Prado se realizó una formidable humareda que posibilitó que Uruguay recorriera el mundo con un asado hecho con “carne argentina” pero que nos ha permitido entrar en el circuito del yet set, cosa que emocionó mucho al ministro Agazzi.

Ahora la historia vuelve a repetirse, la suba actual de los precios del combustible, si se analizan los porcentajes de los aumentos no es necesario para ello ser grado cinco o master en economía, notamos que la variación mayor ha sido de 5.3% en el gasoil, 4.9 % en el super gas y 4% en el queroseno, la nafta premium es la que ha registrado un

aumento de un 2.8%.

Es obvio que el razonamiento de las actuales autoridades que regentean la política económica y el área industrial han desarrollado una estrategia que implica en forma permanente la suba del combustible con la justificación de los precios internacionales, pero que además curiosamente lo hace preferencial sobre los artículos como el gasoil que está vinculado al proceso productivo.

Esta es la época en que proporcionalmente el gasoil ha estado más caro, a la producción pequeña, que produce y transporta alimentos, sin subvenciones de ningún tipo, sin

prevenciones en materia de producción de alimentos. Ningún impuesto del que se compone orgánicamente el precio final del combustible ha sido eliminado por el gobierno progresista. Bien que en tiempos electorales hablaban los principales dirigentes políticos y sindicales del progresismo que esta composición impositiva supera el 40 %. No se ha sacado un solo impuesto para favorecer el consumo interno. Sólo se caminado a la deriva ante los movimientos caóticos del mercado internacional y en forma permanente se ha buscado mediatizar lo que no tiene arreglo, es el alza de los efectos inflacionarios sobre la población.

El aumento de los combustibles traerá nuevamente, más hambre sobre los trabajadores, los jubilados y la población en general. La intención en la suba de los combustibles no

sólo es genérica sino que el porcentaje mayor es a los que no contempla la política económica de Astori y el gobierno.

No favorece a los trabajadores y pobres, porque aunque los directores de ANCAP pongan caras de “yo no fui”, están golpeando con estos aumentos al salario del trabajador, y a la población que vive de los ingresos fijos.

Ahora habrá que esperar lo de siempre, o como los precios siguen subiendo en escalera hasta agotar las posibilidades del salario. Lo cierto es que la lucha contra la carestía que afecta la vida de la población no afecta a los grandes capitalistas, que en su obtención de ganancias insaciable siempre afectan en todos los ámbitos y cada vez en forma más descarada a los trabajadores y a los pobres. El camino de la movilización contra la carestía, es lo único que le queda a la población como forma de encontrar un camino, para reencontrarse en la lucha por los cambios populares. La Asamblea Popular está en esa dirección.

La Juventud, 7 de mayo

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