miércoles, 21 de mayo de 2008

Editorial: el IASS por el IRPF revela contradicción del Gobierno



Casi un mes y medio después de conocido el primer fallo de inconstitucionalidad por la aplicación del IRPF a Pasivos, el Gobierno tuvo que dar el brazo a torcer y derogarlo.

¿Acaso había otra opción? Tal vez, cobrarles a unos y a otros no, pero vulnerar el principio de igualdad expresado en el Art.8 de la Constitución de la República, era demasiado grosero.

Sin embargo, la soberbia del Ministro de Economía que a su vez envalentonó a un Presidente Vázquez que hasta se refirió a “pantalones bien puestos” en el Poder Ejecutivo (toda una innovación en la vestimenta progresista), provocó la dilatoria en el tiempo antes mencionada.

Varias figuras del Gobierno sugirieron la solución finalmente adoptada por el Progresismo (Nin Novoa, Rubio, etc.).

La pregunta es: ¿por qué demoraron tanto? ¿O acaso 6 semanas en tomar la única salida posible no es dejar pasar el tiempo? Este Gobierno siempre tuvo problemas para encontrar la marcha atrás. Parece que reconocer errores no fuera un actitud loable y digna de destacar.

El Ministro Astori sugirió que el haber esperado el tiempo antes mencionado respondió al sentido de responsabilidad y una fortaleza del Gobierno.

La verdad que el Cdor. Astori, demoró ese lapso de tiempo, en encontrar una salida decorosa por el déficit que se generaba por imperio de la inconstitucionalidad del fallo de la SCJ porque nunca hubo un estudio a fondo de la reforma tributaria "progresista" como lo reconoció el Senador Baraibar de su mismo grupo político.

Para ser benévolos con el FA, esta reforma se implantó desde el 1º de julio del pasado año y el propio ministro estableció que durante el primer año se efectuarían cambios en los parámetros como Mínimo no imponible, tasas, etc. pero nada se dijo de sustituir un impuesto por otro.

El principal defecto del sistema tributario anterior según el propio Ministro de Economía, era que se agregaba y quitaba impuestos, a veces unos por otros, sin ton ni son, sin que hubiera una armonía en todo el sistema tributario con el único fin de “tapar agujeros” fiscales según se tratase.

En casa de herrero, cuchillo de palo, el Ministro Astori representante del Gobierno todo, terminó mostrándonos el talón de Aquiles de su propia reforma, salió el IRPF para los pasivos y entró a la cancha el IASS.

Pero si tendría “cola de paja “el Gobierno que, también adelantó algunos cambios en las franjas y en las tasas para que el nuevo impuesto (Impuesto Asistencial a la Seguridad Social) fuera menos criticable.

Aquellos cambios anunciados en julio 2007 que se realizarían luego de un año de estudio e implementación de la reforma, se adelantaron sólo para algunos.

¿Por qué cambiar los parámetros para los pasivos y para los activos aún hay que esperar hasta julio? ¿Otro capricho del Gobierno? ¿Cuánto quiere recolectar el Gobierno? ¿Qué parte del espacio fiscal como gusta decir Astori, está comprometido?

¿Qué cálculos caóticos no pueden hacerse para los que aportan IRPF siendo Activos pero sí pueden hacerse para los Pasivos que ahora aportarán para el IASS?

El Gobierno vuelve a jugar al filo de la navaja con este nuevo impuesto a los pasivos.

De los propios discursos de los dirigentes frenteamplistas que pretendían cobrarles a los que obtuvieron un fallo favorable de la SCJ y así, “hacer justicia” respecto de los que no lo obtuvieron, se desprende este nuevo impuesto. Para el Gobierno, el primer fallo de la SCJ desvirtuó la reforma tributaria pero jamás se le ocurrió admitir que la reforma tributaria violaba la Constitución Nacional como lo admitieron con la derogación del IRPF. Característica propia de los soberbios ni siquiera pensaron que podían estar equivocados.

Otro párrafo más merece el impuesto llamado IASS que, no tenía absolutamente nada que ver con la reforma presentada el año pasado. Nuevos recursos serán elevados a la SCJ en particular por aquellos que ya lograron fallos favorables, es decir, cosa juzgada en derecho.

El Estado contará con unos 40 millones de dólares ( por concepto del IASS según el propio Ministro) que tal vez habrá que devolverlos más adelante. Así no se puede manejar un ministerio que se supone maneja certezas de lo que “entra” y lo que se “gasta”.

Para terminar, también es de estricta justicia, que el Poder Ejecutivo devuelva lo recaudado por el IRPF a todos los pasivos y no sólo, a los que reclamaron. Si el Ejecutivo lo derogó sería coherente que devolviera lo producido. De otra forma, de ¿qué equidad hablan?

Consecuencias de este progresismo neoliberal pero yo, “yo no los voté” y por suerte, falta mucho menos.

Por Daniel Solari

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