Hace mucho tiempo que nos reconocemos integrantes del PIT-CNT e igual periodo que intentamos modificar "las cosas" desde dentro de nuestro sindicato y éste, hace lo propio con toda la Central única de trabajadores.
Acá no es cuestión de mirar para el costado cuando conviene, la organización sindical ha demostrado hasta con el discurso estar al servicio del partido político de Gobierno, es decir, el Frente Amplio.
Estamos en el siglo 21 y la década de los 80 cuando Wilson Ferreira delineó una estrategia sindical para los nacionalistas dejó de tener sentido.
El norte de los trabajadores nacionalistas que asumieron la acción sindical con independencia de los partidos políticos, quedó desvirtuado en los hechos 20 años después.
No se puede ser más realista que el rey. Si la actual cúpula sindical maneja a su antojo a toda la Central obrera, neutraliza grupos “radicales” que también tienen derecho de defender sus intereses como trabajadores y luego, acepta mansamente los dictados del Gobierno progresista. ¿Qué podemos esperar nosotros?
No es sensato seguir en un aparato sindical que no responde a los intereses de los trabajadores y menos, politizado a tal punto que para la dirigencia sindical (todo cambia menos ella), un Gobierno futuro del Partido Nacional sería un retroceso y un ajuste para la clase obrera.
Es demasiado para nuestra paciencia, inteligencia y dignidad que por el solo hecho de ser persona es inherente a nuestra condición. Si agregamos tener ideales políticos y haber elegido como instrumento de cambio de la sociedad al PN y en particular, Alianza Nacional, es inadmisible callar mansamente.
Engrosar un aparato sindical progresista que en el mejor o peor de los casos, los radicales podrían dominar, no tiene sentido a partir del discurso expreso de los Castillo, los Read, los Villaverde, los Pereira, los Castellano y demás jugadores de este equipo que nació para defender a los trabajadores y termina defendiendo a un gobierno democrático, de cualquier otra posibilidad democrática. El viejo conocido y tan temido “amarillismo” de todas las épocas.
Ya no es defender a los trabajadores de una dictadura, es defender a los trabajadores de un Partido Político democrático. Sinceramente, lamentable.
Esta dirigencia del PIT-CN perdió el estilo y la dignidad y se vendió al imperio como antes solían decir de otros gobernantes. Que les quede meridianamente claro y transparente, este Gobierno se vendió al Capital salvaje. ¿Hace falta ejemplificar?
No vamos a enumerar todo lo que terminaron votando y promulgando luego de años de prédica en su contra.
Por lo tanto, es hora de comenzar a pensar una nueva Central de trabajadores y ya no interesa lo cuantitativo, interesa recuperar los valores que perdió el PIT-CNT por proteger a un Gobierno neoliberal del Frente Amplio.
¿Quién dijo que no puede haber más de una Central obrera? Quebremos una hegemonía absurda y comencemos por el camino de los cambios democráticos que apunten a solucionar los problemas que heredaremos del FA, comencemos por hacer nuestro juego y no hacérselo a los otros.
por Daniel Solari
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