Niños desbordan emergencias y mutualistas "saturadas".
Representantes de las gremiales médicas coincidieron en criticar duramente a la reforma de la salud en una mesa redonda organizada por el Partido Nacional. Se dijo que es "impagable", no es equitativa y que nunca se tuvo en cuenta la opinión de los médicos.
"El gobierno perdió una oportunidad histórica de plantear una mejor reforma de la salud", ese fue el concepto que campeó durante la discusión sobre el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) en un encuentro organizado por la Secretaría de Asuntos Sociales del Partido Nacional.
El presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Alfredo Toledo, el representante de las Sociedades Anestésico-Quirúrgicas (SAQ), Gustavo Bogliaccini, y el presidente de la Federación Médica del Interior (FEMI), Edgardo Mier, dieron su punto de vista sobre el nuevo sistema sanitario. Y no ahorraron críticas. Todos coincidieron que el próximo gobierno deberá "reformular" el sistema y que tendrá que "cargar con la pesada herencia" de financiar el ingreso de los colectivos que aún no ingresaron al SNIS, algo que calcularon en US$ 800 millones.
Bogliaccini dijo que el gobierno "frustró" y "engañó" a la gente al generarle "falsas expectativas" con la reforma.
"Con el cuento del Fondo Nacional de Salud, se dijo que la gente iba a tener derecho a mutualistas, cuando en realidad lo que se está haciendo es un subsidio oculto desde los ingresos más bajos a la clase media y alta", señaló y argumentó que quienes financian las mutualistas de sus hijos con las cuotas salud, terminan atendiéndose en el sistema público porque las órdenes y tickets "les sale la plata que no tienen".
El representante de las SAQ agregó que no se tuvo en cuenta la importancia de atender el mayor problema que tiene el sistema sanitario: los recursos humanos. Dijo que el personal médico está mal distribuido y hay una gran escasez de profesionales en el área de enfermería. Asimismo expresó que se debe invertir en mejorar el primer nivel de asistencia.
Toledo indicó que "los dos grandes olvidados" de la reforma son los usuarios y los médicos. Criticó que por la "soberbia" del gobierno no se consultó a los principales actores del sistema sanitario.
"Sigue todo igual. Los médicos seguimos corriendo a todos lados porque no nos da el tiempo para nada y los pacientes se siguen quejando", dijo.
Por su parte, el presidente de FEMI dijo que en la ley de descentralización de ASSE, "no se avanzó un solo paso". "En el Interior, los hospitales públicos siguen exactamente iguales o peor". Además, señaló que las mutualistas están "saturadas". "Los niños se amontonan en las emergencias", criticó.
El País, 30 de mayo
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