A pesar de que falta poco más de 9 meses para las internas, los candidatos ya invierten miles de pesos en la campaña. La oposición pone el pie en el acelerador y echa mano a todo tipo de propaganda. El oficialismo calienta motores y por ahora resalta logros del gobierno.
La ciudad comienza lentamente a vestirse con las imágenes de campaña. Muros, columneras, pasacalles. Todo vale a la hora de comunicar que tal o cual candidato, lista o agrupación es la mejor propuesta. Hasta ahora, los partidos de la oposición, y sobre todo el Partido Nacional, son quienes se remangaron para dar pelea de cara a las internas que en junio de 2009 recogerán el veredicto del electorado. Es que en ellos sí están claros los candidatos, como en cambio no lo están en el Frente Amplio, a pesar de que José Mujica (MPP) y Danilo Astori (Asamblea Uruguay) se perfilan. El alquiler de un local de barrio le cuesta al candidato unos $ 5.000 por mes, aunque en ocasiones el inmueble es propiedad de un militante, lo que significa una inversión menor. Pero si la trinchera política está ubicada en barrios estratégicos de Montevideo como Pocitos, la cosa cambia. Un sondeo realizado por Ultimas Noticias arrojó que el alquiler de un local partidario en esa zona ronda los $ 20.000 por mes. En tanto, el arrendamiento de una sede central, como la que tiene Luis Alberto Lacalle (Unidad Nacional) sobre la avenida 18 de julio, que ocupa una esquina y cuenta con varios metros cuadrados de extensión, cuesta unos U$S 2.500 por mes.Los actos barriales son un tema aparte. Dirigentes nacionalistas explicaron a este medio que la organización de uno que convoque a 300 personas, entre el alquiler, las sillas, la amplificación y algún otro rubro, como una mano de cal, asciende a $ 25.000. Uno de los gastos de siempre es para los “bandereros”, que tienen la básica función de mantener una pancarta o una bandera mientras dure el evento, por lo que obtienen alrededor de $30 la hora, y en algunos casos una caja de cigarros. Los pasacalles cuestan entre $ 300 y $ 450, dependiendo de la extensión, la pintura, el material y la mano de obra. MUROSAl grupo del diputado nacionalista Jorge Gandini (Propuesta Nacional), pintar cuatro muros en una noche le cuesta unos $ 2.500. Idea Nacional, sector liderado por Juan Andrés Ramírez, gastó hace pocas semanas unos $ 6.000 en pintura azul y cal para pintar cuarenta muros en una noche. El Movimiento de Participación Popular (MPP) gasta $ 1.800 para pintar entre veinticinco y treinta muros -20 litros de pintura negra a $ 550; de pintura roja a $ 750 y cuatro bolsas de cal a $ 500-. La Brigada Palo y Palo, “vocera” de la agrupación Fuerza Nueva Colorada, que orienta el diputado Daniel García Pintos, no reveló costos, pero sí ofreció el dato de que hay aproximadamente 2.600 muros en la ciudad, según un relevamiento realizado por el sector de manera “casera”.García Pintos cuenta con orgullo que en la campaña electoral para las elecciones de 1999, su grupo llegó a pintar sólo en una noche 140 muros. El legislador colorado contó a Ultimas Noticias que mientras no se está en plena campaña, su brigada pinta por noche unos 60 o 70 muros. Para eso se arman “cuadrillas” con 4 o 5 personas, que con un vehículo recorren la ciudad. Al llegar a cada punto, los dos primeros pasan con una mano de cal, y los restantes se encargan de pintar las leyendas inmediatamente: “Un muro te lleva 4 minutos”, preciso García Pintos. Como compensación, las cuadrillas de García Pintos tienen un ritual: “Paramos media hora y nos comemos una pizza a caballo”. El líder de la brigada reconoció que el muro “emblemático” de la ciudad es “sin dudas” el de Propios y Avenida Italia. “La brigada palo y palo es la marca registrada; nos han querido imitar, pero no lo han logrado”, advirtió.Los reyes del cartonplast“Desde el año 1982 que estamos vendiendo cartelitos políticos”, recordó a Ultimas Noticias Ernesto Reyes, de la empresa Dafelir, única productora de cartonplast en Uruguay, material con el que se construyen las populares “columneras” políticas. Por eso, dirigente que quiera tener un cartel partidario de cartonplast debe negociar con Dafelir: desde Hugo Batalla o Líber Seregni, hasta Tabaré Vázquez, Jorge Larrañaga, Danilo Astori o Jorge Batlle, todos se sentaron a conversar con Reyes. El proceso para la adquisición de los carteles políticos comienza cuando el propio candidato o líder de agrupación se entrevista con Ernesto Reyes. Se le preparan bocetos, logotipos y sugerencias de eslóganes. Luego de eso se inicia el seguimiento que está a cargo del jefe de campaña o de publicidad. “Tengo una buena relación con la mayoría de los candidatos. Se ponen las reglas claras como la entrega, condiciones de venta y pago, y después no hay mayores inconvenientes”, explicó Reyes. Un partido hace una primera compra y después repone promediada la campaña. Cada candidato compra entre 500 y 10.000 ejemplares para toda la campaña. Los precios van de 0,50 centavos de dólar, a otros que pueden llegar a costar U$S 7 cada uno. Varían en función de la cantidad, los colores a imprimir, formato. “Las variables fundamentales que hacen a un cartel de cartonplast son las medidas, la cantidad y los colores a imprimir. Las columneras chicas miden 50 x 33 centímetros”, puntualizó el empresario.El cartonplast se hace a partir de una materia prima, mediante un proceso de extrusión donde se obtiene la lámina, para darle forma: se troquela, se imprime, “se hace lo que el político quiera”, aclaró Ernesto Reyes.Dafelir es una empresa que está orientada casi en su totalidad a la exportación; el 95% de lo que produce lo exporta a México, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala y España, entre otros. Para ese caso se hacen envases, cartelería o carpetas. Un sondeo realizado por la empresa Factum entre el 13 y 14 de setiembre arroja que la forma de publicidad que más le gusta al público es la columnera (22%), por encima de las pintadas en los muros (17%), volantes (16%) y afiches o pegatinas (15%). Al mismo tiempo, indica que el 26% de los consultados considera “más limpias” y que “contaminan menos el ambiente” las columneras sobre las demás formas de publicidad electoral en vía pública.
Últimas Noticias, 22 de setiembre
La ciudad comienza lentamente a vestirse con las imágenes de campaña. Muros, columneras, pasacalles. Todo vale a la hora de comunicar que tal o cual candidato, lista o agrupación es la mejor propuesta. Hasta ahora, los partidos de la oposición, y sobre todo el Partido Nacional, son quienes se remangaron para dar pelea de cara a las internas que en junio de 2009 recogerán el veredicto del electorado. Es que en ellos sí están claros los candidatos, como en cambio no lo están en el Frente Amplio, a pesar de que José Mujica (MPP) y Danilo Astori (Asamblea Uruguay) se perfilan. El alquiler de un local de barrio le cuesta al candidato unos $ 5.000 por mes, aunque en ocasiones el inmueble es propiedad de un militante, lo que significa una inversión menor. Pero si la trinchera política está ubicada en barrios estratégicos de Montevideo como Pocitos, la cosa cambia. Un sondeo realizado por Ultimas Noticias arrojó que el alquiler de un local partidario en esa zona ronda los $ 20.000 por mes. En tanto, el arrendamiento de una sede central, como la que tiene Luis Alberto Lacalle (Unidad Nacional) sobre la avenida 18 de julio, que ocupa una esquina y cuenta con varios metros cuadrados de extensión, cuesta unos U$S 2.500 por mes.Los actos barriales son un tema aparte. Dirigentes nacionalistas explicaron a este medio que la organización de uno que convoque a 300 personas, entre el alquiler, las sillas, la amplificación y algún otro rubro, como una mano de cal, asciende a $ 25.000. Uno de los gastos de siempre es para los “bandereros”, que tienen la básica función de mantener una pancarta o una bandera mientras dure el evento, por lo que obtienen alrededor de $30 la hora, y en algunos casos una caja de cigarros. Los pasacalles cuestan entre $ 300 y $ 450, dependiendo de la extensión, la pintura, el material y la mano de obra. MUROSAl grupo del diputado nacionalista Jorge Gandini (Propuesta Nacional), pintar cuatro muros en una noche le cuesta unos $ 2.500. Idea Nacional, sector liderado por Juan Andrés Ramírez, gastó hace pocas semanas unos $ 6.000 en pintura azul y cal para pintar cuarenta muros en una noche. El Movimiento de Participación Popular (MPP) gasta $ 1.800 para pintar entre veinticinco y treinta muros -20 litros de pintura negra a $ 550; de pintura roja a $ 750 y cuatro bolsas de cal a $ 500-. La Brigada Palo y Palo, “vocera” de la agrupación Fuerza Nueva Colorada, que orienta el diputado Daniel García Pintos, no reveló costos, pero sí ofreció el dato de que hay aproximadamente 2.600 muros en la ciudad, según un relevamiento realizado por el sector de manera “casera”.García Pintos cuenta con orgullo que en la campaña electoral para las elecciones de 1999, su grupo llegó a pintar sólo en una noche 140 muros. El legislador colorado contó a Ultimas Noticias que mientras no se está en plena campaña, su brigada pinta por noche unos 60 o 70 muros. Para eso se arman “cuadrillas” con 4 o 5 personas, que con un vehículo recorren la ciudad. Al llegar a cada punto, los dos primeros pasan con una mano de cal, y los restantes se encargan de pintar las leyendas inmediatamente: “Un muro te lleva 4 minutos”, preciso García Pintos. Como compensación, las cuadrillas de García Pintos tienen un ritual: “Paramos media hora y nos comemos una pizza a caballo”. El líder de la brigada reconoció que el muro “emblemático” de la ciudad es “sin dudas” el de Propios y Avenida Italia. “La brigada palo y palo es la marca registrada; nos han querido imitar, pero no lo han logrado”, advirtió.Los reyes del cartonplast“Desde el año 1982 que estamos vendiendo cartelitos políticos”, recordó a Ultimas Noticias Ernesto Reyes, de la empresa Dafelir, única productora de cartonplast en Uruguay, material con el que se construyen las populares “columneras” políticas. Por eso, dirigente que quiera tener un cartel partidario de cartonplast debe negociar con Dafelir: desde Hugo Batalla o Líber Seregni, hasta Tabaré Vázquez, Jorge Larrañaga, Danilo Astori o Jorge Batlle, todos se sentaron a conversar con Reyes. El proceso para la adquisición de los carteles políticos comienza cuando el propio candidato o líder de agrupación se entrevista con Ernesto Reyes. Se le preparan bocetos, logotipos y sugerencias de eslóganes. Luego de eso se inicia el seguimiento que está a cargo del jefe de campaña o de publicidad. “Tengo una buena relación con la mayoría de los candidatos. Se ponen las reglas claras como la entrega, condiciones de venta y pago, y después no hay mayores inconvenientes”, explicó Reyes. Un partido hace una primera compra y después repone promediada la campaña. Cada candidato compra entre 500 y 10.000 ejemplares para toda la campaña. Los precios van de 0,50 centavos de dólar, a otros que pueden llegar a costar U$S 7 cada uno. Varían en función de la cantidad, los colores a imprimir, formato. “Las variables fundamentales que hacen a un cartel de cartonplast son las medidas, la cantidad y los colores a imprimir. Las columneras chicas miden 50 x 33 centímetros”, puntualizó el empresario.El cartonplast se hace a partir de una materia prima, mediante un proceso de extrusión donde se obtiene la lámina, para darle forma: se troquela, se imprime, “se hace lo que el político quiera”, aclaró Ernesto Reyes.Dafelir es una empresa que está orientada casi en su totalidad a la exportación; el 95% de lo que produce lo exporta a México, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala y España, entre otros. Para ese caso se hacen envases, cartelería o carpetas. Un sondeo realizado por la empresa Factum entre el 13 y 14 de setiembre arroja que la forma de publicidad que más le gusta al público es la columnera (22%), por encima de las pintadas en los muros (17%), volantes (16%) y afiches o pegatinas (15%). Al mismo tiempo, indica que el 26% de los consultados considera “más limpias” y que “contaminan menos el ambiente” las columneras sobre las demás formas de publicidad electoral en vía pública.
Últimas Noticias, 22 de setiembre
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