Internas. Los grupos mayoritarios definirán entre ellos
Ni Jorge Larrañaga ni Luis Alberto Lacalle definirán ahora a su compañero de fórmula. Por más que Carmelo Vidalín cree tener el "as" en la manga para volcar la balanza en una interna pareja, debe asumir que ni uno ni otro lo cuentan en la fórmula.
Larrañaga y Lacalle tienen claro que la disputa de la candidatura presidencial blanca es uno contra uno, que el que gane será candidato y el que pierda pondrá el vice por eso en este esquema Vidalín no encaja.
Vidalín se muestra como el fiel de la balanza en un escenario parejo. Hoy en día las encuestas muestran que es así, pero los otros sectores piensan que con el transcurso de los meses su incidencia irá decayendo.
Las últimas encuestas de opinión pública en lo que coinciden distintas consultoras muestran en el Partido Nacional un empate virtual entre Lacalle y Larrañaga. Y Vidalín aparece con un 6%.
Esta situación ha proyectado las posibilidades del actual intendente de Durazno. A través suyo o de algunos operadores cercanos, el precandidato de "Soplan Vientos Nuevos" ha tendido puentes hacia Larrañaga y Lacalle por el segundo puesto en la fórmula, pero sin éxito. Hoy, Vidalín no despierta el mismo interés que en los últimos meses porque no lo ven consolidarse en la opinión pública dijeron a El País fuentes de ambos agrupamientos blancos. En cambio, hay nacionalista advierten que Vidalín se llevará el voto residual, aquel de quienes no quieren votar ni a Lacalle ni a Larrañaga.
UN PROBLEMA. En Alianza Nacional sostienen que "comprar" hoy la asociación con Vidalín al "precio" en que él pretende -integrando la fórmula- es algo que "no lo vale". Y cuando todo se defina, creen que probablemente ya no incida en la interna, dijeron los informantes.
A su vez, entre la dirigencia de Unidad Nacional se piensa que Lacalle no va a estar a gusto sintiéndose "prisionero" de los votos de Vidalín para ganar la candidatura nacionalista.
Por lo demás, se considera que el fuerte de Vidalín es, justamente, mantener su perfil independiente de los otros precandidatos y que luego de la interna lo mejor es que presente su propia lista al Senado para tener una vertiente más de posibles votos. Por lo demás, su presencia en cualquiera de los dos sectores sería problemática a la hora de elaborar la principal lista al Senado.
Por ejemplo, desde UNA y Alianza Nacional se explicó a El País que si Vidalín diera el paso no se integrará a la orgánica de los sectores sino que mantendría su identidad, con sus propias listas, como es el caso de algunas vertientes que nutren a ambos conglomerados blancos.
Por otra parte, Vidalín puede jugar ahora alguna carta, esperar a estar más cerca de la elección interna con mejores resultados que los actuales en la encuestas o negociar sus convencionales.
Jugado al ganador
Vidalín no pidió ni se ofreció a aliarse con otro precandidato como vice; aunque sí hubo acercamientos. Si bien la decisión no está próxima, se maneja la posibilidad de arreglar antes de la interna, lo cual dependerá mucho de la evolución en las encuestas. La elección del precandidato responderá al perfil, al acuerdo en temas esenciales y quien será el ganador.
El País Digital, 15 de setiembre
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