Entre alusiones a la unidad partidaria, a la necesidad de preservarla después de la interna y fuertes críticas a la gestión del gobierno, el Directorio del Partido Nacional, legisladores, intendentes, dirigentes y público en general, dieron marco a la conmemoración del 104 aniversario de la batalla donde cayera mortalmente herido el caudillo nacionalista Gral. Aparicio Saravia.
Desafiando el cielo gris, la pertinaz llovizna y la sensación térmica de cuatro grados bajo cero, unas dos mil personas se dieron cita en este enclave geográfico que ya forma parte de la historia nacional donde confluyen los departamentos de Rivera, Artigas y Salto, frente a la zona conocida como "Rincón de Artigas".
Los blancos se dieron cita aquí para ratificar su voluntad de unidad bajo los conceptos de fraternidad y respeto por quien se imponga en la interna partidaria de mediados de 2009.
El presidente del Directorio, Jorge Larrañaga, fue el encargado de la oratoria en nombre del colegiado nacionalista. Comenzó su discurso saludando a los dirigentes y público en general, en particular al ex presidente Luis Alberto Lacalle, que asistió al acto de recordación desde la caja de su camioneta. Larrañaga transmitió un mensaje del tercer precandidato nacionalista, Carmelo Vidalín.
"Hoy estamos homenajeando a Aparicio Saravia, y también lo vamos a homenajear el año que viene, con el triunfo del Partido Nacional. Con la enorme victoria", pronosticó Larrañaga. Para llegar a esa victoria, Larrañaga sentenció que deben mostrar "verdadera y auténtica unidad, para sentir que todos juntos estamos a la altura de nuestras responsabilidades. Todos juntos, en unidad marchamos hacia la esperanza. Todos juntos reflejamos este partido que mira que su tierra, su gente y su historial están esperando el triunfo", afirmó.
Los jóvenes, como lo hacen todos los años, leyeron la proclama de la marcha. En esta ocasión fueron Florencia Saravia, de Bella Unión, y Pedro Aparicio Etcheregaray, de Flores, quienes plantearon un claro llamado a la unidad. "La patria, primero. El partido después, y éste como un instrumento para lograr la felicidad pública", resumieron.
En el primer tramo de la proclama, la joven dirigente de Bella Unión recordó a los dirigentes que "con el único derecho de ser blanco les reiteramos que la dignidad debe mostrarse arriba, para que haya regocijo abajo".
Por su parte, el joven nacionalista de Flores comenzó sosteniendo que "la patria necesita un gobierno del Partido Nacional para que se haga respetar la Constitución plenamente".
También, afirmó que un triunfo blanco "alejará las tentaciones totalitaristas que en este gobierno se perciben claramente". Frente al monolito que recuerda a Saravia, los jóvenes se comprometieron a trabajar "para poner en la Presidencia a un blanco. A aquel que el nacionalista elija", aclararon.
El joven militante dijo que el triunfo "lo estamos construyendo entre todos" y advirtió que "nadie tiene derecho a comprometerlo por entender que sus intereses personales son más importantes". Reiteró que "siempre el partido fue más grande que sus dirigentes". También aseguró que "casi siempre éstos han actuado de acuerdo con esa premisa".
El País, 8 de setiembre
Desafiando el cielo gris, la pertinaz llovizna y la sensación térmica de cuatro grados bajo cero, unas dos mil personas se dieron cita en este enclave geográfico que ya forma parte de la historia nacional donde confluyen los departamentos de Rivera, Artigas y Salto, frente a la zona conocida como "Rincón de Artigas".
Los blancos se dieron cita aquí para ratificar su voluntad de unidad bajo los conceptos de fraternidad y respeto por quien se imponga en la interna partidaria de mediados de 2009.
El presidente del Directorio, Jorge Larrañaga, fue el encargado de la oratoria en nombre del colegiado nacionalista. Comenzó su discurso saludando a los dirigentes y público en general, en particular al ex presidente Luis Alberto Lacalle, que asistió al acto de recordación desde la caja de su camioneta. Larrañaga transmitió un mensaje del tercer precandidato nacionalista, Carmelo Vidalín.
"Hoy estamos homenajeando a Aparicio Saravia, y también lo vamos a homenajear el año que viene, con el triunfo del Partido Nacional. Con la enorme victoria", pronosticó Larrañaga. Para llegar a esa victoria, Larrañaga sentenció que deben mostrar "verdadera y auténtica unidad, para sentir que todos juntos estamos a la altura de nuestras responsabilidades. Todos juntos, en unidad marchamos hacia la esperanza. Todos juntos reflejamos este partido que mira que su tierra, su gente y su historial están esperando el triunfo", afirmó.
Los jóvenes, como lo hacen todos los años, leyeron la proclama de la marcha. En esta ocasión fueron Florencia Saravia, de Bella Unión, y Pedro Aparicio Etcheregaray, de Flores, quienes plantearon un claro llamado a la unidad. "La patria, primero. El partido después, y éste como un instrumento para lograr la felicidad pública", resumieron.
En el primer tramo de la proclama, la joven dirigente de Bella Unión recordó a los dirigentes que "con el único derecho de ser blanco les reiteramos que la dignidad debe mostrarse arriba, para que haya regocijo abajo".
Por su parte, el joven nacionalista de Flores comenzó sosteniendo que "la patria necesita un gobierno del Partido Nacional para que se haga respetar la Constitución plenamente".
También, afirmó que un triunfo blanco "alejará las tentaciones totalitaristas que en este gobierno se perciben claramente". Frente al monolito que recuerda a Saravia, los jóvenes se comprometieron a trabajar "para poner en la Presidencia a un blanco. A aquel que el nacionalista elija", aclararon.
El joven militante dijo que el triunfo "lo estamos construyendo entre todos" y advirtió que "nadie tiene derecho a comprometerlo por entender que sus intereses personales son más importantes". Reiteró que "siempre el partido fue más grande que sus dirigentes". También aseguró que "casi siempre éstos han actuado de acuerdo con esa premisa".
El País, 8 de setiembre
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