miércoles, 26 de marzo de 2008

Una cifra a manejar por el progresismo: 140% creció abandonos de bebes en un sólo centro


El abandono de bebés en el Pereira creció 140%
Infancia. Hubo 22 desvinculaciones en 2006 y 53 en 2007 Una causa es que un protocolo del MSP, aplicado desde 2006, disminuyó la entrega de niños por "voluntarismos", sin control oficial El abandono de recién nacidos en el Hospital Pereira Rossell aumentó 140% en 2007 respecto a 2006. Aún estudian las causas; una hipótesis es que un protocolo haya disminuido la entrega de niños "que salían por la galera". En 2006 hubo 22 casos de desvinculación (abandono institucional) de bebés y en 2007 fueron 53 recién nacidos que quedaron en ese hospital por decisión de su madre. María del Carmen Canavessi, jefa del Departamento de Trabajo Social del Pereira Rossell, dijo a El País que "la socialización del protocolo de actuación ha incidido en que no se den situaciones perversas dentro del sistema". Se refiere a que "siempre ha operado un `voluntarismo` frente a estas situaciones que sensibilizan mucho. Entonces muchas veces se dice: `no le digas a la asistente social porque si no este niño va al INAU, mejor dámelo, yo conozco a fulanita y ¿por qué no se lo das?` Entonces salían por la galera", explica. El protocolo regula la intervención del personal involucrado ante un caso de desvinculación de recién nacidos y su madre de origen. Rige en todos los centros asistenciales públicos y privados del país desde 2006. El aumento del 140% en el abandono institucional de recién nacidos puede interpretarse también como "un mayor ejercicio de la ciudadanía de parte de las usuarias, de solicitar ser escuchadas y que se respete su voluntad respecto a la desvinculación", dijo Canavessi. De 53 recién nacidos dejados en 2007 en el Pereira, 16 fueron al Departamento de Legitimación Adoptiva y Adopción (Dlaya) del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) para adopción. Los 37 restantes fueron a hogares del Instituto. Allí se evalúa si pueden volver a su familia de origen y si no son dados en adopción a través del Dlaya. El promedio histórico de casos es de 44 desvinculaciones de recién nacidos anuales (desde 1983 al 2007). El promedio de 1983 a 1993 es de 60, de 1994 a 2004 es de 32 y el promedio de 2000 a 2006 es de 22 casos de bebés dejados en el Pereira por sus madres. Estas estadísticas sólo contemplan a niños recién nacidos. El centro también atiende casos de desvinculación de niños más grandes pero no tiene cifras porque es difícil de contabilizar este tipo de abandono. ¿POR QUÉ? Las desvinculaciones tienen múltiples factores. "En mis años de trabajo podría afirmar, casi con certeza, que la mayor determinante no es la pobreza entendida como falta de recursos económicos", opina Canavessi, quien trabaja en el tema desde 1981. Aunque aclaró que "sí influye la pobreza con un proceso de socialización defectuoso, en donde hay niñas que no fueron criadas por sus madres, que sufrieron múltiples abandonos, entonces también lo hacen". Para la especialista hay otra variable que es que la maternidad es una construcción social y no está probado que exista el instinto de madre. Entonces, algunas desvinculaciones en las que actúa Trabajo Social se dan porque los recién nacidos no entran en los proyectos de esas madres. "La mujer ha decidido postergar la maternidad en pro de otras cosas y es legítimo", opina. Algunas madres dicen que prefieren darlo antes que hacerse un aborto; otras aseguran que si hubieran tenido la posibilidad se hubiesen hecho una interrupción del embarazo. "Lo más rico de esto es la singularidad de cada situación y poder acercarse al otro sin ningún prejuicio", afirma. "En el protocolo pusimos que hay que aceptar lo que dice la madre. Si desde el momento que parió no lo quiere ver, nadie debe mostrárselo. Si la madre dice: `quiero verlo y amamantarlo hasta que me vaya`. Hay que respetarlo. Ningún integrante del equipo de salud tiene derecho a imponer cosas porque la maternidad no se decreta", asegura. La adolescencia no es el grupo etario donde se da el mayor número de desvinculaciones. Es más frecuente en la franja en que la mujer es más fecunda: de los 20 a los 30 años. Otra razón de la desvinculación es la violencia doméstica. Cuando en una pareja se da este tipo de hechos, hay un embarazo y la relación se interrumpe, si ella tiene una pareja nueva, por lo general, no quiere tener al niño porque es recordatorio de esa violencia. También es común que no quiera al bebé cuando fue violada. CASOS. Hay varios caminos para el abandono institucional. Uno es cuando la propia progenitora le comunica a un integrante del equipo de salud que no se hará cargo del recién nacido y le explica la razón. El Departamento de Trabajo Social evalúa la situación y tiene 24 horas para comunicárselo al juez. El magistrado determina si lo interna en el INAU hasta tomar una decisión o si lo da en adopción, a través del Dlaya, porque el niño no tiene ninguna posibilidad de vivir con un familiar. Si la madre plantea que no puede hacerse cargo de su hijo por razones económicas el Departamento de Trabajo Social habla con organismos, como el Ministerio de Desarrollo Social, para darle una solución. La mujer puede tomar otro camino para el abandono: tiene a su hijo y en algún momento, durante la internación, deja al niño en la cama y desaparece del hospital sin aviso. Automáticamente el niño pasa a un sector protegido, que se encarga de recién nacidos. Luego, se hace una investigación. "En la mayoría de los casos descubrimos que quien dijo ser no sabemos si es o no, que donde dijo vivir no vive. Entonces, después de varias indagatorias, concluís que era interés de la madre desvincularse y no dejar rastro", dijo la jefa. El tercer camino para la desvinculación es el abandono en la calle. Son los niños que se denominan NN al llegar al hospital porque no se sabe su nombre. La cuarta situación es la desvinculación forzada. Es cuando el juez decide la quita de niños a madres institucionalizadas con patologías psiquiátricas, casos de mujeres en situación de calle con drogodependencia, entre otras variables. PASTA BASE. También se da el abandono institucional de niños más grandes. Las adolescentes que no se desvinculan en el momento del nacimiento porque se da una especie de "enamoramiento" del niño, se desvinculan paulatinamente. "Cuando un niño empieza a ser una traba para que tenga las conductas acordes a su edad empiezan a delegar. Entonces, más que un hijo pasa a ser un hermano y la madre o el adulto responsable de ese adolescente empieza a asumir el lugar de madre", indica Canavessi. También hay casos de niños de 7 y 8 años - cada vez más chicos -que ingresan solos al Pereira. "Citás a algún familiar y no viene, dice que no le interesa. Estos chiquitos en situación de calle, por lo general, son consumidores de pasta base. Y llega un momento en que los padres no quieren saber nada", dijo. En otros casos las madres van al hospital porque el niño está enfermo y lo dejan allí. No quieren saber más nada y no aparecen más.

El País, 26 de marzo

No hay comentarios:

Placa de Facebook

Webmaster/Editor

Prof. Daniel Solari Derquin