Otra joya del progresismo: Subirán los combustibles y el pan

Mientras en el país según el gobierno marcha todo bien, y según Astori, la crisis económica del capitalismo no afectará a la economía uruguaya., es inminente una nueva suba de precios de productos básicos como los combustibles y artículos de la alimentación básica. La irresponsabilidad va en aumento pues no sólo estamos, ante uno de los movimientos de desplome financiero más amplio y profundo de las últimas década sino que además se proclama alegremente que el Uruguay va bien. Una vez más sobre las condiciones de vida del pueblo, se siguen proyectando los efectos nefastos que condicionan cada vez más la vida con salarios e ingresos miserables de los orientales. Nadie puede explicar en nuestro país, en forma coherente porque el combustible es tan caro, y como en forma disciplinada el gobierno y Ancap grava en forma administrativa el precio de acuerdo a los altos precios internacionales y se toma también el rumbo de la producción agrícola sugerido por Washington para obtener combustibles. Pero según los popes de la economía progresista no sucederá nada, va todo bien con el combustible a más de 100 dólares, el barril y más de un 40 % de impuestos internos que engrosan el precio al consumo, y para el gobierno está todo bien. También está todo bien que el gasoil haya sido equiparado con la nafta, bajo el gobierno progresista. Es otra joya del país productivo del progresismo. Mientras Estados Unidos no sabe como salir militarmente de un conflicto que ya está claro que no puede ganar por los procedimientos clásicos de la guerra de agresión e interviniendo países como Irak, Afganistán y amenazas a Irán. La paranoia de la guerra y el militarismo se extienden a través de las intervenciones de Bush, y en Uruguay la actual administración del FA, se ha transformado en un perfecto y eficiente administrador de las contabilidades del estado, para comprar combustibles caros y vendérselos más caros a los uruguayos, que seguimos estando a la vanguardia de los precios más altos para la región en el mercado interno. Es una verdadera proeza política del estado uruguayo, conducido por el progresismo. No les ha dado ni para un pan barato para la población, ni mucho menos para un combustible barato. Sólo para cada tres o cuatro meses acomodarse ante las cámaras de televisión y con caras compungidas y de sufrimiento, explicar las inevitables subas de precios que afectan la vida de la población. Más de lo mismo. Si habrán ido para atrás que quieren convencernos de que esto está bien. Los más adelantados del equipo gubernamental y la dirección del Frente Amplio dicen que es necesario otro período de gobierno del progresismo. ¿Otro período para qué? ¿Para seguir privatizando las empresas del estado? ¿Para seguir vendiendo la tierra a extranjeros? ¿Para seguir entregando la soberanía? ¿Para que el salario, siga perdiendo poder adquisitivo? ¿Para pagar los intereses de la deuda externa hasta el infinito? ¿Para que la derecha y el fascismo se consolide en la impunidad? ¿Para que crezca el analfabetismo crónico y funcional en toda nuestra población? ¿Para que privaticen las jubilaciones y pensiones? ¿Para que sigan rematando a los deudores chicos y los grandes se salven? ¿Para que cobren impuestos sin ton ni son a la población? Las candidaturas está entre las principales fuerzas políticas, y el telón de fondo es la reelección presidencial. No ha habido ni habrá cambios de izquierda en el país. Ha existido sí un continuismo rampante. No es posible mantener el engaño. Es necesario levantar la nueva alternativa popular, sin engaños, ni mentiras, ni corruptos.. Un gobierno que se dice de izquierda que no puede bajar el pan, o el combustible, ¿A quién defiende? A los pobres no, de eso estamos seguros.

La Juventud, 27 de marzo