viernes, 14 de marzo de 2008

Giorgi comparte propuesta de cerrar la Colonia Berro


El presidente del Instituto Nacional del Niño y el Adolescente (INAU), Víctor Giorgi, afirmó este jueves que comparte la propuesta del Comité de los Derechos del Niño de cerrar la Colonia Berro, pero que la medida no se puede llevar a cabo en un corto plazo, como solicita el informe sobre las condiciones de encierro de los adolescentes recluidos en el establecimiento. También reconoció que la colonia ha sido “un fracaso histórico”.

El informe del Comité de los Derechos del Niño, que denuncia irregularidades y torturas en la Colonia Berro, despertó nuevamente la polémica en torno a la rehabilitación y las condiciones en las que viven los más de 250 adolescentes recluidos en los diferentes centros del INAU.

El presidente del instituto dijo a Índice 810 que el cierre de la colonia tiene que ir acompañado de una serie de alternativas. “Yo creo que sería deseable cerrarla, eso el directorio lo comparte, pero creo que sería un poco irresponsable anunciar un cierre de parte nuestra. En tanto, hay que generar alternativas primero. Las alternativas implican inversiones muy fuertes que se estarían sacando de otras inversiones en la infancia. Entonces, ahí es donde hay que generar una discusión de qué se prioriza. La construcción de un establecimiento para 200 muchachos está por encima de los 100 millones de dólares. Entonces, bueno, uno tiene que balancear todo eso. Ahora, claro, el cierre de la Colonia sería un paso muy importante en el sentido de tener una infraestructura acorde a lo que son los criterios de la convención y del nuevo código”, afirmó.

Giorgi agregó que tanto la Colonia Berro como los otros centros de rehabilitación han sido un gran fracaso. “La Colonia Berro es un fracaso histórico, pero no sólo la Colonia Berro, yo creo que eso es superficial. El fracaso es la privación de libertad como método de rehabilitación. Lo que nosotros logramos con la privación de libertad es potencializar los aspectos más negativos de los muchachos. Y los mejores proyectos educativos, en el marco de la privación de libertad, es minimizar los efectos negativos, pero el balance es difícilmente positivo en cuanto a desarrollar la capacidad social de los muchachos. Esto va mucho más allá de la Colonia Berro y del lugar donde se tenga. Es un modelo que la condición lo instala, el código lo reafirma, pero en la práctica el país está muy lejos”, expresó.

Consultado sobre el informe que presentó en la mañana de este jueves el Comité de los Derechos del Niño, el presidente del INAU agregó que es muy llamativo que, estando al tanto de esta situación, hayan esperado cinco meses para hacer las denuncias públicas. “Este informe contiene algunas cosas que son ciertas, algunas preocupaciones compartidas por nosotros, contiene algunas verdades a medias y contiene otras cosas que, me atrevería a afirmar, son falsas. Algunas afirmaciones que hace el informe son de dudosa realidad. Por ejemplo, las denuncias que hacen de malos tratos y torturas. Algunas de ellas están en conocimiento nuestro y se han iniciado investigaciones. Otras, es la primera vez que las escuchamos y nos llama la atención que, habiendo recibido estas denuncias en octubre, el comité las haga ahora públicas sin haber hecho ninguna denuncia formal en todo este tiempo. Por ejemplo, de submarinos, de golpes, de muchachos encadenados a las rejas”, indicó.

El INAU tendrá en cuenta este documento para analizar la parte descriptiva e iniciar las investigaciones del caso. En él se denuncia que los adolescentes conviven de a dos en celdas que están insuficientemente equipadas con carencia de colchones, ropa de cama, problemas de ventilación, rotura de ventanas y que, en algunas celdas, se constató la presencia de una sola cama por falta de espacio.

También se le solicitó a las autoridades del INAU que eliminen de forma inmediata el sistema de 23 horas de encierro compulsivo, donde los jóvenes recluidos pueden salir por la mañana para el aseo personal (en forma individual), 30 minutos de patio en parejas antes del medio día y 45 minutos de patio por la tarde, y 55 minutos de recreación semanal, siempre y cuando los mismos no estén sancionados. En tanto, en el centro Piedras las salidas son de una hora a la mañana y una hora a la tarde.

Se le prohíbe a los adolescentes participar de las actividades educativas y recreativas como forma de castigo.

El informe también exhorta a las autoridades a que realicen una investigación inmediata por denuncia de torturas y malos tratos. Y se solicita que se tomen en cuenta mecanismos para una futura rehabilitación psicológica de las victimas de abusos físicos.

El coordinador del Comité de los Derechos del Niño, Luis Pedernera, dijo a Índice 810 que la situación que vive el establecimiento asombra, porque no se han visto cambios desde 2003 a esta fecha.

La visita fue realizada el 27 de octubre de 2007 y se constató a los dos centros de reclusión, un total de 250 adolescentes.

En las conclusiones también se pide disminuir la administración indiscriminada de psicofármacos para los adolescentes, como mecanismo de coerción médica, entre otros puntos.

Según este informe, los jóvenes son agredidos a través de golpes de puño, golpes proferidos por varios adultos a un solo adolescente, sujetarlos a la cama mediante esposas, golpes en el piso, mojarlos con agua fría, desnudándolos y dejándolos pasar toda la noche en esas condiciones, arrojar hormigas a la cara, introducir la cabeza en el water, entre otros.

Fuente: El Espectador, 14 de marzo

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