miércoles, 1 de agosto de 2007

Prensa: Rosales al estilo Chiarino: No tengo conocimiento.


La fragata Artigas de la Armada iba a traer armamento de Venezuela para el Ejército. Pero el comandante en jefe Jorge Rosales no sabía nada. Ahora, el Ministerio de Defensa abrió una investigación.

Bajo la firma del presidente Tabaré Vázquez, y los ministros Azucena Berrutti (Defensa), Daisy Tourné (Interior) y Reinaldo Gargano (Relaciones Exteriores), llegaron al Parlamento los días 2 y 9 de julio dos proyectos de ley dando cuenta de que el buque ROU 04 General Artigas, una fragata de la Armada, traería al país armamento para el Ejército al regreso de su misión a cumplir entre el 28 de este mes y el 8 de setiembre.

En ese viaje, la fragata tiene previsto llevar pertrechos a Haití para el contingente al servicio de la misión de Naciones Unidas y participar en la operación multinacional Panamax II.

En el pedido que el Poder Ejecutivo hizo al Parlamento el 9 de julio solicitando autorización para la salida del país del buque y los efectivos que componen su tripulación, se especifica que la fragata aprovechará una escala técnica en su viaje de retorno para "traer carga para el Ejército Nacional", sin aclarar de qué material se trata. E informa que la escala se realizará en Venezuela.

El diputado nacionalista Javier García preguntó en la reunión de ayer a los representantes del Ministerio de Defensa Nacional -la ministra Berrutti y el subsecretario José Bayardi- qué armamento era y para qué lo emplearía el Ejército. La Ministra Berrutti informó que el embarque de ese material había quedado sin efecto, dijeron a El País fuentes políticas.

La titular de Defensa dijo que se trató de "una confusión" del Poder Ejecutivo, tras lo cual anunció que "se iniciará una investigación" en el Ministerio.

La Ministra Berrutti explicó entonces que las autoridades de Defensa consultaron con el comandante en jefe de la fuerza de tierra, el teniente general Jorge Rosales, quien respondió que no tenía conocimiento del embarque de ese armamento.

Entonces, García preguntó a Berrutti cómo podía ser que tanto el presidente como ella firmaran documentación "sin saber qué es", y más aun cuando se trataba de armamento transportado al país a bordo de un buque de la Armada.

Luego de consultas hechas al embajador uruguayo en Venezuela, Gerónimo Cardozo, se descubrió que se trataba de 15.000 municiones que se pensaba enviar al Ejército "para pruebas" de tiro, adquiridas a una fábrica privada de material bélico de ese país.

Es un hecho "gravísimo" y "confuso" que "puede afectar" la seguridad nacional, reflexionó García. El diputado blanco expresó su sorpresa por el hecho de que "nadie se haga responsable" del armamento de guerra que sería embarcado al Uruguay, por lo cual anunció su disposición a cursar un pedido de informes buscando que se aclare el hecho.

UNITAS. En la comisión, Berrutti informó a los legisladores que el gobierno podría resolver volver a participar en la operación Unitas, que en su momento fue foco de un fuerte disenso en el Frente Amplio.

Uruguay participó en la Unitas, organizada por Estados Unidos, durante décadas. Cuando asumió este gobierno, la intervención de los militares uruguayos quedó en suspenso.

El objetivo de la misión Panamax II es "más claro" y la dirección es "más compartida" entre los países que la Unitas, dijo Berrutti. Por esta razón, el gobierno no cree que se trate de un ejercicio similar a la operación organizada por Estados Unidos.

"Nuestra intervención en la operación Unitas está en discusión, con el fin de plantear una reformulación que permita en el futuro nuestra participación. No se descarta, entonces, una participación de los militares uruguayos", subrayó Berrutti.

Deuda saldada

El buque Artigas de la Armada no va a traer armamento al país, pero en sus bodegas vendrá una carga de combustible que Venezuela le debe a Uruguay

Fuente: El País, 1º de Agosto

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