Confiando en que el destino repartirá salud entre los protagonistas de esta historia, se puede saber con cierta certeza cómo se definirá la candidatura presidencial de un Partido Nacional que, pese a su fama de impredecible, se encamina hacia una elección que no promete asombros.
En definitiva, los blancos deben prepararse para elegir su representante entre estos tres nombres: Jorge, Luis y Carmelo.
Para empezar, Jorge Larrañaga arranca como favorito para la interna del 2009. Después de manejar la mayoría del partido durante tres años, el sector del senador Larrañaga (Alianza Nacional) no ha revelado demasiadas fisuras y las encuestas le soplan a favor.
Por esos lados las preocupaciones pasan más que nada por encontrar un buen compañero de fórmula. Hay quienes se quedarían conformes con el herrerista Luis Alberto Heber como candidato a la vicepresidencia.
Otros consideran que Larrañaga debería arrimarse a una figura que lime sus aristas más agudas, que matice su imagen de hombre excesivamente frontal. Para definir ese nombre falta mucho y conviene echar una mirada a lo que pasa y pasará en el Herrerismo.
“Outsider”. Aquel blanco que quiera torcer los hechos que conducen a Larrañaga hacia la candidatura presidencial, debe prepararse para votar en la interna blanca de junio del 2009 al senador herrerista Luis AlbertoHeber o –esto ya es menos previsible– al intendente de Durazno, Carmelo Vidalín.
Con el ex presidente Luis Alberto Lacalle fuera de la troya de candidatos pero sin resignar su liderazgo, el senador Heber se encamina a ser elegido por la Asamblea Nacional Herrerista como el futuro postulante del sector.
El intendente de San José, Juan Chiruchi, ya sabe, aunque no lo dice, que deberá olvidarse de sus pretensiones presidenciales.
Su colega Carmelo Vidalín (Durazno) apronta las valijas para cortarse solo con sus activos políticos que incluyen un álbum de figuritas y el festival Pilsen Rock.
Vidalín –a quien Lacalle considera un “outsider”– quiere elecciones a padrón abierto para que puedan votar propios y extraños. ¿Qué hará cuando le quede claro que no tendrá una “elección popular”? Se irá del Herrerismo. Y presentará su propia candidatura o formará su grupo político para apoyar a otro postulante.
Hay un tercer sector que, pese a que aún no descartó presentar su propia candidatura, sabe que en algún momento tendrá que revisar sus aspiraciones.
Se trata de la Correntada Wilsonista (CW) que dirige el senador Francisco Gallinal y cuyo principal desafío será el de alcanzar un acuerdo potable con Larrañaga, Heber o Vidalín.
“Cosa de blanco”, dicen los nacionalistas cuando alguno de ellos se pone irreverente o es presa de un arrebato.
Y sólo una gran irreverencia puede deparar sobresaltos en el camino de los hombres que se postulan para pelearle el gobierno a la izquierda.
Fuente: El Observador, 27 de agosto
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