El Estado solidario
El cambio cultural que pregona el Ministro Astori en la sociedad, sea para hacer frente a la política tributaria ó a la posible caída de los monopolios, debería comenzar por el propio gobierno que integra.
El Gobierno ha dicho sentirse “patoteado”, expresión utilizada por Vázquez en el conflicto con Argentina por las “papeleras”. Sin embargo, en el frente externo, el Gobierno de la República, contó y cuenta con el apoyo total de la oposición que, de no ser por fuerzas del propio FA, sería unánime.
Pero aquella popular frase “no hagas lo que no te gusta que te hagan”, parece no estar registrada en el accionar político del “Progresismo” en situaciones de consumo interno.
El Gobierno apela a sus legítimas mayorías parlamentarias y así, aprueba decretos y leyes. Rechaza por lo general los aportes y ó aplana todo intento de investigación de la oposición. Luego, se atreve a reclamarle mayor protagonismo.
Los informes solicitados por los parlamentarios de la oposición, no se responden en un alto porcentaje y para colmo, el gobierno considera a la prensa casi en su totalidad como opositora y que distorsiona la noticia. Es decir que, el funcionamiento de la República no debería juzgarse como “ideal", según el Gobierno.
Pero si no cuenta con las mayorías necesarias, el FA exige cambios que no puede imponer sino que, tiene que negociar y ha dado pruebas sobradas de ineficiencia y lentitud. Para ejemplificar, comencemos con el conflicto por Botnia, la refinanciación del agro, la integración de los miembros en la Corte Electoral y el Tribunal de Cuentas y lo que se viene con la Salud.
Este Gobierno también “patotea” a la oposición cada dos por tres, juega al filo de la navaja constitucional, y efectúa anuncios que no siempre termina cumpliendo.
El Art. 8 de la Constitución de la República reza: “Los ciudadanos somos todos iguales ante la ley, no reconociéndose otro distinción entre ellas sino la de los talentos o las virtudes”
Para el Gobierno de Vázquez, Astori, Mujica, etc, los problemas sociales, tienen asociado un costo económico y un número de posibles votantes que se ganan o se pierden, según lo que se haga.
Este parece ser el norte del Gobierno, para “cambiar” se aplica el método del Ensayo y Error. El Art. 8 parece de otra Constitución. Ahora arremeten contra aquellos que tengan juicios contra el Estado. Los “muchachos” quieren ganar todas ó por lo menos, no perder una mientras gobiernan.
La verdad es que nunca tuvieron un Plan de Gobierno, sólo viejas ideas y frases panfletarias que hasta traicionaron.
¿Y dónde quedó la justicia social?
El Estado solidario para el “Progresismo” se quedó en socializar las pérdidas, en igualar para abajo. Eso sí, según el FA que ya abre el paraguas, la mejor distribución de la riqueza brilla por su ausencia y quedará para un próximo período hipotético de Gobierno.
El PN les dará dura batalla en todos los frentes. Por tanto, vayan asumiendo que no habrá excusas, que con mucho dinero y mayorías parlamentarias, sólo salvaron el teórico pero el práctico lo reprobaron con nota uno.
La juventud se sigue yendo. De seguir, el último que apague la luz y de paso, pague la deuda externa que sigue aumentando pero ahora está mejor “reperfilada” dirían los frenteamplistas neoliberales modernos.
¿Cómo era? NO a la Deuda externa ó SI al reperfilamiento.
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