En el año 1980, la dictadura militar pretendía una reforma constitucional que tenía por objeto principal, crear algunos privilegios que aseguraran la impunidad de los usurpadores del poder. Wilson Ferreira se trasladó a Brasil, donde pronunció un discurso a un grupo de compatriotas que luego multiplicarían sus palabras.
He aquí un pasaje de ese discurso, y al que le ajuste, que se ponga el sayo:
"Y como me pueden decir a mí, que hay seguridad nacional si el país no controla sus recursos escasos.
Dónde está la seguridad si custodiamos que no traspase ningún soldado la frontera pero permitimos que el territorio nacional se venda casi íntegramente al extranjero. Hay que defender y hay que defender casi con desesperación la seguridad nacional, hay que defenderla de todo invasor, pero el invasor ya no llega con fusil llega con la chequera, a veces llega sin la chequera, porque el pone solamente las utilidades que se lleva, porque hasta el recurso y el capital es nuestro y si eso ocurre, claro que el país no es seguro"
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