viernes, 17 de octubre de 2008

INAU busca lugar para los jóvenes peligrosos





Berro. El hogar de seguridad fue destruido y 11 internos huyeron; ayer hubo traslados Sostienen que se debió actuar antes de los destrozos
"Perdimos un hogar". Así sintetizó la presidenta sindical de Colonia Berro lo sucedido entre el miércoles y el jueves en el Piedras, el edificio de máxima seguridad de esa institución. Doce menores fueron trasladados anoche a Montevideo.
Un motín de más de 24 horas de duración, dejó en escombros al Hogar "Piedras". Pero además de obtener el "control absoluto" de toda el área, 11 internos según cifras oficiales y 18 según cifras sindicales, fugaron del lugar en la madrugada, aprovechando que tenían las riendas de su centro de internación.
Entre los 30 allí alojados había rapiñeros, homicidas, menores con problemas psiquiátricos y copadores. Veintiocho participaron de la doble revuelta que comenzó a las 14:15, se calmó 6 horas más tarde, y se retomó cerca de la medianoche del jueves.
Esta segunda vez, con ferocidad, terminaron de romper lo que quedaba en pie, incendiaron los colchones que aún había sanos -lo que ameritó la intervención de Bomberos-, y destruyeron en planta alta las cañerías. Luego accedieron al economato, donde se guarda la comida, y finalmente a un galpón donde tomaron herramientas con las que dejaron el Hogar en ruinas.
"El edificio está destrozado, es imposible ocuparlo nuevamente" sintetizó Claudia Montenegro, presidenta de la Mesa Sindical de Colonia Berro.
Los menores pasaron la noche en el porche y en el césped. Adentro estaba todo inundado y en escombros.
Andrés Tomasina, asesor del director de Interj, el padre Mateo Méndez, dijo a El País que anoche se estaba estudiando a qué hogares podrían ser trasladados estos menores.
"El hogar quedó inhabilitado y no se podrá usar hasta ser refaccionado. Lo importante es que no hubo lesionados graves, solo dos jóvenes, y fue entre ellos", indicó.
Estos dos menores fueron agredidos porque no quisieron participar del motín.
Los trabajadores del turno y parte del gremio, acamparon frente al hogar, cruzando la calle interna de la Colonia. Pero se sentían inseguros. "Nos insultaban y apedreaban; de esta manera era imposible dialogar" sentenció Montenegro.
La funcionaria anunció que el gremio decidió radicar denuncia penal toda vez que los funcionarios fueran agredidos.
LA FUGA. En el Piedras había 30 menores alojados. Durante la primera etapa del feroz motín, fugaron cinco pero fueron rápidamente recapturados.
Cuatro fueron trasladados dentro de la misma institución. En este punto se registra una contradicción entre el sindicato y las autoridades del INAU. Montenegro informó que había 18 jóvenes desaparecidos; sin embargo, desde el instituto se habla de 11 fugados.
"Vemos 12 jóvenes en el pasto; suponemos que hubo fugas de madrugada porque no hubo traslados", dijo Montenegro. Consultada sobre la forma de evitar todo esto, Montenegro opinó que se debió actuar antes. Esto significa: "entrar con Grupo Geo y requisarlos tras la entrega. No hay que reprimir ni golpear se entregan colchones nuevos y ropa de cama, se limpia el hogar y se reubican".
EL TRASLADO. A las 16 horas un primer mensaje enviado desde el interior de la Colonia informaba que los 12 menores serían trasladados a la Comisaría de Menores de Montevideo. Los funcionarios no estaban dispuestos a acompañar si no se ofrecían garantías.
Sobre la hora 16.12, ingresó una ambulancia del SAPP (Pando) para el control y chequeo de los jóvenes. Desde el exterior, se veía la calle desierta ocupada por dos o tres vehículos según el momento, pero una vez que entró la ambulancia se podía ver a los funcionarios en la calle.
Estaban negociando las condiciones del traslado. Reclamaban que se practicara una exhaustiva requisa, que los menores fueran esposados con las manos hacia atrás y que el Grupo Especial de Operaciones -GEO-los acompañara.
Estas exigencias dilataron sensiblemente el traslado, previsto inicialmente para la hora 17. Comenzó recién a la hora 20, cuando el Sol ya había caído. En cada una de las tres camionetas dispuestas viajan cuatro menores, escoltados por los funcionarios del turno de la noche y educadores.
Montenegro informó que durante el motín los jóvenes tenían armas hechas con todo tipo de útiles, desde un cucharón hasta una olla.
Cuando comenzó el motín, el miércoles, los jóvenes no habían pedido ninguna reivindicación. Y si era una pantalla o no para poder fugarse masivamente, es algo que no puede comprobarse pero sí presumirse según admitió Montenegro a El País. "No sabemos si hay negligencia o conciencia: dejar jóvenes solos en el pasto, sin guardia, da a entender que se pueden ir por cualquier parte".
Los menores habían dicho a la prensa, vía teléfono celular, que eran "judeados". Al respecto, Montenegro explicó que los menores aplican este término cuando son sacados "en tandas" a los patios y a los baños. En un hogar para 20 chicos, se busca hacer un control. "Esto es una judeada para ellos".
Las cifras
12 es la cantidad de menores que anoche fueron trasladados a la Comisaría del Menor en Montevideo con una fuerte custodia.
29 es la cantidad de horas que los menores tuvieron el control del Hogar Piedras hasta que fueron trasladados.
La colonia en números
COLONIA BERRO: Está integrada por siete hogares aunque ahora el Hogar Piedras fue destruido.
HOGAR PIEDRAS: Había 5 funcionarios por turno para 30 menores. El hogar tenía un cupo máximo de 24 internos. El perfil de ellos es de homicidas, copadores y rapiñeros. Todos tienen más de 15 años.
HOGAR SER: Está en vías de cerrarse aunque se está realizando gradualmente. Ha sido el más conflictivo y al momento sigue siendo el único de máxima seguridad donde se alojan jóvenes considerados sumamente peligrosos. Hoy hay sólo 6 jóvenes y dos funcionarios por turno.
LA CASONA: Tiene 3 funcionarios por turno para 12 menores. Este hogar tiene un cupo máximo de 10 internos.
HOGAR RINCÓN: Al momento hay 10 menores que son ex-internos del Hogar Puente, que fue cerrado. Tiene un promedio de 3 funcionarios por turno. El sindicato de Colonia Berro considera que en este caso la cantidad de menores es la adecuada para una normal atención.
HOGAR ITUZAINGÓ: Tiene cuatro funcionarios por turno para atender a 35 menores. El hogar tiene un cupo máximo de 24 internos.
HOGAR ARIEL: Aquí hay cuatro funcionarios por turno para 24 jóvenes y el lugar tiene una capacidad total para 12 menores.
HOGAR CERRITO: Son dos los funcionarios que atienden a 16 menores por turno. El lugar cuenta con una capacidad para 10 menores.
RECOMENDACIONES: En octubre de 2007 se realizó una visita del Comité de los Derechos del Niño, conformado por distintas organizaciones sociales, a los hogares Ser y Piedras de la Colonia Berro. El informe concluyó que no contaban con propuestas socioeducativas, infraestructura, alimentación o higiene adecuadas. Además indicó que en estos dos hogares el encierro es prácticamente de todo el día, con muy pocas horas de patio, y que el régimen es similar al de una cárcel.
Gremio cuestiona a Mateo Méndez
El motín que duró más de 24 horas en Colonia Berro, fue enfrentado entre funcionarios, policías (que no tuvieron intervención) y asesores del director del Interj el padre Mateo Méndez.
Un encargado de seguridad dialogó toda la tarde solo con los jóvenes. A la 1:30 de la madrugada lo hizo con una formación del Grupo Especial de Operaciones de la Policía resguardándole la espalda.
"Con una formación policial detrás, los chiquilines bajan la cabeza y dicen `me entrego`", explicó a El País la presidenta sindical Claudia Montenegro. La gremialista consideró que la demora en pedir ese apoyo policial por parte de las autoridades dio lugar al destrozo total del local y que se debió actuar antes. "Después de dos motines en un solo día, debieron traerlo a las 3 de la tarde, cuando hacía menos de una hora de iniciada la revuelta. Fue muy tarde", dijo.
El motín comenzó el miércoles las 14.15 horas y el Padre Mateo Méndez ingresó a la Colonia Berro pasada la medianoche y permaneció todo el día de ayer.
El País Digital, 17 de octubre

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