martes, 28 de octubre de 2008

Editorial: Una oportunidad para todos


por Daniel Solari


El 1º de noviembre es el comienzo de un final añorado por miles y miles de uruguayos y en particular de “Wilsonistas”. Queremos al Senador Larrañaga como legítimo heredero de esa corriente política sin prisa ni pausa, rumbo a la Presidencia de la República.
Los frenteamplistas esperaron ilusionados desde 1971 hasta el 2004 para gobernar y cambiar el destino de los uruguayos. Lamentablemente para el país, poco ha cambiado para bien desde dentro de fronteras. Y los cambios impulsados por Vázquez y el FA fueron malos o mejorables notoriamente.
El Wilsonismo ha tenido la capacidad de no anclarse a soluciones panfletarias y de contenido escaso. Desde la década del 60 hasta la fecha, ha propuesto diferentes soluciones para cada momento histórico.
No nos aferramos durante más de tres décadas a proponer iguales soluciones para distintos momentos históricos (como lo hizo el FA y luego en el Gobierno, aplicó las recetas que tanto criticó)
El mundo del siglo XXI exige permanente estudio y análisis de la coyuntura. A fines del siglo XX, nadie de los izquierdistas más reconocidos, imaginó un FA gobernando el Uruguay como cualquier neoliberal del planeta.
Nuestro programa de Gobierno, está en sus etapas finales. La Fundación para la Democracia Ferreira Aldunate trabaja para eso, Alianza Nacional se prepara y aceita los engranajes de una gran máquina cuya esencia es la gente.
Algunos ejes de la nueva propuesta de Jorge Larrañaga y Alianza Nacional serán: Un Gobierno de coalición sin exclusiones, porque no se puede gobernar sin la otra mitad del país.
La reforma de la salud del progresismo es “perjudicial para la salud”. Hay que mejorarla sustancialmente, se puede. Hoy ni los pacientes ni los médicos están conformes.
Cualquier reforma tributaria debe ser equitativa y la de Astori, no lo es. Habrá que trabajar intenso sobre el tema. Porque tanto hablar de legados y herencias, el progresismo le deja menudo agujero fiscal al próximo Presidente de derogarse el IRPF y el IASS como quieren algunos.
La seguridad pública no se arregla con 150 policías más que hace un mes patrullando las calles como plantea básicamente el progresismo. Basta con seguir los titulares de los diarios para “intuir” el grado de violencia e inseguridad que ha llegado nuestra sociedad.
La Educación con el progresismo, sólo ha tenido avances de sueldos (¡por suerte!) pero no se ha exigido calidad a cambio. Ni siquiera hay una nueva ley de Educación que derogue la del Dr. Sanguinetti, uno de los caballitos de batalla históricos del FA.
Reducir la pobreza no se soluciona con dádivas, se arregla con más trabajo y si hay que subvencionarlo para dignificar a la gente se hará.
El desarrollo del “interior” del país desde todos sus ángulos es impostergable. Es decir, la propuesta central del Wilsonismo de siempre. Seguir “ahuecando” el país es casi suicida para los casi 3 millones de habitantes que seguimos siendo desde hace décadas.
Las relaciones internacionales es otro déficit de este Gobierno. Tenemos los hombres adecuados y sobre todo, coherencia en las señales que demos al exterior. Eso incluye MERCOSUR y resto del mundo. El programa de Gobierno está en marcha, estamos a tiempo y preparándonos convenientemente.
Otros han tenido su oportunidad en el Gobierno, nosotros esperamos tenerla, pero no por descarte, varias generaciones nos sentimos representados y esperanzados en Alianza Nacional y Jorge Larrañaga, hacia allí nos encaminamos.
Nuestra fuerza política espera cumplir al menos, bien y honestamente con nuestras promesas preelectorales por la calidad de vida de nuestros compatriotas.
Por eso, por la esperanza de una columna inmensa de gente, que no se entrega a la mediocridad, a la pobreza y a la desigualdad, el 1º de noviembre a las 19 y 15 hs habla el Senador Jorge Larrañaga en el Cilindro, acompáñenos, es importante.
Y como siempre, por suerte….falta menos

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