Partidos. Votarán juntos en elecciones de octubre de 2009
Las alianzas electorales siguen de cara a octubre de 2009. El Partido Nacional acordó con la Unión Cívica en base a una plataforma "humanista y cristiana, en defensa de la vida, la familia y el bien común, y una economía al servicio de la persona".
Estos lineamientos darán lugar a propuestas en materia de seguridad, contrarias al aborto, a favor de la educación en valores, al rescate de la ética en el esfuerzo personal y colectivo, a políticas de fomento a la familia y a una economía social de mercado.
En una emotiva ceremonia plagada de alusiones públicas a la centenaria historia de ambos partidos - 170 años los blancos y 100 años los cívicos-, los presidentes de ambas colectividades políticas, Jorge Larrañaga, y Aldo Lamorte, anunciaron un acuerdo electoral por el cual votarán juntos en octubre de 2009.
Desde el retorno a la democracia en 1985, este es el primer acuerdo interpartidario que se concreta entre dos lemas autorizados por la Corte Electoral. Antes, en 1971, varios lemas que funcionaban independientemente confluyeron en lo que después sería el Frente Amplio. Ahora, los cívicos decidirán a qué precandidato presidencial del Partido Nacional apoyarán. La Unión Cívica comparecerá con su propia lista nacional al Senado y planchas a la Cámara de Representantes en todos los departamentos, informó ayer Lamorte.
La Unión Cívica obtuvo 4.800 votos en las elecciones de 2004, que no le alcanzó para una banca en Diputados.
En el primer gobierno de Julio Sanguinetti (1985-1990), el cívico Juan Vicente Chiarino fue ministro de Defensa. Además obtuvo dos bancas de diputados: Luis Daverede por Montevideo y Humberto Ciganda por San José.
Ciganda es un referente histórico de los cívicos. Participó en nombre de su partido en las negociaciones del Club Naval que dieron paso a la reapertura democrática con las elecciones nacionales de 1984.
La mesa que presidió la celebración del acuerdo estuvo integrada por Larrañaga, Lamorte, Ciganda, los secretarios de los respectivos órganos partidarios, Luis Alberto Heber y Álvaro Seccondo, y por el presidente de la Convención Nacional blanca, Carlos Daniel Camy.
Además de dirigentes partidarios y simpatizantes, desde la primera fila siguió los anuncios con atención el ex presidente y precandidato blanco por Unidad Nacional (UNA), Luis Alberto Lacalle.
COALICIÓN. Lamorte subrayó que la alianza tiene como sentido "contribuir a la conformación de un gobierno de coalición nacional", que el país "necesitará" a partir de 2010.
La alianza será "fraterna, positiva, y para juntar con afecto a los uruguayos", dijo Lamorte.
Lograr la independencia de la pobreza, la droga y la violencia que vive el país, es el objetivo de quienes suscribieron este acuerdo.
"Perseguimos el espíritu de la confraternidad nacional, y dejamos de lado algunas pequeñeces", subrayó el dirigente cívico.
Larrañaga valoró la permanencia de los "rasgos típicos" y la "independencia" de ambos partidos. "El acuerdo servirá para enfrentar el desafío de construir el bien común", aseguró.
Recordó a algunos de los ex integrantes de la Unión Cívica, como Juan Zorrilla de San Martín, Elías Regules o, más acá en el tiempo, Juan Vicente Chiarino y Federico Slinger. Valoró los esfuerzos que el partido cívico hizo para recuperar la democracia en los años 80.
Más que la cantidad de apoyo que el acuerdo reditúe a su fuerza política, Larrañaga destacó la "calidad" de la gente de la Unión Cívica, lo que consideró como algo "gravitante" para el nacionalismo.
Un grupo de cívicos con el PI
La alianza de la Unión Cívica con el Partido Nacional provocó el alejamiento del Movimiento de los Comunes, que vota desde 1994 con los cívicos. Ayer se anunció que este sector, por no compartir el acuerdo con los blancos, se incorporó al Partido Independiente. Este movimiento comparecerá en las elecciones con lista propia.
El País, 22 de agosto
Las alianzas electorales siguen de cara a octubre de 2009. El Partido Nacional acordó con la Unión Cívica en base a una plataforma "humanista y cristiana, en defensa de la vida, la familia y el bien común, y una economía al servicio de la persona".
Estos lineamientos darán lugar a propuestas en materia de seguridad, contrarias al aborto, a favor de la educación en valores, al rescate de la ética en el esfuerzo personal y colectivo, a políticas de fomento a la familia y a una economía social de mercado.
En una emotiva ceremonia plagada de alusiones públicas a la centenaria historia de ambos partidos - 170 años los blancos y 100 años los cívicos-, los presidentes de ambas colectividades políticas, Jorge Larrañaga, y Aldo Lamorte, anunciaron un acuerdo electoral por el cual votarán juntos en octubre de 2009.
Desde el retorno a la democracia en 1985, este es el primer acuerdo interpartidario que se concreta entre dos lemas autorizados por la Corte Electoral. Antes, en 1971, varios lemas que funcionaban independientemente confluyeron en lo que después sería el Frente Amplio. Ahora, los cívicos decidirán a qué precandidato presidencial del Partido Nacional apoyarán. La Unión Cívica comparecerá con su propia lista nacional al Senado y planchas a la Cámara de Representantes en todos los departamentos, informó ayer Lamorte.
La Unión Cívica obtuvo 4.800 votos en las elecciones de 2004, que no le alcanzó para una banca en Diputados.
En el primer gobierno de Julio Sanguinetti (1985-1990), el cívico Juan Vicente Chiarino fue ministro de Defensa. Además obtuvo dos bancas de diputados: Luis Daverede por Montevideo y Humberto Ciganda por San José.
Ciganda es un referente histórico de los cívicos. Participó en nombre de su partido en las negociaciones del Club Naval que dieron paso a la reapertura democrática con las elecciones nacionales de 1984.
La mesa que presidió la celebración del acuerdo estuvo integrada por Larrañaga, Lamorte, Ciganda, los secretarios de los respectivos órganos partidarios, Luis Alberto Heber y Álvaro Seccondo, y por el presidente de la Convención Nacional blanca, Carlos Daniel Camy.
Además de dirigentes partidarios y simpatizantes, desde la primera fila siguió los anuncios con atención el ex presidente y precandidato blanco por Unidad Nacional (UNA), Luis Alberto Lacalle.
COALICIÓN. Lamorte subrayó que la alianza tiene como sentido "contribuir a la conformación de un gobierno de coalición nacional", que el país "necesitará" a partir de 2010.
La alianza será "fraterna, positiva, y para juntar con afecto a los uruguayos", dijo Lamorte.
Lograr la independencia de la pobreza, la droga y la violencia que vive el país, es el objetivo de quienes suscribieron este acuerdo.
"Perseguimos el espíritu de la confraternidad nacional, y dejamos de lado algunas pequeñeces", subrayó el dirigente cívico.
Larrañaga valoró la permanencia de los "rasgos típicos" y la "independencia" de ambos partidos. "El acuerdo servirá para enfrentar el desafío de construir el bien común", aseguró.
Recordó a algunos de los ex integrantes de la Unión Cívica, como Juan Zorrilla de San Martín, Elías Regules o, más acá en el tiempo, Juan Vicente Chiarino y Federico Slinger. Valoró los esfuerzos que el partido cívico hizo para recuperar la democracia en los años 80.
Más que la cantidad de apoyo que el acuerdo reditúe a su fuerza política, Larrañaga destacó la "calidad" de la gente de la Unión Cívica, lo que consideró como algo "gravitante" para el nacionalismo.
Un grupo de cívicos con el PI
La alianza de la Unión Cívica con el Partido Nacional provocó el alejamiento del Movimiento de los Comunes, que vota desde 1994 con los cívicos. Ayer se anunció que este sector, por no compartir el acuerdo con los blancos, se incorporó al Partido Independiente. Este movimiento comparecerá en las elecciones con lista propia.
El País, 22 de agosto
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