La Auditoría Interna de la Nación constató falta de seguimiento en los controles que se aplican luego de que se otorgan los beneficios a quienes están acogidos en el Plan Alimentario Nacional del Mides. La directora del organismo, Laura Remersaro, afirmó que se recomendó realizar un seguimiento mas exhaustivo a los niños para garantizar que concurren a los centros educativos y de salud, y sostuvo que los controles son muy magros.
El informe realizado por la Auditoría Interna de la Nación, que va desde 2007 hasta el primer semestre de 2008, establece que en el caso del Plan Alimentario Nacional (PAN), cuyo objetivo es garantizar la cobertura de las necesidades alimentarias de la población, los controles del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) presentaron algunas alteraciones y son muy magros.
Según la Auditoría, hubo debilidades en el control de la contraparte de estos programas. "Estamos estudiando el Plan Alimentario Nacional y llegamos a los controles de contraparte. No fuimos a evaluar los objetivos sociales ni a la población objetivo, sino a la contraprestación de ellos. En ese sentido, se efectuaron recomendaciones para futuros planes de modo de mejorar esas contraprestaciones y lograr el objetivo último de estos planes que es la inclusión social", explicó Laura Remersaro, directora del organismo.
Según lo analizado, las bases de datos para realizar estos controles no son del todo confiables, ya que se constatan algunas diferencias. El diario El País informa hoy que "los beneficiarios del PAN surgen de la base de datos remitida cada mes por el BPS a través de medios informáticos, en los que se detalla el estado de los hogares beneficiarios del Programa Ingreso Ciudadano", según explica el documento.
La División Informática del ministerio es la que procesa los datos, pero estos no coinciden con los proporcionados al Banco República (BROU) y la auditoría sostiene que estos cambios se efectuaron "sin documentación que los respalde". Por esto, se reclama que se realice una "auditoría informática" para establecer el grado de "confiabilidad" e "integridad" de los datos.
"La población objetivo fue pasada por bases de datos que brindó el Banco de Previsión Social y las intendencias, de modo que no tuvo mayores dificultades en identificarse. Pero nosotros planteamos que cada ama de casa o padre de familia que estaba recibiendo un monto mensual tenía la contraprestación de que los niños fueran al colegio y al médico. Estos controles son muy novedosos y hay que aceitar ese monitoreo", agregó la jerarca.
En cuento a las transferencias realizadas al BROU, se determinó que se realizaron movimientos en una cuenta corriente en base a información del banco y no del Mides, contrariando la normativa. Además, el BROU no presentó las rendiciones de cuenta de las transferencias a las cuentas de los beneficiarios, por lo que la Auditoría exige la presentación de esta documentación.
Plan finalizado. El PAN, como programa independiente, finalizó en diciembre de 2007, amparando a 75.000 personas y ahora es continuado por el Plan de Equidad.
Ante la consulta de que el plan ya terminó y el por qué de estos comentarios en este momento, Remersaro dijo que las recomendaciones se dan para aplicar a este nuevo plan.
"Estamos hablando de que la contraprestación puede ser la concurrencia de los niños a la escuela o a los controles médicos y odontológicos, pero eso hay que verificarlo, hay que ir a hacer el monitoreo en las escuelas o policlínicas para ver el cumplimiento. Esos controles no están del todo aceitados y a ellos es que nos estamos refiriendo", explicó.
En diciembre de 2007 muchos de los beneficiarios percibieron el subsidio pero compraron "artículos no autorizados" por el Mides, según el análisis de la operatividad de los más de 480 comercios adheridos a ese programa. Ante esto, la Auditoria reclamó que se implementen procedimientos de control "para prevenir apartamientos en las compras de productos autorizados por el programa".
Remersaro dijo que mas allá de controlar a dónde fueron destinados los rubros otorgados, el control debe hacerse en las franjas etarias de los niños y la inclusión social de ellos a través de la concurrencia a la escuela y a los centros de salud.
"El control es magro. En las primeras medidas quizá las muestras deben ser mayores y realizar un seguimiento mucho más atento a los padres, pero eso no se logró. No es que el Mides no lo tuviera claro, pero no ha tenido el suficiente tiempo ni dotación de recursos para ponerlo con tanta asiduidad como se debería", sostuvo.
El Espectador, 25 de agosto
El informe realizado por la Auditoría Interna de la Nación, que va desde 2007 hasta el primer semestre de 2008, establece que en el caso del Plan Alimentario Nacional (PAN), cuyo objetivo es garantizar la cobertura de las necesidades alimentarias de la población, los controles del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) presentaron algunas alteraciones y son muy magros.
Según la Auditoría, hubo debilidades en el control de la contraparte de estos programas. "Estamos estudiando el Plan Alimentario Nacional y llegamos a los controles de contraparte. No fuimos a evaluar los objetivos sociales ni a la población objetivo, sino a la contraprestación de ellos. En ese sentido, se efectuaron recomendaciones para futuros planes de modo de mejorar esas contraprestaciones y lograr el objetivo último de estos planes que es la inclusión social", explicó Laura Remersaro, directora del organismo.
Según lo analizado, las bases de datos para realizar estos controles no son del todo confiables, ya que se constatan algunas diferencias. El diario El País informa hoy que "los beneficiarios del PAN surgen de la base de datos remitida cada mes por el BPS a través de medios informáticos, en los que se detalla el estado de los hogares beneficiarios del Programa Ingreso Ciudadano", según explica el documento.
La División Informática del ministerio es la que procesa los datos, pero estos no coinciden con los proporcionados al Banco República (BROU) y la auditoría sostiene que estos cambios se efectuaron "sin documentación que los respalde". Por esto, se reclama que se realice una "auditoría informática" para establecer el grado de "confiabilidad" e "integridad" de los datos.
"La población objetivo fue pasada por bases de datos que brindó el Banco de Previsión Social y las intendencias, de modo que no tuvo mayores dificultades en identificarse. Pero nosotros planteamos que cada ama de casa o padre de familia que estaba recibiendo un monto mensual tenía la contraprestación de que los niños fueran al colegio y al médico. Estos controles son muy novedosos y hay que aceitar ese monitoreo", agregó la jerarca.
En cuento a las transferencias realizadas al BROU, se determinó que se realizaron movimientos en una cuenta corriente en base a información del banco y no del Mides, contrariando la normativa. Además, el BROU no presentó las rendiciones de cuenta de las transferencias a las cuentas de los beneficiarios, por lo que la Auditoría exige la presentación de esta documentación.
Plan finalizado. El PAN, como programa independiente, finalizó en diciembre de 2007, amparando a 75.000 personas y ahora es continuado por el Plan de Equidad.
Ante la consulta de que el plan ya terminó y el por qué de estos comentarios en este momento, Remersaro dijo que las recomendaciones se dan para aplicar a este nuevo plan.
"Estamos hablando de que la contraprestación puede ser la concurrencia de los niños a la escuela o a los controles médicos y odontológicos, pero eso hay que verificarlo, hay que ir a hacer el monitoreo en las escuelas o policlínicas para ver el cumplimiento. Esos controles no están del todo aceitados y a ellos es que nos estamos refiriendo", explicó.
En diciembre de 2007 muchos de los beneficiarios percibieron el subsidio pero compraron "artículos no autorizados" por el Mides, según el análisis de la operatividad de los más de 480 comercios adheridos a ese programa. Ante esto, la Auditoria reclamó que se implementen procedimientos de control "para prevenir apartamientos en las compras de productos autorizados por el programa".
Remersaro dijo que mas allá de controlar a dónde fueron destinados los rubros otorgados, el control debe hacerse en las franjas etarias de los niños y la inclusión social de ellos a través de la concurrencia a la escuela y a los centros de salud.
"El control es magro. En las primeras medidas quizá las muestras deben ser mayores y realizar un seguimiento mucho más atento a los padres, pero eso no se logró. No es que el Mides no lo tuviera claro, pero no ha tenido el suficiente tiempo ni dotación de recursos para ponerlo con tanta asiduidad como se debería", sostuvo.
El Espectador, 25 de agosto
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