De manera pública, hace tres meses que se maneja la designación del Sacerdote Salesiano Mateo Méndez para responsabilizarse de la Colonia Berro, foco de violencia permanente en nuestra sociedad.
En realidad, si pensamos que según el Gobierno progresista existiría un yacimiento de gas en la plataforma continental pero tomará más de tres años novedades concluyentes, 3 meses no parecen demasiado.
Por supuesto que, la práctica de anunciar mucho y concretar poco ya es la marca registrada del Presidente Vázquez.
En estos días, corre la versión de que Vázquez procesaría algunos cambios “extra” aprovechando la inminente renuncia de Astori por motivos electorales.
Luego del estrepitoso fracaso del Gobierno Progresista en el manejo del INAU y en particular con la Colonia Berro, el Ministro Arismendi, el Directorio del INAU y las autoridades del INTERJ y muchos de los funcionarios técnicos a dedo o por méritos, deberían renunciar del primero al último, parafraseando al ex Presidente Batlle, si tuviesen un mínimo de vergüenza.
Más de tres años vanagloriándose de la capacidad funcional y operativa del personal y del presupuesto obtenido para finalmente auxiliarse mediante un sacerdote católico para que éste, apague el incendio provocado por el propio Gobierno (made in Progresismo).
En primera instancia, recordarle al Presidente Vázquez que tiene unos cuantos funcionarios de confianza en el MIDES para cesar y recambiar; aunque si se dejaran vacantes los cargos, le haría un favor a la sociedad, bajaría gasto público ineficiente.
Mientras, el Estado laico del Progresismo se pone de acuerdo para que el Padre Mateo Méndez tome parcial o totalmente la Colonia Berro sin que haya algún tipo de renuncia o menoscabo a la laicidad.
El tiempo corre inexorablemente, no es un llamado a licitación de alguna compra estatal, la Colonia Berro sigue explotando continuamente. Los bomberos ya tendrían que actuar ó lo van a dejar para resolverlo en otro periodo de gobierno porque sólo un periodo no alcanza..
Una línea extremadamente delgada separa a Mateo Méndez (sacerdote salesiano y funcionario público) de cumplir o no, con el principio de laicidad.
Los próximos meses nos mostrarán más datos, que nos permitirá posicionarnos definitivamente sobre la discusión laicismo, laicidad y el Estado uruguayo (no confesionista) que ahora muchos parecen dudar.
por Daniel Solari
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