Recibieron ayer sanción legislativa dos proyectos de ley que, como señaló Michelini en su calidad de miembro informante, se inscriben en la lucha del gobierno contra la inflación. El líder neoespacial se explayó en consideraciones sobre la inflación, sus características, sus causas y sus efectos, recalcando que estas medidas no significan que debamos alarmarnos por hallarnos ante un brote inflacionario, sino que debemos evitar que el fenómeno se dispare.
Como la incidencia del precio de algunos vegetales resulta significativa, es lógico que el gobierno trate de corregirlo. Explicó, por otra parte, que hay una suerte de "efecto arrastre" que incide positivamente a la baja de los precios. La baja de la carne picada, por ejemplo, lleva a que otros cortes también experimenten una baja.
A Michelini lo sucedió Isaac Alfie, quien, de entrada nomás, aseguró que si en cualquier universidad del mundo un estudiante respondiera que las medidas contenidas en los proyectos de ley son adecuadas para combatir la inflación, sería bochado sin más trámite. Toda su elocución se centró en criticar ácidamente la política económica del gobierno, el atraso cambiario, el gasto público, el déficit fiscal, los aumentos salariales y de pasividades, etcétera. Advirtió que el oficialismo confunde IPC con inflación, y cuestionó duramente los artículos 3 y 4 que facultan al sector público (gobierno nacional y gobiernos departamentales) a comprar y vender alimentos.
Jorge Gandini, en calidad de suplente de Eber da Rosa, fue mucho menos duro, aunque dejó en claro que el Partido Nacional acompaña las medidas a regañadientes y con la casi convicción de que no servirán de mucho. Aseguró que las medidas apuntan a contener la inflación, pero en realidad apuntan a los efectos y no a las causas.
Don Carlos Moreira también expresó sus dudas respecto de la eficacia de las medidas y criticó la posibilidad de que el Estado compre y venda alimentos. "Vamos a volver a los expendios municipales, de nefasta memoria", sentenció. A esta altura se produjo un dialogado con Mujica primero y después con Ríos, pero todo en un tono de respeto mutuo.
Couriel, a su vez, afirmó que el gobierno está actuando correctamente al mirar rubro por rubro, y aseguró que los salarios y pasividades no son causantes de la inflación.
Al final, los proyectos fueron aprobados por unanimidad de presentes (23 en 23), con excepción de los artículos 3 y 4, que sólo cosecharon los 17 votos oficialistas.
La República, 6 de febrero
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