jueves, 19 de febrero de 2009

Denuncia de coima millonaria en licitación de Hotel Carrasco





El abogado del grupo Hyatt-Liberman dijo a Espectador.com que el proyecto que Codere presentó a la licitación del Hotel Casino Carrasco y que fue puntuado primero por la IMM, le fue ofrecido antes a Liberman con la certeza de que poniendo algunos millones de dólares arriba sería el ganador.
“Ese ofrecimiento existió y fue inmediatamente rechazado por Liberman y fue denunciado al líder del sector político al que pertenecía la persona que hizo el ofrecimiento”, afirmó el abogado Ariel Gianola.De acuerdo a Gianola “hay varios testigos de esa reunión”, celebrada en 2007. La persona que hizo el ofrecimiento a Liberman fue Bernardo Larre Borges, un ex militante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. El abogado de Hyatt-Liberman contó que de inmediato se le notificó a Mujica del hecho. “Se le advirtió para saber si se estaba en un procedimiento de transparencia que ameritara hacer una presentación cabal”. El líder del MPP le dijo a Liberman que se presentara al llamado pues no habría ninguna irregularidad. “En es momento Mujica le dio las garantías, sino no se hubiera presentado”, reafirmó Gianola.El 9 de mayo de 2008 se abrió el primer sobre de la licitación. Allí estaban los proyectos presentados por Liberman y Hyatt, por el grupo portugués Pestana, por las firmas Tsakos y Codere. Los representantes de Liberman descubrieron allí que el proyecto de Codere era similar al que le había ofrecido a Liberman para ganar. Una diferencia: el trabajo de Codere fue avalado por dos arquitectos de Neuquén, Argentina, en tanto, el que había sido ofrecido al grupo Hyatt estaba firmado por el arquitecto uruguayo Martín Gómez Platero.“Aquellos planos exhibidos (a Liberman) en su momento coincidieron con los planos de la firma que va primera en el puntaje una vez que se produjo la apertura en las ofertas. A tal punto, que, invitado un arquitecto a que contemplara si se trataba o no de los planos que se habían realizado, éste manifestó su aquiescencia respecto de la identidad con pequeñas modificaciones”, explicó Gianola. “Siempre me llamo la atención que unos planos de la lejana Neuquén pudiera ser elaborado en el cortísimo plazo con el que se contó para hacerlo y sin vistas del estudio pertinente al propio hotel. Al contrario de las más de 30 realizadas por el equipo de arquitectos de Jaime Lerner”.Gianola aclaró que nunca dijo que los planos fueran copiados, sino que eran iguales y que si el procedimiento licitatorio “no se encausa” van a salir a luz otros elementos “que echarán abajo el procedimiento”.“No es posible que haya cerca de 20 dictámenes de los grados cinco de derechos administrativo, comercial y bancario y de agrimensura señalando la flagrante apartamiento del pliego y que nadie reaccione”, afirmó. “En mi vida profesional no he conocido un proceso de evaluación que admitiera el incumplimiento de requisitos de admisibilidad en una forma tan burda como se producen en este expediente, cuando la administración ya no tenía más que conceder las razones de nuestras observaciones, sobreviene la contratación de un asesor que tiene una tesis inédita en el país por el cual todo vale, es decir las normas que determinó el pliego permite una laxitud de cumplirlas cuando niega en gana al oferente y a la administración y de ese modo mantienen en el procedimiento a un oferente que debieron calificar desde el mismo inicio del procedimiento, no hacerlo obviamente que alienta toda sospecha”.Ariel Gianola cree que en la medida en que el Intendente no se ha pronunciado y en forma cauta va a enviar el expediente en consulta al Tribunal de Cuentas exista una conclusión de este procedimiento de acuerdo a derecho. “De la perplejidad que hasta el momento me ha provocado la continuidad de la ilegalidad tan marcada tengo la esperanza que si aún vivimos en un estado de derecho, la verdad jurídica resplandezca y Montevideo pueda contar con un hotel y casino del más alto nivel”, concluyó.
El Espectador, 19 de febrero

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