viernes, 27 de febrero de 2009

La renuncia de Mateo Méndez (La Diaria)





No sólo de esperanza
Mateo Méndez renunció al Instituto Técnico de Rehabilitación Juvenil (Interj)
“El Interj tiene mucho de enfermo, perverso y de corrupción”.
Tales fueron las palabras del cura salesiano Mateo Méndez, quien ayer anunció en conferencia de prensa que renunciaba al cargo de director de dicha institución, junto
a todo el equipo que lo acompaña desde agosto del año pasado. Méndez dijo, tras seis meses de gestión, que la situación actual no permite concretar proyectos ni iniciativas. Entre las causas que lo llevaron a bajar los brazos, mencionó la imposibilidad de incorporar personal nuevo para desarrollar su propuesta, así como actitudes de adultos que trabaron el avance. Cuando se le pidió que explicara eso, armó que algunos funcionarios no compartían el objetivo de que el adolescente sea el centro. “Insume más tiempo acomodar situaciones de adultos que el trabajo con los adolescentes”, resumió.
Según dijo, hubo gente que entendió, se sumó a la propuesta y vio que había otro modo de trabajar, pero los escollos se presentaron porque no todos lo vieron de ese modo. Y agregó que la institución debería ser inteligente y nutrirse de gente esperanzada.
Consultado sobre si en el Interj hay una interna que no se puede superar, contestó que “eso sucede en todas las instituciones donde se comparten y no se comparten cosas”, y que él pretendía un respaldo mínimo para su proyecto. “Cuando hay algo nuevo todos somos propensos a desconfiar, por ahí se creía que esto era imposible de realizar. Para desarrollar esta tarea necesitamos gente que crea que el adolescente tiene posibilidades de cambio cuando se le ofrecen las oportunidades”, apuntó.
A su entender, el Interj se debe “una mirada crítica, profunda, y debe preguntarse si está cumpliendo el cometido para el cual fue creado”, ya que “no todos están en la misma línea y por ahí hay un camino a recorrer”.
Por otra parte, comentó que “cuando uno se aproxima al trabajo con los menores infractores
tiene que despojarse de muchas cosas, como el creer que uno lo sabe todo. Hay que ser humilde y reconocer que ellos también pueden enseñarnos algo”. Para Méndez, el poder político no debería visitar estos lugares en busca de réditos, porque es la vida de los adolescentes la que está en juego. Habló de prácticas que no comparte y de mediocridad que no permite hacer las cosas de corazón.
“No estamos de acuerdo con que las cosas no estén en función del adolescente. Hay cosas que la institución sabe, juegos y trampas que se dan en el manejo cotidiano.
Capaz que nos faltó cerrar un ojo”, dijo, y agregó que hay cosas que no se podía dejar pasar, pero no dijo exactamente cuáles. Víctor Giorgi, presidente de INAU, comentó que las palabras de Méndez eran de recibo, y que vocablos como “corrupción” disparan muchas ideas. Mencionó que cuando hay 68 funcionarios en planilla, y se dice que no hay funcionarios, uno piensa que hay una conspiración para ocultar la verdad. Hizo referencia a las licencias médicas masivas que “recargan a los otros funcionarios”, y contó que muchas veces, cuando los médicos van a la casa de los certificados, éstos no se encuentran allí. Finalmente, informó que se está gestionando un decreto de esencialidad, porque actualmente el gremio de INAU pide que no ingresen más chicos y “esas situaciones desgastan a cualquiera”. Giorgi afirmó que la reclusión es el núcleo duro de la política de infancia y está cercada por intereses de todo tipo
La renuncia causó gran malestar en Alianza Progresista. Juan Andrés Roballo, diputado de ese sector frenteamplista, dijo a la diaria que su agrupación buscará que se establezcan las responsabilidades políticas que influyeron en la toma de esa decisión. “Mateo Méndez
tenía el respaldo de todo el sistema político, pero hubo un órgano que en principio estamos viendo que no le otorgó los instrumentos necesarios, estamos hablando del directorio del INAU”, precisó el legislador. Roballo señaló que su sector “respalda absolutamente a Mateo, a su gestión y a su equipo”, y entiende que “el proceso que había iniciado, de cambio de paradigma en la atención de menores infractores, generaba mucha esperanza, sobre todo porque teníamos expectativas de que iba a permear al sistema de mayores. Se trataba de un proceso que tiene como centro la dignidad de la persona humana y que había
empezado a dar sus frutos”.
Hay que esclarecer quiénes fueron responsables de “las dificultades insalvables a las que se
enfrentó” Méndez, pero antes el grupo del vicepresidente Nin Novoa verá “cómo reacciona el resto del sistema”, dijo Roballo.
La Diaria, 27 de febrero

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