viernes, 8 de mayo de 2009

Ya no hay espacio fiscal para contener inflación


Aunque la inflación logró ser controlada por el gobierno, los economistas Oddone, Rosselli, Santo y Comas consideran que las medidas orientadas en ese sentido comprometieron al extremo las cuentas públicas uruguayas
Los instrumentos orientados a controlar la inflación anualizada en un dígito y en línea con los objetivos del gobierno se han agotado y la convergencia de los precios a la baja es inestable, según estimaron los analistas que expusieron este jueves en las XI Jornadas de Coyuntura Económica organizadas por la Facultad de Ciencias Económicas de la Udelar.
La inflación fue contenida en 2008 con subsidios y ajustes de tarifas que comprometieron las cuentas nacionales, acompañados de una política monetaria restrictiva que afectó el tipo de cambio real y de este modo la competitividad del país en detrimento de algunos sectores productivos.
Esta convicción fue el denominador común de las ponencias de los economistas Gabriel Oddone (Cinve), Pablo Rosselli (Deloitte), Mercedes Comas (Pricewaterhouse Coopers) y Michele Santo en el marco de una mesa redonda titulada “Claves de la coyuntura y medidas para afrontar la crisis”.
“En 2009 no hay espacio fiscal para actuar sobre la inflación”, dijo Oddone, quien destacó que la desaceleración de la economía uruguaya será muy profunda, ya que el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) en 2008 fue de 8,9% y sus estimaciones para 2009 son de apenas 0,7%.
Además, el economista indicó que el tipo de cambio real con Brasil se mantiene en torno a valores promedio históricos, a pesar de que algunos sectores y mercados enfrentan desafíos de competitividad (como las curtiembres, las metalúrgicas y las autopartes). En este sentido, el economista afirmó que “el rol de las políticas macroeconómicas es asegurar la estabilidad macro y preservar los equilibrios generales, no es asegurar la competitividad de todos los sectores y todos los mercados”.
Por su parte, Roselli enfatizó que Uruguay “no cuenta con espacio para una política fiscal más expansiva, que por otra parte no debería ser combinada con una política monetaria que todavía es contractiva”, e indicó que el deterioro de las cuentas públicas en el último año constituye un factor de riesgo particularmente significativo si se prolongara la recesión mundial.
Santo también destacó su preocupación por el “deterioro sustancial de las cuentas fiscales” e indicó que si bien el superávit primario bajó por la sequía y el costo del petróleo, también existieron decisiones políticas que perjudicaron el resultado fiscal en un contexto donde la recaudación tributaria ha crecido notoriamente. Y remató: “No me extrañaría que termináramos sin superávit primario”.
Comas agregó que el panorama en materia de rentabilidad de las empresas está empeorando, por lo que si bien la recaudación de la Dirección General Impositiva (DGI) creció en el primer trimestre de 2009, esto podría ser reflejo de una inercia de los resultados de las empresas durante 2008 a través de su tributación por concepto del Impuesto a la Renta de las Actividades Empresariales (IRAE).
(Observa), 8 de mayo

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