El 60% apoya el voto de emigrados en consulados. SIN EMBARGO, SOLO EL 45% RESPALDARÍA UN PLEBISCITO PARA EL VOTO EPISTOLAR
Hay entre 400.000 y 600.000 uruguayos fuera del país. Su derecho a incidir en las elecciones nacionales ha sido un tema de profundo debate. Según la última encuesta de Interconsult, el 60% apoya el voto consular. Algunos hablan de 400.000 uruguayos viviendo en el exterior, otros estiman que esta cifra ha llegado a los 600.000 y que continúa creciendo. Pero más allá de estas estimaciones, nadie duda de que el contingente de uruguayos que residen fuera de fronteras es proporcionalmente muy elevado dada nuestra escasa población. Si efectivamente fueran 600.000 los residentes en el exterior, significa que aproximadamente el 15% de los uruguayos no viven en nuestro territorio. Según encuestas de Interconsult, ya en 2005 una sexta parte de los uruguayos decía tener pensado irse del país, donde aproximadamente un 11% de la población adulta tenía posibilidades reales de hacerlo (lugar de destino y contactos). Estos guarismos aumentan en la medición de mediados de 2006, con casi la quinta parte que piensa en emigrar y un 13% que cuenta con posibilidades reales. En 2007 la cifra crecía hasta el 29%, con un 20% que tenía posibilidades reales de hacerlo, no muy lejos de las estimaciones oficiales que hablan de una emigración del 17% durante 2007. También según encuestas de Interconsult, en 2008 la predisposición a emigrar baja al 17%, para volver a subir este año con una cifra del 27% que está pensando en irse del país. Asociado con este fenómeno social, desde ámbitos políticos, en particular con este gobierno, se ha insistido en la necesidad de "acercar" a los uruguayos que viven en el exterior y si fuera posible facilitar las condiciones para su regreso al país. Una forma de acercarlos al país pasaba por habilitar sus derechos ciudadanos habilitando la posibilidad de que se pudiera votar fuera de fronteras, como ocurre en varios otros países. Claro que en este aspecto no existen muchos consensos, dado que históricamente se asocia a los emigrantes con la izquierda. Es más, en la última elección se generó la creencia de que los uruguayos residentes en Argentina fueron claves para dar el triunfo al Frente Amplio dadas las facilidades que el gobierno de Kirchner dio para que los uruguayos residentes en su país vinieran a votar. Quizás la misma creencia es la que más motiva a los legisladores frentistas a impulsar el voto consular o epistolar. De cualquier forma, el hecho es que conjuntamente con las elecciones de octubre los uruguayos tendremos que decidir en un plebiscito si se habilita o no el voto epistolar. La idea de extender los derechos ciudadanos del voto a los uruguayos (y uruguayas) que viven en el exterior se inicia en base al llamado voto consular, donde en cada consulado se instalan mesas de votación a las cuales pueden acceder los emigrantes uruguayos en igualdad de condiciones con los residentes en el país. Este mecanismo es el más común en otras latitudes. Esta idea, propuesta desde filas del FA, contaba con apoyos de otros sectores políticos, generándose una especie de consenso al respecto. Esta propuesta contaba con mayorías ciudadanas (56%), según encuestas de Interconsult en el año 2008. Sin embargo, desde filas del gobierno surge la alternativa del voto epistolar, por el cual los residentes en el exterior podrán votar por correspondencia, con lo cual se facilitaba la posibilidad de votar desde cualquier rincón del planeta, existiera o no una oficina consular. Pero ya esta propuesta no cuenta con el apoyo de los partidos de oposición y el gobierno decide plebiscitarla en las próximas elecciones del mes de octubre. Según los resultados de la última encuesta de Interconsult en exclusividad con Ultimas Noticias, la posibilidad del voto consular cuenta con el apoyo de 6 de cada 10 personas mayores de 17 años que residen en Uruguay, mientras que un 39% se expresa en contra de la misma. Sin embargo, cuando la pregunta refiere al grado de acuerdo-desacuerdo con el voto epistolar a plebiscitarse en octubre próximo, las opiniones de los entrevistados se encuentran divididas en partes casi iguales. Casi la mitad de los entrevistados por Interconsult (49%) se expresa en contra de dicha posibilidad, mientras que un 45% lo hace a favor, con un 6% que no tiene opinión o prefiere no expresarla. Claramente los simpatizantes del Frente Amplio son los más proclives a la posibilidad del voto epistolar, según lo expresado por el 73% de ellos, mientras que un 74% de los votantes blancos y 78% de los colorados son contrarios a la misma. Como puede apreciarse, el nivel de politización del tema desde el punto de vista partidario es muy fuerte. En cambio, la posibilidad del voto consular cuenta con el apoyo de un 87% de los frentistas, así como con el 39% de los simpatizantes de los partidos opositores. En cuanto al voto epistolar, este recibe su mayor apoyo entre los montevideanos 54% y las personas de menor nivel educativo (56%), mientras que sectores medios y residentes en el interior del país en forma mayoritaria son contrarios al mismo. También resulta interesante conocer la opinión de aquellas personas que, residiendo en Uruguay, están pensando en emigrar. Sorpresivamente, este sector de la población es menos proclive al voto epistolar (47%) que quienes no han pensado en emigrar (50%). Posiblemente estos resultados se expliquen porque quienes piensan en emigrar son personas con altos niveles de disconformidad con el país y con bajos niveles de interés en la política.
Últimas Noticias, 18 de mayo
Hay entre 400.000 y 600.000 uruguayos fuera del país. Su derecho a incidir en las elecciones nacionales ha sido un tema de profundo debate. Según la última encuesta de Interconsult, el 60% apoya el voto consular. Algunos hablan de 400.000 uruguayos viviendo en el exterior, otros estiman que esta cifra ha llegado a los 600.000 y que continúa creciendo. Pero más allá de estas estimaciones, nadie duda de que el contingente de uruguayos que residen fuera de fronteras es proporcionalmente muy elevado dada nuestra escasa población. Si efectivamente fueran 600.000 los residentes en el exterior, significa que aproximadamente el 15% de los uruguayos no viven en nuestro territorio. Según encuestas de Interconsult, ya en 2005 una sexta parte de los uruguayos decía tener pensado irse del país, donde aproximadamente un 11% de la población adulta tenía posibilidades reales de hacerlo (lugar de destino y contactos). Estos guarismos aumentan en la medición de mediados de 2006, con casi la quinta parte que piensa en emigrar y un 13% que cuenta con posibilidades reales. En 2007 la cifra crecía hasta el 29%, con un 20% que tenía posibilidades reales de hacerlo, no muy lejos de las estimaciones oficiales que hablan de una emigración del 17% durante 2007. También según encuestas de Interconsult, en 2008 la predisposición a emigrar baja al 17%, para volver a subir este año con una cifra del 27% que está pensando en irse del país. Asociado con este fenómeno social, desde ámbitos políticos, en particular con este gobierno, se ha insistido en la necesidad de "acercar" a los uruguayos que viven en el exterior y si fuera posible facilitar las condiciones para su regreso al país. Una forma de acercarlos al país pasaba por habilitar sus derechos ciudadanos habilitando la posibilidad de que se pudiera votar fuera de fronteras, como ocurre en varios otros países. Claro que en este aspecto no existen muchos consensos, dado que históricamente se asocia a los emigrantes con la izquierda. Es más, en la última elección se generó la creencia de que los uruguayos residentes en Argentina fueron claves para dar el triunfo al Frente Amplio dadas las facilidades que el gobierno de Kirchner dio para que los uruguayos residentes en su país vinieran a votar. Quizás la misma creencia es la que más motiva a los legisladores frentistas a impulsar el voto consular o epistolar. De cualquier forma, el hecho es que conjuntamente con las elecciones de octubre los uruguayos tendremos que decidir en un plebiscito si se habilita o no el voto epistolar. La idea de extender los derechos ciudadanos del voto a los uruguayos (y uruguayas) que viven en el exterior se inicia en base al llamado voto consular, donde en cada consulado se instalan mesas de votación a las cuales pueden acceder los emigrantes uruguayos en igualdad de condiciones con los residentes en el país. Este mecanismo es el más común en otras latitudes. Esta idea, propuesta desde filas del FA, contaba con apoyos de otros sectores políticos, generándose una especie de consenso al respecto. Esta propuesta contaba con mayorías ciudadanas (56%), según encuestas de Interconsult en el año 2008. Sin embargo, desde filas del gobierno surge la alternativa del voto epistolar, por el cual los residentes en el exterior podrán votar por correspondencia, con lo cual se facilitaba la posibilidad de votar desde cualquier rincón del planeta, existiera o no una oficina consular. Pero ya esta propuesta no cuenta con el apoyo de los partidos de oposición y el gobierno decide plebiscitarla en las próximas elecciones del mes de octubre. Según los resultados de la última encuesta de Interconsult en exclusividad con Ultimas Noticias, la posibilidad del voto consular cuenta con el apoyo de 6 de cada 10 personas mayores de 17 años que residen en Uruguay, mientras que un 39% se expresa en contra de la misma. Sin embargo, cuando la pregunta refiere al grado de acuerdo-desacuerdo con el voto epistolar a plebiscitarse en octubre próximo, las opiniones de los entrevistados se encuentran divididas en partes casi iguales. Casi la mitad de los entrevistados por Interconsult (49%) se expresa en contra de dicha posibilidad, mientras que un 45% lo hace a favor, con un 6% que no tiene opinión o prefiere no expresarla. Claramente los simpatizantes del Frente Amplio son los más proclives a la posibilidad del voto epistolar, según lo expresado por el 73% de ellos, mientras que un 74% de los votantes blancos y 78% de los colorados son contrarios a la misma. Como puede apreciarse, el nivel de politización del tema desde el punto de vista partidario es muy fuerte. En cambio, la posibilidad del voto consular cuenta con el apoyo de un 87% de los frentistas, así como con el 39% de los simpatizantes de los partidos opositores. En cuanto al voto epistolar, este recibe su mayor apoyo entre los montevideanos 54% y las personas de menor nivel educativo (56%), mientras que sectores medios y residentes en el interior del país en forma mayoritaria son contrarios al mismo. También resulta interesante conocer la opinión de aquellas personas que, residiendo en Uruguay, están pensando en emigrar. Sorpresivamente, este sector de la población es menos proclive al voto epistolar (47%) que quienes no han pensado en emigrar (50%). Posiblemente estos resultados se expliquen porque quienes piensan en emigrar son personas con altos niveles de disconformidad con el país y con bajos niveles de interés en la política.
Últimas Noticias, 18 de mayo
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