martes, 19 de mayo de 2009

Analistas alertan riesgos ante posible devaluación argentina


Tres consultoras uruguayas con nexos técnicos con Argentina advierten sobre una escenario de devaluación en el país vecino. Sobran indicios, coinciden. Y dicen que hay un deterioro importante de la economía argentina.
La devaluación en Argentina está a la vuelta de la esquina y tendrá consecuencias sobre Uruguay. Estas son algunas de las conclusiones a las que arribaron los economistas Pablo Rosselli, Pablo Moya y Ramón Pampín, tres analistas de primer nivel consultados por Ultimas Noticias. Para Pablo Rosselli, director de la consultora Deloitte, se observa un escenario de devaluación nominal del peso argentino en 2009 y 2010. "El tipo de cambio terminará este año por encima de $ 4 y podría terminar cerca de $ 5 el año que viene", dijo. Por otro lado, sostuvo que este análisis debe realizarse a la luz de la inflación en Argentina "que sigue siendo bastante alta", dijo Rosselli. En 2008, la inflación cerró en el 20% y este año, según sus proyecciones estará por encima del 10%. Estos datos están bastante lejos de las estadísticas del Indec, cuyas cifras "son poco creíbles". Deloitte se apoya en el Indicador General de Actividad de Orlando Ferrere, una consultora argentina. "El año pasado, Argentina sufrió una importante pérdida de competitividad frente a la mayoría de los países con los que comercia y con aquellos con los que compite". Rosselli explicó esta falta de competitividad por varios factores y remarcó que durante años Argentina aplicó una política económica muy expansiva, intentó tener un tipo de cambio elevado y para ello introdujo una serie de "distorsiones", la más reconocida es la política de tarifas públicas baratas. "Fue acumulando desequilibrios que le llevaron a una situación de elevada inflación". Cuando vino el shock externo negativo, Argentina no podía devaluar su moneda, no podía flexibilizar su política monetaria porque tenía una inflación muy alta, "con lo cual la caída de competitividad que sufrió en 2008 es la consecuencia inevitable de haber sido procíclico en los años anteriores", dijo. El economista remarcó que también el gasto público ha crecido muy fuerte sin contar con suficientes fuentes de financiamiento sostenidas en el tiempo. "Había una excesiva confianza en el mantenimiento del nivel de recaudación de retenciones, que a la vista está no era sostenible", dijo. A su juicio, todos estos elementos condujeron a que Argentina se enfrente hoy a una fuerte recesión, que se explica por la caída de la demanda a nivel mundial, por una pérdida de competitividad significativa y por un deterioro de las expectativas, que retroalimenta la decisiones de menor inversión y retracción del consumo de las familias. "Con los desequilibrios que viene enfrentando Argentina es razonable pensar que una de las posibles salidas es a través de una devaluación que conduzca a un descenso del gasto en términos reales, descenso de los salarios y recomposición de la competitividad", subrayó. Las elecciones del 28 de junio no serán ajenas. Rosselli sabe que "hay analistas políticos que sostienen que una derrota electoral del oficialismo podría alentar a la conducción económica a tratar de procesar ese ajuste macroeconómico de una forma más ordenada"; por otro lado, otros analistas dicen que la historia de Argentina ha mostrado que los gobiernos debilitados, sin apoyos parlamentarios, han tenido muchas dificultades para gestionar la política económica en momentos de crisis"No tenemos dudas que Argentina irá devaluando su moneda, lo que es incierto es la velocidad en que se procesará y en qué medida será una decisión de política económica, luego de las elecciones o en qué medida el gobierno intentará postergar ese ajuste por tener consecuencias impopulares y terminará ocurriendo de forma desordenada". "Estamos previendo devaluaciones entre 15% y 20% este año y también de 15% y 20% en 2010. Creemos que esto va a ocurrir con bastante probabilidad". Rosselli sostuvo que el contexto recesivo en Argentina es un elemento negativo para sectores uruguayos que exporten a ese país y pauta un horizonte adverso para la temporada turística para 2010. También afectaría negativamente a los sectores de servicios asociados a la logística. En tanto, el economista Pablo Moya, principal de la consultora Oikos, dijo que Argentina está postergando un ajuste de precios -internos y del dólar- a nivel general desde hace mucho tiempo. "Eso generará un ajuste fiscal que todos esperamos se realice después de las elecciones; que el dólar no debería estar en el actual nivel de cotización es real y que el Banco Central de Argentina está interviniendo también es real", dijo. A juicio de Moya se observa una fuerte desinversión de los agentes. Y la recesión pegará más fuerte en Argentina que en Uruguay. Moya consideró que Argentina deberá realizar un ajuste de precios, un ajuste del dólar y fiscal y eso profundizará aún más el estado de recesión que vive. "La gran pregunta es cuándo se materializará todo esto. Hasta las elecciones no va a pasar nada. Pero después tendrán que pasar por un ajuste", sostuvo. Reconoció que Uruguay redujo su dependencia sobre Argentina. Uno de los problemas que hoy enfrenta ese país es la fuga de capitales. "Seguramente una parte, no sé cuánto, haya venido a Uruguay", dijo. Agregó: "Por algo, Argentina comienza a poner trabas y controles a la triangulación financiera a través de sociedades uruguayas. Eso es una señal que nos estamos beneficiando de ese desincentivo que encuentran los argentinos en su país". También se presentan amenazas para Uruguay. La dependencia con Argentina no es tanto por las exportaciones de productos finales "sino por las exportaciones de bienes intermedios. Allí se puede complicar". Además, Uruguay vende muchos servicios logísticos. Moya consideró que hay servicios indirectos que se verán resentidos. INFLACIÓNA su turno, el economista Ramón Pampín, de PriceWaterhouse Coopers, explicó que "la cotización del dólar se ha venido incrementando de forma importante en lo que va del año y existen previsiones que este aumento se siga dando en los próximos meses. Esta previsión se sustenta en la funcionalidad que tendría hoy un aumento del tipo de cambio para apoyar a sectores como el exportador, que ha sido un pilar para la recaudación fiscal, la cual se ha deteriorado en estos últimos meses", dijo. "También es cierto -agregó- que el incremento del tipo de cambio puede trasladarse a los precios, lo cual es un riesgo para una economía que se estima tiene niveles de inflación elevados". En cuanto a los riesgos sobre nuestro país, "Uruguay ya está viendo efectos a nivel de medidas cuantitativas a partir de que las autoridades argentinas buscan proteger su producción. Un aumento del tipo de cambio en Argentina, y en la medida que no se traslade a precios, podría deteriorar nuestra relación de precios en dólares y eso perjudica a muchos sectores que dependen de forma importante del mercado argentino", sostuvo.
Últimas Noticias, 19 de mayo

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