Interna. Planteo por el tono de las críticas hacia Lacalle
Los senadores Gustavo Penadés y Luis Alberto Heber le reprocharon al precandidato de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, sus últimos embates contra Luis Alberto Lacalle. Larrañaga respondió que él solo marca diferencias y no ataca.
"Si esto fuera un partido de fútbol, ya te hubieran puesto la amarilla", le dijeron ayer Penadés y Heber a Larrañaga, en el marco de una charla "cordial" mientras se desarrollaba la sesión del Senado. El comentario de los herreristas fue una suerte de respuesta a lo que Larrañaga les había dicho en otra reunión a inicios de año, que "en el área siempre hay alguna patada".
Luego que Larrañaga volviera a decir el lunes en El Espectador que con Lacalle los blancos no ganarán la elección al Frente Amplio, Penadés y Heber charlaron con el precandidato de Alianza Nacional para poner paños fríos.
Lacalle y Larrañaga no han dialogado en los últimos días. "El teléfono rojo no se activó", aclararon a El País allegados a ambos precandidatos.
Larrañaga respondió a los senadores de la Unidad Nacional (UNA) que su estrategia pasa por marcar diferencias con Lacalle, y aclaró que no cree que eso afecte para nada la unidad. De hecho, les dijo que la unidad "está asegurada" y que los dos sectores respaldarán al que gane.
Larrañaga también les comentó que si la campaña del Partido Nacional "no se pone picante", el Frente Amplio ocupará todos los espacios. Larrañaga sigue convencido que ganará la interna, según les comentó a Heber y Penadés.
La estrategia de Lacalle, en tanto, seguirá siendo no responder los ataques de Larrañaga, salvo que éste "se vaya de madre", según dijeron fuentes de la UNA. El lunes, por ejemplo, Lacalle inició su acto con Concordia Nacional en el club Defensor enviando un saludo a Larrañaga. También dijo a los periodistas que no opinaría de la invitación a debatir. En la UNA ven que Larrañaga "está nervioso" por las últimas encuestas y entienden que su estrategia "no le hace bien al Partido Nacional".
EMBESTIDA. Larrañaga es co-mo un lancero, embiste y espera, según lo definieron sus allegados. En ocasiones se pasa en la estocada y genera reacción, pero sin intenciones de afectar la interna nacionalista, aclararon a El País.
Alianza Nacional no tiene una estrategia definida de ataque a Unidad Nacional o a Lacalle en particular, sino que se insistirá en mostrar los atributos de su candidato. El punto es hasta donde ir para marcar las diferencias sin afectar la unidad partidaria y comprometer el tono del día después de la interna.
El problema surge cuando se produce lo que su entorno considera "una salida de tono" de Larrañaga, hablando sobre temas que notoriamente molestan a Lacalle, como decir el precandidato de la UNA "hace esfuerzos por maquillarse con una postura de centro", lo cual es considerado "un error" táctico que muestra lo que no se desea, es decir que Lacalle se presente públicamente como atacado o se victimice, dijeron a El País allegados al líder de Alianza Nacional.
Si respeta el libreto, Larrañaga tiene recomendaciones específicas para contrarrestar a algunas fortalezas argumentales de Lacalle. Cuando el líder de Unidad Nacional sostiene que tiene experiencia al frente del gobierno por haber sido presidente, Larrañaga debe mostrar que posee respeto interno y credenciales para manejar unido al Partido Nacional, y que las encuestas muestran que está mejor posicionado que su oponente para ganarle la elección al Frente Amplio, dijeron sus allegados
Larrañaga no disimula un estilo "directo y frontal" para plantear los temas, aunque "leal y respetuoso", agregaron. Ahora bien, dado que necesita contraponer ideas con Lacalle para mejorar en las encuestas, subraya sus diferencias con aquel a su manera. Las próximas semanas dirán si esta estrategia le dio resultado o debe seguir otro camino.
El País Digital, 6 de mayo
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