Tigres de papel
En la víspera tomó estado público el hecho de que la Justicia Penal procesó con prisión, por aparente fraude en calidad de autor, a un edil del Frente Amplio que a la vez era jefe del área contable del Hospital Escuela del Litoral de Paysandú. Asimismo, fueron procesados varios presuntos cómplices del funcionario.
No es la primera vez que la corrupción roza, toca o abraza a gente del partido de gobierno. Y ciertos episodios actualmente bajo investigación, traerían nuevas y tristes revelaciones en tal sentido, como es el caso del escándalo de los casinos municipales montevideanos, que dieron extrañas pérdidas multimillonarias en dólares, durante la administración del arquitecto Arana.
Pero el asunto del edil que al parecer se quedó con dinero del centro asistencial sanducero hoy importa porque es el más reciente golpe en la ya gravemente fisurada fachada moralista que el frenteamplismo quiso lucir desde antes de las últimas elecciones y de la cual hizo bandera el doctor Tabaré Vázquez en cuanto asumió su cargo presidencial, el 1º de marzo de 2005.
En las elecciones, pancartas enormes voceaban: "Corrupción nunca más, fuera todos". Y luego el presidente Vázquez lanzó aquella famosa frase: "Podemos meter la pata, pero no la mano en la lata".
Desde entonces, varias instancias deben de haber hecho pensar al primer mandatario que no debió ser tan tajante en su exclamación de pureza partidaria, lanzada "urbi et orbi". Lo de ahora, que sacude a la sociedad de Paysandú, puede hacerlo reflexionar redobladamente en ese sentido.
Tenemos a los "puros" en el gobierno nacional y en varios gobiernos departamentales. Y sin embargo vemos que la lata y la mano están cada vez más hermanadas así como acrecidamente alejadas de una mera "metida de pata". Hay ya una larga lista de instancias preocupantes, que no tienen nada que ver con "herencia maldita" ni otras invocaciones hechas por figuras destacadas del presuntamente impoluto "gobierno progresista".
Triste sin duda, dado que se desmorona una imagen que fue armada cuidadosamente aunque sin la necesaria sustancia. Una imagen que al decir de los chinos, sería nada más que un "tigre de papel".
Fuente: El Pais, 23 de junio
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