En tanto, el ministro de Industria, Jorge Lepra, y el directorio de Ancap deberán concurrir esta semana al Parlamento para dar cuenta de esta situación.
Desde Ancap se reconoce que, pese a la importancia del cargamento llegado este sábado desde Argentina (5.000 metros de gas licuado de petróleo), la crisis no estará totalmente resuelta hasta fin de mes, cuando vuelva a quedar operativa la refinería de La Teja.
De todos modos, se confía en que dará un gran alivio la llegada en el correr de esta semana de otros dos cargamentos provenientes de Argentina, según dijo este domingo a Índice 810 el presidente del ente, Daniel Martínez.
"Se han empezado a envasar mayor cantidad de garrafas que lo que veníamos envasando, con lo cual permite que esta difícil y angustiante situación empiece a solucionarse. En el correr de los días, con la venida de estos dos barcos poder reponer el stock de gas y con la entrada la otra semana de la refinería a producir gas esperemos terminar de solucionar esta situación que, sin dudas, se ha complicado mucho más de lo que estaba previsto, que lleva, por supuesto, a la reflexión y redefinición de lo que fueron las políticas históricas de la empresa en cuanto a situaciones de emergencia", expresó Martínez.
Desde la oposición, se sigue acusando a las autoridades de Ancap de falta de previsión y se pretende llevar esta misma semana el tema al Parlamento.
Por el momento, y hasta que la situación de abastecimiento se normalice completamente, se seguirán comercializando las garrafas de ocho kilos, que están identificadas con un capuchón de plástico negro y cuestan 198 pesos.
De todos modos, siguen llegando denuncias, en especial del interior del país, de que no se respeta el precio estipulado por Ancap para estas cargas y que habría una especie de mercado negro de garrafas.
Para evitar inconvenientes y para seguridad de los consumidores, Ancap está exhortando a la población a comprar supergas a los proveedores oficiales de sus distribuidores finales (Ducsa, Acodike, Riogas y Megal), cuya operación es controlada y garantizada por la Ursea.
Más allá de los cuestionamientos que pueden caberle o no a Ancap por este problema, también está el tema del clima. Los distribuidores de supergas coinciden en que el factor que más agrava la situación es el frío. En ese sentido, todos han sido contestes en que si las temperaturas fueran más moderadas, al envasarse ocho kilos de gas en garrafas de 13 el mercado estaría hoy prácticamente satisfecho.
Desde Ancap se aguarda que la refinería de La Teja vuelva a quedar operativa en menos de 10 días, ya que las tareas de mantenimiento demoraron algo más de lo previsto.
Fuente: El Espectador, 17 de junio
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