Prensa: Never more

La columna de Pepe preguntón

Nunca más. Eso digo yo. Por eso el martes pasado me puse el gorro de lana, la bufanda que me tejió la patrona, y me fui a la Plaza Independencia, para no fallarle al presidente.

Cuando llegué, con mi descolorida bandera uruguaya, me abrí paso entre el gentío. No me costó demasiado. Si saco los funcionarios, los figuretis, y los militares, los de a pie éramos muy pocos. Tan pocos como los que fueron a defender la democracia en esa misma plaza, hace taitantos años, cuando Bordaberry (el padre) llamó a los uruguayos a manifestar para sostener la institucionalidad, antes del previsible golpe del Estado que hoy se recuerda.

Me paré cerca de los políticos que fueron a sacarse la foto. El joven que estaba a mi lado comentaba, a voz en cuello, su indignación por la abundancia de gorras y charreteras en el acto. "Nunca Más terrorismo de Estado y nunca más dictadura", repetía. La pareja que estaba delante proclamaba el "Nunca Más uruguayos contra uruguayos".

Me fui confundido. En casa, de noche, puse el noticiero del 10 y estaba Mujica, siempre tan educado. "Nunca más a la boludez, nunca más a la pelotudez", decía con esa cara de abuelo compinche que nunca embromó a nadie.

Ahí caí en la cuenta. Cada uruguayo puede darle al Día del Nunca más el contenido que quiera. No importa si el vecino acude a la misma convocatoria y piensa diferente. Y tampoco si uno no tiene claro a qué le está diciendo "Nunca más". Ese es el secreto del presidente. Amagar para un lado y zafar por otro, sin que uno tenga nunca claro qué es lo que el hombre piensa. La verdad, un talentoso.

Para la convocatoria del año que viene se me ocurre que el presidente podría ampliar la propuesta, de modo de llevar a la plaza a algo más que políticos con ganas de ser candidatos y militares con cara de pocker.

¿Por qué no llamar al "Nunca más a un invierno con la Refinería parada y las casas sin supergás"? ¿O al "Nunca más a la inamovilidad de los funcionarios públicos"? ¿Y un "Nunca más a un gobierno sin canciller" o un "Nunca más a un Monumento al Caballo con dineros públicos", sin olvidarse del "Nunca más al corporativismo que nos está matando"?

Ideas hay muchas. ¿No sería bueno un "Nunca más a los políticos que prometen una cosa y hacen otra"? ¿Y un "Nunca más a las huelgas y paros sin sentido"? ¿Y un "Nunca más a los jóvenes a los que se deja manifestar con el rostro cubierto"?

Si habrá temas para convocar. Yo llamaría a un "Nunca más a los impuestazos del gobierno de turno", un "Nunca más a los arrebatos a las viejitas, los copamientos de viviendas y los asaltos en los ómnibus" y, de paso, un "Nunca más a jugar sin punteros", un "Nunca más al matemáticamente tenemos chance" y un "Nunca más privatizar una aerolínea del Estado cuando uno dijo que se oponía a las privatizaciones".

Con eso, y un "Nunca más a Chávez en Uruguay", un "Nunca más el Estado metido a empresario" y un "Nunca más Uruguay fuera de un Mundial" estamos hechos.

Total, no cuesta nada decir "Nunca más". Cumplir, eso cuesta.

elpepepregunton@hotmail.com

Fuente: El país, 27 de junio