Escenario. Sostuvo que el país tiene ante sí cinco desafíos
Pese a que dijo no identificarse "con los augures del apocalipsis", el economista Ernesto Talvi planteó un escenario crítico para el país, con posible recesión en 2010, un escenario fiscal que va a deteriorarse y conflictividad laboral en ascenso.
El director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), afirmó que Uruguay no es diferente a los otros países de América Latina -salvo a Chile que sí lo es- como plantea el gobierno y señaló cinco desafíos de la política económica uruguaya.
En ese sentido puntualizó que el año electoral y el de transición del gobierno serán "complejos", y que 2010 será un año de estancamiento de la economía o crecimiento muy bajo en el mejor escenario.
Según el director de Ceres, en caso que la recesión en EE.UU. y los países desarrollados fuera corta (un año) y el cierre de los mercados de crédito sea temporario, la economía uruguaya crecería apenas arriba de 2% en 2009 y 0,2% en 2010.
En caso que la recesión en los países desarrollados sea más larga y el cierre de los mercados de crédito prolongado, 2010 va a ser un año "complicado" con recesión.
El economista criticó al gobierno cuando plantea que Uruguay es diferente a la región y dijo que "al igual que el resto de América Latina el gobierno se sumo sin coto a la fiesta" que vivió la región hasta mayo de este año con entrada de capitales y precios de commodities altos entre otros.
"Lo de que Uruguay es diferente es como plantear el juego de las siete diferencias de los diarios" pero sin "encontrar ninguna", afirmó.
"No estamos alineados con los que dicen que el Uruguay es diferente pero tampoco nos identificamos con los augures del apocalipsis", agregó.
DESAFÍOS. En el desayuno titulado "El Uruguay y la región ante las turbulencias globales: altos riesgos y oportunidades estratégicas", Talvi dijo que se deberán mantener las cuentas fiscales en orden y para eso se tendrá que "rectificar el rumbo del gasto público" y se debe "evitar a toda costa" subas de impuestos.
Señaló que en el mejor escenario el déficit fiscal trepará a 1,9% del PIB en el bienio 2009-2010 y en el peor escenario se irá a 3,3% del Producto.
Eso se dará porque del aumento de ingresos fiscales de US$ 4.173 millones en los últimos años, el gobierno gastó US$ 3.708 millones.
También planteó que se deben asegurar los recursos para refinanciar el endeudamiento.
En ese sentido, hizo un análisis de las reservas internacionales y los frentes que debe y puede atender como estabilizar el tipo de cambio, cubrir amortizaciones de deuda pública, asegurar financiamiento para el comercio exterior y proveer liquidez al sistema financiero.
Después de atender esos frentes se utilizarían los US$ 6.101 millones de reservas y quedaría a cubrir una brecha de US$ 205 millones entre junio de este año y diciembre de 2009 y de US$ 1.130 millones si se lleva a diciembre de 2010.
Es por ello que dijo que "sería prudente" negociar créditos contingentes con el FMI y otros organismos por US$ 2.000 millones.
Otro de los desafíos para la política económica será mantener la paz laboral, dado que según el director ejecutivo de Ceres el nivel de conflictividad laborar es cuatro veces superior al que debería ser en una economía en crecimiento. Indicó que debe "evitarse a toda costa una erupción de ocupaciones" al entrar en una fase económica más adversa. El cómo, lo dejó para "los que nos metieron en este problema".
En cuanto al tipo de cambio, el Banco Central (BCU) enfrenta el dilema de evitar depreciaciones abruptas del peso pero al mismo tiempo evitar fijar por completo el valor del dólar. Expresó que el BCU lo "está haciendo con acierto".
El último desafío que planteó fue el de preservar la estabilidad del sistema financiero, que "está fuerte", indicó. Lo único que habría que hacer es reducir los encajes si los bancos aumentan su demanda por activos líquidos.
De todas maneras, según Talvi "nada de esto hubiera pasado si hubiéramos hecho lo que hizo Chile (ver aparte).
Para el economista, "al país le aguardan momentos complejos" como consecuencia de la crisis global, "que deberán encararse con firmeza y sin alarma".
Agregó que si se reconocen a tiempo y no se niega la magnitud de los mismos, "no hay por qué temer una repetición de los traumas del año 2002".
Al final, Talvi dio su visión optimista, al señalar que cuando pase la crisis, "se abrirán oportunidades" por el enorme exceso de liquidez que se canalizará a economías emergentes. Habrá que aprovechar para que se canalicen a inversiones socialmente productivas, dijo.
Pidió que se tome el modelo de Chile
El economista Ernesto Talvi dijo ayer que si Uruguay hubiera seguido el camino de Chile, hoy contaría con un fondo de estabilización, "nada despreciable", de US$ 1.150 millones.
Mientras Chile gastó US$ 30 de cada US$ 100 de aumento de recaudación durante el boom económico de los dos últimos años, Uruguay gastó US$ 94, enfatizó.
"El riesgo país de Chile es hoy de 350 puntos, el de Uruguay es de 800 puntos. Los bonos globales de Chile cayeron 9%, los de Uruguay 27%. No hay nada más que decir" afirmó.
El economista puntualizó que el gobierno de Chile ahorró buena parte de sus ingresos y eso le permite hoy disponer de un fondo de US$ 21.500 millones para hacer frente a la crisis en forma independiente.
Si el gasto en Uruguay, hubiera aumentado levemente en 2005, 2006 y 2007, según Talvi, se habría generado un superávit fiscal de 0,6% del PIB en 2006 y de 2,8% del PIB en 2007, en vez de los déficit de 1% y 0,5%.
El País Digital, 5 de noviembre
Pese a que dijo no identificarse "con los augures del apocalipsis", el economista Ernesto Talvi planteó un escenario crítico para el país, con posible recesión en 2010, un escenario fiscal que va a deteriorarse y conflictividad laboral en ascenso.
El director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), afirmó que Uruguay no es diferente a los otros países de América Latina -salvo a Chile que sí lo es- como plantea el gobierno y señaló cinco desafíos de la política económica uruguaya.
En ese sentido puntualizó que el año electoral y el de transición del gobierno serán "complejos", y que 2010 será un año de estancamiento de la economía o crecimiento muy bajo en el mejor escenario.
Según el director de Ceres, en caso que la recesión en EE.UU. y los países desarrollados fuera corta (un año) y el cierre de los mercados de crédito sea temporario, la economía uruguaya crecería apenas arriba de 2% en 2009 y 0,2% en 2010.
En caso que la recesión en los países desarrollados sea más larga y el cierre de los mercados de crédito prolongado, 2010 va a ser un año "complicado" con recesión.
El economista criticó al gobierno cuando plantea que Uruguay es diferente a la región y dijo que "al igual que el resto de América Latina el gobierno se sumo sin coto a la fiesta" que vivió la región hasta mayo de este año con entrada de capitales y precios de commodities altos entre otros.
"Lo de que Uruguay es diferente es como plantear el juego de las siete diferencias de los diarios" pero sin "encontrar ninguna", afirmó.
"No estamos alineados con los que dicen que el Uruguay es diferente pero tampoco nos identificamos con los augures del apocalipsis", agregó.
DESAFÍOS. En el desayuno titulado "El Uruguay y la región ante las turbulencias globales: altos riesgos y oportunidades estratégicas", Talvi dijo que se deberán mantener las cuentas fiscales en orden y para eso se tendrá que "rectificar el rumbo del gasto público" y se debe "evitar a toda costa" subas de impuestos.
Señaló que en el mejor escenario el déficit fiscal trepará a 1,9% del PIB en el bienio 2009-2010 y en el peor escenario se irá a 3,3% del Producto.
Eso se dará porque del aumento de ingresos fiscales de US$ 4.173 millones en los últimos años, el gobierno gastó US$ 3.708 millones.
También planteó que se deben asegurar los recursos para refinanciar el endeudamiento.
En ese sentido, hizo un análisis de las reservas internacionales y los frentes que debe y puede atender como estabilizar el tipo de cambio, cubrir amortizaciones de deuda pública, asegurar financiamiento para el comercio exterior y proveer liquidez al sistema financiero.
Después de atender esos frentes se utilizarían los US$ 6.101 millones de reservas y quedaría a cubrir una brecha de US$ 205 millones entre junio de este año y diciembre de 2009 y de US$ 1.130 millones si se lleva a diciembre de 2010.
Es por ello que dijo que "sería prudente" negociar créditos contingentes con el FMI y otros organismos por US$ 2.000 millones.
Otro de los desafíos para la política económica será mantener la paz laboral, dado que según el director ejecutivo de Ceres el nivel de conflictividad laborar es cuatro veces superior al que debería ser en una economía en crecimiento. Indicó que debe "evitarse a toda costa una erupción de ocupaciones" al entrar en una fase económica más adversa. El cómo, lo dejó para "los que nos metieron en este problema".
En cuanto al tipo de cambio, el Banco Central (BCU) enfrenta el dilema de evitar depreciaciones abruptas del peso pero al mismo tiempo evitar fijar por completo el valor del dólar. Expresó que el BCU lo "está haciendo con acierto".
El último desafío que planteó fue el de preservar la estabilidad del sistema financiero, que "está fuerte", indicó. Lo único que habría que hacer es reducir los encajes si los bancos aumentan su demanda por activos líquidos.
De todas maneras, según Talvi "nada de esto hubiera pasado si hubiéramos hecho lo que hizo Chile (ver aparte).
Para el economista, "al país le aguardan momentos complejos" como consecuencia de la crisis global, "que deberán encararse con firmeza y sin alarma".
Agregó que si se reconocen a tiempo y no se niega la magnitud de los mismos, "no hay por qué temer una repetición de los traumas del año 2002".
Al final, Talvi dio su visión optimista, al señalar que cuando pase la crisis, "se abrirán oportunidades" por el enorme exceso de liquidez que se canalizará a economías emergentes. Habrá que aprovechar para que se canalicen a inversiones socialmente productivas, dijo.
Pidió que se tome el modelo de Chile
El economista Ernesto Talvi dijo ayer que si Uruguay hubiera seguido el camino de Chile, hoy contaría con un fondo de estabilización, "nada despreciable", de US$ 1.150 millones.
Mientras Chile gastó US$ 30 de cada US$ 100 de aumento de recaudación durante el boom económico de los dos últimos años, Uruguay gastó US$ 94, enfatizó.
"El riesgo país de Chile es hoy de 350 puntos, el de Uruguay es de 800 puntos. Los bonos globales de Chile cayeron 9%, los de Uruguay 27%. No hay nada más que decir" afirmó.
El economista puntualizó que el gobierno de Chile ahorró buena parte de sus ingresos y eso le permite hoy disponer de un fondo de US$ 21.500 millones para hacer frente a la crisis en forma independiente.
Si el gasto en Uruguay, hubiera aumentado levemente en 2005, 2006 y 2007, según Talvi, se habría generado un superávit fiscal de 0,6% del PIB en 2006 y de 2,8% del PIB en 2007, en vez de los déficit de 1% y 0,5%.
El País Digital, 5 de noviembre
No hay comentarios:
Publicar un comentario