domingo, 8 de julio de 2007

Prensa; ¿Disse o Salud Pública?


Unos 60.000 uruguayos podrán optar entre Disse y Salud Pública en agosto
A partir del 1º de agosto unos 60.000 uruguayos aproximadamente podrán optar por formar parte de Disse o de Salud Pública. Esto sería el primer gran paso de la Reforma de la Salud que pretende implementar el gobierno. Se trata de los nuevos trabajadores que están ingresando a la Administración Pública, más todos aquellos que consigan trabajo a partir del mes próximo a la actividad privada. También los que están reingresando al mercado laboral luego de haber perdido un empleo.
El Sistema Nacional Integrado de Salud -una reforma total como hace décadas no se da en la salud pública y privada en Uruguay- es, junto a la Reforma Tributaria, una de la acciones más importantes que va a encarar el gobierno del Frente Amplio en el actual período de gobierno. Además tendrá uno de sus principales capítulos en unos pocos días, a partir del 1º de agosto, cuando se le permita a unos 50.000 trabajadores optar por la salud pública o la privada.

Se trata de los “nuevos públicos” -unos 25.000- y los “nuevos Disse” -unos 30.000-. También están aquellas personas que reingresan al mercado laboral luego de haber perdido un empleo, para quienes se termina el “corralito mutual” que no les permitía cambiar de institución al cambiar de trabajo. Por ejemplo, si alguien que en un empleo anterior estaba en determinada mutualista se quedó sin trabajo y reingresa al mercado laboral, podrá optar por otra mutualista, o eventualmente por Salud Pública. Así lo explicó Índice 810 el director nacional de Salud, Daniel Olesker.

“¿Quiénes van a ser nuevos a partir del primero de agosto? Todos los trabajadores públicos que se les da el derecho a la atención y por lo tanto no estaba antes en el viejo Disse que son unos 25.000 y que pertenecen a todos los ministerios más el INAU, la Corte Electoral y el Tribunal de Cuentas. Más todos aquellos trabajadores privados que consigan trabajo a partir del primero de agosto por primera vez -por lo tanto son nuevos para el sistema de la seguridad social- o reingresen después de haber perdido un trabajo con cuatro meses de diferencia entre que perdieron el trabajo y que reingresan. Al ritmo que está creciendo el empleo y la formalización del país es probable que entre agosto y diciembre puedan entrar 30, 35.000 trabajadores nuevos. Estaríamos hablando de una cifra –sumando los públicos que esos sí seguros tienen opción, más los nuevos que ingresen o reingresen- de unos 50, 60.000 personas”, explicó Olesker.

Para el resto de la población, la gran mayoría, la posibilidad de optar por Disse o por Salud Pública dependerá de los ritmos parlamentarios. De la aprobación de dos leyes, una de ellas presentada por el senador oficialista Alberto Cid, y que abarca al resto de los afiliados al Fonasa, o como se menciona de forma cotidiana: los “viejos Disse”

“Eso va a depender del ritmo parlamentario porque hay dos leyes en el Parlamento. La ley general del sistema –que está muy avanzada- que la aprobó la Comisión de Hacienda del Senado, que va a ir al Plenario en pocos días, consagra la libre elección general . También una ley que se aprobó en el Senado y está en Diputados, que es una ley de derechos general de los usuarios –presentada por el senador Alberto Cid que también consagra la libre elección. Por lo tanto, una vez que se aprueben y se reglamente, este derecho se va ir generalizando”, dijo Olesker.

En cuanto a la interrogante de saber por qué una persona va a optar por la Salud Pública teniendo la posibilidad de estar en una mutualista, las autoridades de Salud Pública expresaron que por las prestaciones que dan una y otra. Salud Pública, por ejemplo, tiene una red en atención primaria de la Salud mucho más extendida que la de la salud privada, según explicaba Daniel Olesker.

“Salud Pública tiene algunos elementos que son atractivos para la población. Tiene una descentralización geográfica muy grande, lo cual permite estar más cerca en el primer nivel de atención con la población. Tiene un nivel de atención en salud mental, todos sabemos que en el sector privado está limitado a un mes la internación en salud mental –en salud pública eso no existe- pero en realidad más allá de dar elementos para la opción porque en última instancia será la gente la que opte”, expresó Olesker.

Igualmente todo hace pensar, en principio, que las mutualistas van a recibir un número importante de nuevos afiliados. Le preguntamos al director nacional de la Salud si el sector privado está preparado para ese cambio tan importante que se va a estar gestando en el mediano plazo y respondió lo siguiente:

“Sin dudas, tanto por el lado de los trabajadores públicos como por el lado –sobre todo de la ley general del sistema que va a darle el derecho a unos 470.000 hijos de trabajadores y unos 100.000 cónyuges de trabajadores (mujeres como hombres) va a significar un incremento importante de todo el sistema y en particular un crecimiento del sistema mutual sin lugar a dudas. Cuando uno pregunta si está preparado debe mirarlo desde dos puntos de vista: por un lado el punto de vista de la infraestructura. Creemos que el nivel de camas por personas es adecuado. Si bien cerraron cinco mutuales en el períodos de gobierno anterior, los principales centros hospitalarios en realidad quedaron en el sistema porque fueron absorbidos por otras instituciones, estableció Olesker.

En materia de recursos humanos y materiales, así como de la calidad de a la asistencia -para que esto no genere un aumento de las listas de espera y de las colas-, se ha elaborado un contrato con las mutualistas en donde se presentan una serie de requisitos que éstas deberán cumplir. En ese campo probablemente el sistema deberá rendir su examen más duro, y será, como en todos los casos, el tiempo el que diga si el cambio fue realmente efectivo.

Fuente: El Espectador, 8 de julio

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