Según la exposición en el último foro de ACDE, el Ministro Astori termina su año de trabajo con muchas cifras y proyecciones que auguran un futuro casi sobresaliente para nuestro país.
Si las proyecciones de Astori para el 2008 y 2009 sobre la Economía uruguaya sea, sector por sector o en forma global, son como la proyección de la inflación para todo el 2007, nos deja sobradas dudas sobre sus augurios.
Habrá que esperar a que la realidad nos muestre su acierto o su nuevo error de una proyección económica.
Luego de imponerle al país una reforma tributaria, plagada de errores, perforaciones, injusticias y con temas aún por resolver como las Ongs por decir alguno, la recaudación del Estado creció sustancialmente y con ella, el gasto del Estado.
Uruguay no está excluido del crecimiento y empuje económico en toda Latinoamérica, entonces la pregunta es: ¿qué parte de responsabilidad le podemos atribuir al equipo económico y cuál, al “viento a favor” que recorre toda la región en cuestión?
A mediados de año y en plena interpelación del Senador Heber, el Ministro de Economía, negó que hubiera un proceso inflacionario.
Un mes después, comenzaron las primeras medidas para contener dicho flagelo. Para ello, Astori gastó cientos de millones de dólares que supuestamente no existían para la rendición de cuentas, sin embargo, aparecieron mágicamente para subsidiar distintos sectores con el fin de paliar la crisis y sus probables consecuencias nefastas.
Astori y su equipo, pudo haber evitado parte del golpe inflacionario si hubiese restringido la base monetaria antes de implementar la reforma tributaria. Esa es su peor omisión.
Su segundo error, es decir que la inflación está controlada. ¿Por qué no eliminar todos los subsidios entonces?
Hacemos acuerdo con el Ec. Talvi, Uruguay cobra por concepto de impuestos a sus ciudadanos de clase media y a las empresas medianas, como si fuera un país del primer mundo pero en contrapartida, brinda servicios propios de un país en vías de desarrollo.
No alcanza con decir que la reforma es dinámica, que aumentaran el mínimo no imponible (en $1643), que habrá más deducciones, que bajarán el IVA un punto, etc.; pero mientras tanto, el Estado continua exprimiendo los bolsillos de los uruguayos para no guardar casi nada. Porque el casi, lo guardan para el carnaval electoral que le espera al país en las próximas elecciones.
A partir del reperfilamiento de la deuda externa, Astori se ha manejado, con una orientación que creó por sus propias acciones, un mayor número de problemas a resolver sin haber resuelto los anteriores.
Todo sea por ser Presidente Contador. Si por mera casualidad lo fuera, tal vez deba hacer algún tipo de ajuste. Por tanto, ahorre para los momentos en que el país tenga viento en contra y por qué no, “de frente”.
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