El 7 de agosto del corriente, en el Editorial: PANES+MIDES=DESPILFARRO, fijamos claramente nuestra posición sobre el tema. (Haga una lectura previa pinchando en el enlace)
Ahora sí, termina el nefasto PANES, sin embargo, han surgido algunas declaraciones a modo de balance sea de la Ministro Arismendi como de algún funcionario del Banco Mundial.
Un demógrafo argentino de nombre Rafael Rofman que trabaja para el Banco Mundial, tomó posición a favor del plan de emergencia al compararlo con las demás experiencias latinoamericanas. (Tal vez, lo comparó con la asistencia mensual a piqueteros argentinos) pero profundizó aún más y expresó que no tiene constancia de que el PANES haya sido asistencialista y desestimulara la búsqueda de trabajo en los sectores de más bajos recursos y justificó el plan porque hay bastante menos indigentes que dos años atrás.
Parecería que el funcionario como buen licenciado en Estadística ha leído sólo cifras y lejos de involucrarse, investigó poco de la realidad que entraña la pobreza extrema en el Uruguay y las diferentes aristas del mismo problema.
En tanto la Ministro Arismendi se despachó hace unos días con algunas frases que queremos compartir con Uds.
“El primer año del programa de alimentación fue un desastre. Si yo hubiera estado en la oposición me hubiera subido a las mesas a protestar". Pensar que en nuestro Editorial no habíamos encontrado errores en materia de alimentación, nos equivocamos entonces, pero si hay algo bueno de la Ministro es que reconoce sus errores un año después. En aquél momento, todo funcionaba espectacular.
La ministra manifestó también que le "resulta gracioso" que el Banco Mundial haya elogiado el Plan de Emergencia.
No sabemos si Rofman y Arismendi son “hermanos separados al nacer” pero que actúan como desconocidos, es clarísimo.
Uno le da la razón al otro y el otro se ríe del primero. Interesante forma de comunicación, entre un Ministerio de la República y un Organismo Internacional.
Para nosotros el PANES fue sólo un mecanismo de transferencia de ingresos y no lograron integrar a los “favorecidos” a la sociedad.
Parece que la extrema pobreza es un bastión casi inexpugnable aún teniendo los recursos necesarios para enfrentarla.
El 75% de la población no aprueba como se trató el tema pobreza por este Gobierno (Encuesta de Cifra), con semejante porcentaje si el o los programas de desarrollo social no intentan cumplir con el fiel cumplimiento de las contraprestaciones, se transforman en recursos que se vuelcan al consumo sin ton ni son.
Unas líneas para el INAU, “un papelón”, millones de dólares tirados para que un Directorio ineficiente e inoperante se dedique a encontrar excusas por sus reiterados fracasos, con algunos de sus integrantes que podrían terminar presos, con fugas y violaciones a los derechos humanos dentro de sus hogares, con decenas de técnicos trabajando para que los menores sigan en la misma tónica de hace años, con sentencias judiciales que obligan al INAU a cumplir lo que nunca quisieron cumplir y aún está por verse si cumplirán y con carreras meteóricas de algunos funcionarios que en tiempo record lograron cargos como Directores de Hogares.
Por supuesto que siempre hay excusas pero cuando tomaron el mando, la culpa era de los anteriores gobiernos que no se preocupaban de los problemas sociales. Estos funcionarios si se preocupan son ineficientes al menos y si se ocupan lo disimulan. Así paso otro año más como los de antes pero con el Gobierno Progresista que tiene lo que no tenían los anteriores según su discurso.
Por supuesto, todo sigue igual o peor.
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