miércoles, 10 de diciembre de 2008

Nuevo impuesto subirá mínimo y más deducciones



Los consejos de salarios por rama serían sustituidos
Uno de los caballitos de batalla de la oposición ha sido la derogación del IRPF. En los lineamientos programáticos que elaboró la Fundación Wilson Ferreira Aldunate se desarrollan algunas pistas de cuales serán los cambios de un eventual gobierno de Jorge Larrañaga.
El documento dice que "Uruguay está al límite de una presión fiscal tolerable". Larrañaga derogará el IRPF por ser "un impuesto a los ingresos, que los grava desde niveles muy bajos". También derogará el IASS, impuesto a las jubilaciones. Y planteará lo que a su juicio es un "verdadero impuesto a la renta" con un mínimo no imponible "sustancialmente mayor al actual", sin limitación de deducciones.
También propone una reducción progresiva general de las tasas de imposición al consumo si lo permite el impacto de la crisis internacional. Se restituirán exoneraciones quitadas, como en el suministro de agua potable para consumo familiar sin límite, la leche saborizada y larga vida, el IVA en salud y enajenaciones de inmuebles. Y se planteará la exoneración del IVA que incide directa o indirectamente en la canasta básica familiar, así como revisar las exoneraciones tributarias y de aportes patronales eliminadas o modificadas con la reforma tributaria.
El economista Javier de Haedo dijo ayer que para corregir la política económica, no hay que aumentar más los impuestos, sino bajar los gastos. "Subir los impuestos en recesión implicará más recesión", indicó.
En cuanto a los sueldos, el sector de Larrañaga no cree en la abstención del Estado y dejar librada la fijación de salarios "exclusivamente al mercado". Pero planteará una nueva legislación que sustituya "el anacrónico esquema" de negociación por rama de actividad de la ley de consejos de salarios de 1943 cuando "la realidad productiva era otra". También revisará la ley de tercerizaciones y la ley de licencias especiales.
Crisis cambia el programa
Asesor de Jorge Larrañaga en materia tributaria, el economista Javier de Haedo, dijo ayer en el Palacio Legislativo que el programa nacionalista debe lograr cierto equilibrio, contemplando la idiosincrasia nacional, pero sin "quedar anclado en el pasado". Debe ser ejecutado con "armonía y coherencia".
Los lineamientos tampoco deben plantear la "refundación del país" y, en ese sentido, indicó que el propio gobierno del Frente Amplio ha aplicado políticas que antes criticó. La crisis económica obligará a adaptar el programa "a la nueva realidad", admitió.
El País Digital, 10 de diciembre

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