No conseguirá amortiguar caída de la demanda en 2009
A juicio de los técnicos de CPA Ferrere el paquete de medidas anticrisis anunciado la semana pasada por el ministro de Economía, Álvaro García, y su equipo tendrá un impacto "muy moderado" en el conjunto de la economía.
En un informe a sus clientes, al que accedió El País, la consultora dice que "no cabe esperar" que el paquete anunciado para atenuar los efectos de la crisis global "se traduzca en un impulso importante en la actividad económica que permita compensar la caída de la demanda externa".
Para CPA Ferrere las medidas no pueden ser vistas como un "paquete tipo keynesiano", dado que "no implican un impulso fiscal a la economía", es decir un "aumento del gasto o las inversiones públicas". Ello se explica por el "poco margen fiscal" del que dispone el gobierno "para realizar este tipo de medidas sin comprometer la estabilidad macroeconómica".
Según el análisis las medidas anunciadas por el gobierno persiguen tres objetivos básicos: estimular la inversión privada -intentan lograr que los empresarios tomen decisiones de inversión pese al contexto de incertidumbre-; proveer de liquidez a sectores en problemas o tradicionalmente vulnerables (exportadores, sector lechero, las microempresas y las Pymes); y transmitir al sector privado sensación de proactividad en un marco en que todos los países anuncian medidas de estímulo a la economía.
No obstante admitir que "es difícil cuantificar el impacto preciso de cada medida", los técnicos de la consultora sostienen que si bien algunas de ellas "pueden constituir un alivio financiero" para ciertos sectores específicos como los exportadores o las Pymes, "difícilmente sean efectivas para amortiguar la fuerte desaceleración que registrará la economía en 2009".
La flexibilización de la política cambiaria anunciada por Mario Bergara, presidente del Banco Central, resignando el objetivo de tasas de interés y priorizando la adaptabilidad del tipo de cambio fue bien recibida por CPA Ferrere.
Sobre el punto, el informe sostiene que "la flexibilidad del actual régimen de política cambiaria-monetaria representa una ventaja en comparación con otras crisis externas".
Finalmente, el documento dice que si bien "aún existen algunos riesgos en materia de inflación", de acuerdo a sus proyecciones "estas amenazas se despejarían después del próximo verano".
El País Digital, 9 de diciembre
A juicio de los técnicos de CPA Ferrere el paquete de medidas anticrisis anunciado la semana pasada por el ministro de Economía, Álvaro García, y su equipo tendrá un impacto "muy moderado" en el conjunto de la economía.
En un informe a sus clientes, al que accedió El País, la consultora dice que "no cabe esperar" que el paquete anunciado para atenuar los efectos de la crisis global "se traduzca en un impulso importante en la actividad económica que permita compensar la caída de la demanda externa".
Para CPA Ferrere las medidas no pueden ser vistas como un "paquete tipo keynesiano", dado que "no implican un impulso fiscal a la economía", es decir un "aumento del gasto o las inversiones públicas". Ello se explica por el "poco margen fiscal" del que dispone el gobierno "para realizar este tipo de medidas sin comprometer la estabilidad macroeconómica".
Según el análisis las medidas anunciadas por el gobierno persiguen tres objetivos básicos: estimular la inversión privada -intentan lograr que los empresarios tomen decisiones de inversión pese al contexto de incertidumbre-; proveer de liquidez a sectores en problemas o tradicionalmente vulnerables (exportadores, sector lechero, las microempresas y las Pymes); y transmitir al sector privado sensación de proactividad en un marco en que todos los países anuncian medidas de estímulo a la economía.
No obstante admitir que "es difícil cuantificar el impacto preciso de cada medida", los técnicos de la consultora sostienen que si bien algunas de ellas "pueden constituir un alivio financiero" para ciertos sectores específicos como los exportadores o las Pymes, "difícilmente sean efectivas para amortiguar la fuerte desaceleración que registrará la economía en 2009".
La flexibilización de la política cambiaria anunciada por Mario Bergara, presidente del Banco Central, resignando el objetivo de tasas de interés y priorizando la adaptabilidad del tipo de cambio fue bien recibida por CPA Ferrere.
Sobre el punto, el informe sostiene que "la flexibilidad del actual régimen de política cambiaria-monetaria representa una ventaja en comparación con otras crisis externas".
Finalmente, el documento dice que si bien "aún existen algunos riesgos en materia de inflación", de acuerdo a sus proyecciones "estas amenazas se despejarían después del próximo verano".
El País Digital, 9 de diciembre
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