jueves, 11 de diciembre de 2008

¿Dos progresistas reaccionarios?






Dos planteos reaccionarios
Dos destacadas figuras del gobierno -Ernesto Murro, presidente del BPS, y el vicepresidente de la República Rodolfo Nin Novoa- cada uno por sus propios motivos y en temas bien diferentes, lanzaron al ruedo público en los últimos días ideas polémicas.
Murro terció en el conflicto por el CASMU-SMU divulgando que en algunas mutualistas (que no identificó) hay un grupo de médicos que ganan más de $ 200.000 y algunas centenas con remuneraciones superiores a los $ 100.000 mensuales. Prudentemente, no mencionó los emolumentos del presidente Vázquez en la Española. La intención del funcionario fue golpear en los reclamos de pago de sueldos en el Casmu alegando que son salarios que paga la sociedad aunque, en rigor, sean sueldos de una empresa privada que, en todo caso, pagarán sus afiliados, los que están allí prisioneros en un antidemocrático "corralito" por decisión del Estado.
Pero el efecto deletéreo de este planteo excede con mucho el problema del Casmu: es la reafirmación de la condena de este gobierno a quienes, por su esfuerzo y sapiencia, ganan más que la media. Es el castigo al éxito, no del oligarca antiguo enemigo de clase que tanto se extraña en el discurso de izquierda, sino del tipo que le va bien. El mensaje es: "señor médico, señor profesional, váyase de este país que lo pondrá en la picota por que le paguen bien por su trabajo y su esfuerzo e, incluso si usted es una eminencia en lo suyo, merece una remuneración proletaria, porque eso es igualdad y solidaridad y no faltará el burócrata o político ávido de notoriedad que lo expondrá al desprecio y la envidia de los tontos".
Lo de Nin causó aun más revuelo. Hacía tiempo que, después de quedar muy golpeado por varios insucesos políticos, el vicepresidente se había llamado a silencio y solo aparecía en inauguraciones o actos protocolares a los que el presidente Vázquez tiene pereza de ir. Sorpresivamente Nin se descolgó en el Consejo de Ministros del lunes con una propuesta de asueto a los públicos el 26 de diciembre y el 2 de enero para generar feriados largos y turismo interno con motivo de las fiestas. El guante fue recogido por el ministro y la subsecretaria de Turismo, quienes hablaron de inminentes decretos, mientras se desencadenaba la ira de muchísimos trabajadores privados que la emprendían en Internet contra Nin y los empleados públicos.
Los empresarios se sumaron al enojo y Nin empezó, penosamente, a tratar de acomodar su planteo hasta asegurar que no habría decretos, que era solo una sugerencia, y que era para todos, públicos y privados, dependiendo de la buena voluntad de los patrones y de los jerarcas públicos. El propio Nin reconoció que Vázquez, telefónicamente, desde su gobierno en Anchorena, le cortó de cuajo la iniciativa diciéndole que "nada de resoluciones formales". La idea del vicepresidente, más allá de sus cabriolas posteriores, también remacha la certeza tremenda de que ser empleado público es lo mejor que puede un uruguayo esperar porque, además de la seguridad, siempre podrá aspirar a alguna ventajita adicional de la generosidad de los dirigentes políticos que manejan dineros ajenos.
Lo que subyace en estos planteos no es una concepción de izquierda del mundo, pero se trata, sin duda, de ideas reaccionarias.
El País Digita, 11 de diciembre

No hay comentarios:

Placa de Facebook

Webmaster/Editor

Prof. Daniel Solari Derquin