La reforma del sistema de salud ejecutada por el gobierno del presidente Tabaré Vázquez no generó para la amplia mayoria de la población la percepción de que los cambios hayan variado la calidad de la atención.
Una de las grandes reformas propuestas por el actual gobierno refería a nuestro maltrecho y deteriorado sistema de salud. La idea que motivó el proyecto de reforma, finalmente convertido en ley, suponía la centralización de todos los servicios, públicos y privados, lo cual permitiría un sistema de salud más centrado en la prevención que en la cura de enfermedades, una mejor administración de los recursos y la ampliación de la cobertura a menores de 18 años dependientes de sus padres o tutores. Sin lugar a dudas, objetivos ampliamente compartidos que atacaban algunos de los problemas centrales de un sistema de salud cada vez más caro e ineficiente. Pero, por más loables que sean los objetivos, ello no alcanza para que los mismos se cumplan. Es necesaria una implementación adecuada y realista. Mala administración, altos costos de los medicamentos, excesiva inversión tecnológica, una masa de afiliados envejecida y menor capacidad de pago de la población asistida ha sido factores determinantes para que muchas mutualistas se enfrentaran a serios problemas financieros y económicos que en algunos casos determinó su cierre o intervención y en la mayoría serios problemas en la calidad de atención. Que el sistema integrado de salud pueda superar estos problemas no es posible decirlo hoy, pero la desesperada situación del Casmu, con 250.000 afiliados, parece cuestionar fuertemente el nuevo sistema. Desde los responsables de la principal mutualista se acusa al nuevo sistema de sus problemas actuales, mientras que desde el MSP se habla de la mala administración del Casmu que se arrastra desde hace varios años. En realidad, el nuevo sistema permite el ingreso de aproximadamente 400.000 nuevos socios que en más del 90% van hacia el mutualismo. En contrapartida, las mutualistas deberán brindar una serie de servicios que antes no lo hacían con lo cual se aumentan los ingresos y también los costos. Aquellas mutualistas que reciben pocos nuevos socios tendrán problemas y esto parece estar ocurriendo con la mutualista de los médicos. A ello se suma los viejos problemas estructurales que durante demasiado tiempo ha arrastrado el Casmu.Si bien el tiempo de vigencia del nuevo sistema de salud resuelta ser breve para una evaluación seria, la población ya comienza a tener algunas ideas o percepciones sobre el mismo ya sea por propia experiencia o por las opiniones que los distintos actores han vertido sobre el funcionamiento del sistema. Hasta el momento, ¿en cuánto ha afectado la situación de la población el nuevo sistema?, ¿efectivamente perciben el cambio? ¿El nuevo sistema es o no un avance? mayoría no afectada
La pregunta que muchos se hacen es ¿hasta qué punto el nuevo sistema ha mejorado la atención de la salud en nuestro país, luego de puesta en marcha la reforma? Para el 64% de los uruguayos el nuevo sistema no los ha afectado, ni para bien, ni para mal, mientras que una cuarta parte entiende que su situación o la de su familia ha mejorado con la reforma y un 11% expresa que se vio perjudicado. Pero más allá de estas percepciones, siempre con cierta carga política, interesa saber en qué aspectos se observan cambios en la atención de la salud luego que el nuevo sistema comenzó a funcionar.Cada persona entrevistada tenía la posibilidad de señalar dos aspectos donde observaba cambios en el sistema de salud, lo cual permite que cada uno pueda expresar cambios positivos y negativos. El 78% de los entrevistados por Interconsult menciona algún cambio positivo, destacándose quienes mencionan la mayor cobertura (42%), así como el acceso de los menores de edad que estaban fuera del sistema de salud (13%), el hecho de que Salud Pública tiene que atender a menos personas (13%) o que el sistema en general está funcionando mejor (5%). Por el contrario, quienes señalan aspectos negativos del nuevo sistema (40%), colocan como principal dificultad el hecho que las sociedades médicas se han superpoblado (15%), que hay que esperar más tiempo para ser atendido por un especialista (6%) o que las mutualistas no estaban preparadas para este cambio (8%). También se menciona que la salud pública sigue estando tan mal como antes (6%).Finalmente, se pregunta sobre el funcionamiento de las mutualistas en general, luego de entrar en vigencia el nuevo sistema. En este sentido, el 30% entiende que las mutualistas, en general, están funcionando mejor que antes, mientras que la cuarta parte de los entrevistados cree que funcionan peor. Sin embargo, una mayoría del 44% cree que funcionan igual que antes.Mayoría relativa apoya la reformaEl 47% de los entrevistados por Interconsult dicen estar a favor del nuevo sistema de salud, mientras que un 26% se declara en contra del mismo. Sin embargo, el 27% de los entrevistados no opina sobre el sistema porque dice no conocer cómo funciona o en qué consiste.Como siempre ocurre, cualquiera sea el tema en cuestión, el tinte político partidario está siempre presente. Mientras que un 67% de los frentistas apoyan el nuevo sistema de salud impulsado por el gobierno de su partido, un 40% de los simpatizantes blancos y 50% de los colorados opinan contra el mismoficha técnicaEncuesta realizada por Interconsult entre los días 11 y 13 de octubre del 2008, de acuerdo a las siguientes características:Universo. Personas mayores de 17 años, de ambos sexos, residentes en localidades mayores de 5.000 habitantes. Tamaño de muestra. 894 hogares. Diseño muestral: muestra probabilística, por conglomerados, bi etápica, estratificada por zonas y nivel socioeconómico. Error máximo de muestreo, en base a una confiabilidad del 95%. +/- 3,2% para el total de la muestra.Las entrevistas fueron realizadas en forma personal, en los hogares de los entrevistados.Preguntas: 1) ¿Ud. está o no de acuerdo con el nuevo sistema de salud?2) ¿En su caso particular o de su familia, el nuevo sistema de salud mejoró su situación o no lo hizo? 3) ¿Qué cambios advierte Ud.? 4) ¿Cómo cree que están funcionando las mutualistas actualmente?
Últimas Noticias, 8 de diciembre
Una de las grandes reformas propuestas por el actual gobierno refería a nuestro maltrecho y deteriorado sistema de salud. La idea que motivó el proyecto de reforma, finalmente convertido en ley, suponía la centralización de todos los servicios, públicos y privados, lo cual permitiría un sistema de salud más centrado en la prevención que en la cura de enfermedades, una mejor administración de los recursos y la ampliación de la cobertura a menores de 18 años dependientes de sus padres o tutores. Sin lugar a dudas, objetivos ampliamente compartidos que atacaban algunos de los problemas centrales de un sistema de salud cada vez más caro e ineficiente. Pero, por más loables que sean los objetivos, ello no alcanza para que los mismos se cumplan. Es necesaria una implementación adecuada y realista. Mala administración, altos costos de los medicamentos, excesiva inversión tecnológica, una masa de afiliados envejecida y menor capacidad de pago de la población asistida ha sido factores determinantes para que muchas mutualistas se enfrentaran a serios problemas financieros y económicos que en algunos casos determinó su cierre o intervención y en la mayoría serios problemas en la calidad de atención. Que el sistema integrado de salud pueda superar estos problemas no es posible decirlo hoy, pero la desesperada situación del Casmu, con 250.000 afiliados, parece cuestionar fuertemente el nuevo sistema. Desde los responsables de la principal mutualista se acusa al nuevo sistema de sus problemas actuales, mientras que desde el MSP se habla de la mala administración del Casmu que se arrastra desde hace varios años. En realidad, el nuevo sistema permite el ingreso de aproximadamente 400.000 nuevos socios que en más del 90% van hacia el mutualismo. En contrapartida, las mutualistas deberán brindar una serie de servicios que antes no lo hacían con lo cual se aumentan los ingresos y también los costos. Aquellas mutualistas que reciben pocos nuevos socios tendrán problemas y esto parece estar ocurriendo con la mutualista de los médicos. A ello se suma los viejos problemas estructurales que durante demasiado tiempo ha arrastrado el Casmu.Si bien el tiempo de vigencia del nuevo sistema de salud resuelta ser breve para una evaluación seria, la población ya comienza a tener algunas ideas o percepciones sobre el mismo ya sea por propia experiencia o por las opiniones que los distintos actores han vertido sobre el funcionamiento del sistema. Hasta el momento, ¿en cuánto ha afectado la situación de la población el nuevo sistema?, ¿efectivamente perciben el cambio? ¿El nuevo sistema es o no un avance? mayoría no afectada
La pregunta que muchos se hacen es ¿hasta qué punto el nuevo sistema ha mejorado la atención de la salud en nuestro país, luego de puesta en marcha la reforma? Para el 64% de los uruguayos el nuevo sistema no los ha afectado, ni para bien, ni para mal, mientras que una cuarta parte entiende que su situación o la de su familia ha mejorado con la reforma y un 11% expresa que se vio perjudicado. Pero más allá de estas percepciones, siempre con cierta carga política, interesa saber en qué aspectos se observan cambios en la atención de la salud luego que el nuevo sistema comenzó a funcionar.Cada persona entrevistada tenía la posibilidad de señalar dos aspectos donde observaba cambios en el sistema de salud, lo cual permite que cada uno pueda expresar cambios positivos y negativos. El 78% de los entrevistados por Interconsult menciona algún cambio positivo, destacándose quienes mencionan la mayor cobertura (42%), así como el acceso de los menores de edad que estaban fuera del sistema de salud (13%), el hecho de que Salud Pública tiene que atender a menos personas (13%) o que el sistema en general está funcionando mejor (5%). Por el contrario, quienes señalan aspectos negativos del nuevo sistema (40%), colocan como principal dificultad el hecho que las sociedades médicas se han superpoblado (15%), que hay que esperar más tiempo para ser atendido por un especialista (6%) o que las mutualistas no estaban preparadas para este cambio (8%). También se menciona que la salud pública sigue estando tan mal como antes (6%).Finalmente, se pregunta sobre el funcionamiento de las mutualistas en general, luego de entrar en vigencia el nuevo sistema. En este sentido, el 30% entiende que las mutualistas, en general, están funcionando mejor que antes, mientras que la cuarta parte de los entrevistados cree que funcionan peor. Sin embargo, una mayoría del 44% cree que funcionan igual que antes.Mayoría relativa apoya la reformaEl 47% de los entrevistados por Interconsult dicen estar a favor del nuevo sistema de salud, mientras que un 26% se declara en contra del mismo. Sin embargo, el 27% de los entrevistados no opina sobre el sistema porque dice no conocer cómo funciona o en qué consiste.Como siempre ocurre, cualquiera sea el tema en cuestión, el tinte político partidario está siempre presente. Mientras que un 67% de los frentistas apoyan el nuevo sistema de salud impulsado por el gobierno de su partido, un 40% de los simpatizantes blancos y 50% de los colorados opinan contra el mismoficha técnicaEncuesta realizada por Interconsult entre los días 11 y 13 de octubre del 2008, de acuerdo a las siguientes características:Universo. Personas mayores de 17 años, de ambos sexos, residentes en localidades mayores de 5.000 habitantes. Tamaño de muestra. 894 hogares. Diseño muestral: muestra probabilística, por conglomerados, bi etápica, estratificada por zonas y nivel socioeconómico. Error máximo de muestreo, en base a una confiabilidad del 95%. +/- 3,2% para el total de la muestra.Las entrevistas fueron realizadas en forma personal, en los hogares de los entrevistados.Preguntas: 1) ¿Ud. está o no de acuerdo con el nuevo sistema de salud?2) ¿En su caso particular o de su familia, el nuevo sistema de salud mejoró su situación o no lo hizo? 3) ¿Qué cambios advierte Ud.? 4) ¿Cómo cree que están funcionando las mutualistas actualmente?
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