La Federación Rural del Uruguay emitió esta mañana una carta abierta al Presidente de la República, Tabaré Vázquez, al respecto del desacuerdo del gobierno con los conceptos vertidos en reciente 92º Congreso de nuestra Federación Rural en su Declaración Final, y especialmente en el discurso pronunciado por su Presidente.
En el documento, explicaron al primer mandatario que la Federación Rural registra una trayectoria de 92 años a lo largo de los cuales ha luchado por llevara a consideración de la opinión pública y de los gobernantes las opiniones y sentir de sus entidades federadas y productores a ellas asociados. De manera de contribuir de ese modo al conocimiento de las necesidades y planteos del sector, sin responder al signo o color de quien esté en el poder.
Además, aclaran que el discurso pronunciado por el Presidente de la Federación no se aparta del marco natural de respeto y apego a las mejores tradiciones democráticas y republicanas, a las leyes y a las normas que marcan la ética, la moral y la convivencia y que representa el real sentir de un importante sector de la población y del aparato productivo del país y en ningún caso un malintencionado ataque a programas del actual gobierno como se ha manifestado.
La Federación Rural cita también en el documento el primer párrafo del discurso: "…No es nuestra intención aquí hacer un análisis exhaustivo de los problemas ni un balance riguroso de lo actuado", para reiterar su intención constructiva en las críticas.
En cuanto al Plan Ceibal, enunciaron que sería justo que se reconozca que comenzaron por decir que "Está muy bien que cada escolar tenga su computadora, y en eso somos únicos en el mundo", pero reclamaron la necesidad de no limitar la educación a una simple trasmisión de conocimientos, en la medida que "educar" requiere mucho más, como "inculcar valores fundamentales como la responsabilidad, el compromiso y el cumplimiento del deber, el respeto a los demás, la honestidad, la lealtad, el orden y el trabajo".
En referencia al Plan de Equidad, cuya necesidad reconocen, criticaron que no se concilie con una formación en hábitos de trabajo para no fomentar el ocio ni permitir el "asistencialismo crónico falto de formación en valores".
El País Digital, 3 de mayo
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